06:00 hrs.  10 de Junio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-433

Ciudad Universitaria


Gabriel Gutiérrez Ospina

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AVANZA INVESTIGACIÓN DE LA UNAM SOBRE EL MAL DE PARKINSON

 

·        Científicos universitarios obtuvieron hallazgos sin precedentes sobre los procesos de proliferación, migración y diferenciación de células troncales

·        Es uno de los cinco megaproyectos del Programa Investigación Multidisciplinaria: Proyectos Universitarios de Liderazgo y Superación Académica

·        Gabriel Gutiérrez Ospina, del IIBm, y coordinador del proyecto Células Troncales Adultas, Regeneración Neuronal y Enfermedad de Parkinson, detalló sus avances

 

Científicos de la UNAM obtuvieron hallazgos sin precedentes sobre los procesos de proliferación, migración y diferenciación de células troncales, en uno de los cinco megaproyectos del Programa IMPULSA, el cual tiene como meta principal regenerar in situ e in vivo  las neuronas necesarias para restablecer la función motora en los enfermos de Parkinson.

 

Al respecto, un Comité de Evaluación, integrado por expertos extranjeros y nacionales, calificó el progreso obtenido durante un año de trabajo como “sorprendente”, con perspectivas “extraordinarias” para obtener un éxito continuo.

 

Sobre el trabajo, Gabriel Gutiérrez Ospina, integrante del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) y coordinador del Proyecto Células Troncales Adultas, Regeneración Neuronal y Enfermedad de Parkinson, explicó que se trata de una ambiciosa línea que podría llevar hasta diez años de labor, donde se pretende realizar bioingeniería tisular, es decir, tratar de reparar el daño neuronal a partir de los medios que el propio organismo provee.

 

Así, al trabajar con las células troncales que produce el cerebro adulto, se intenta evitar al máximo una cirugía para regenerar la zona afectada, y hacerlo a través de métodos como la estimulación magnética, lo que podría aplicarse a los pacientes con equipos de magnetoestimulación, focalizados a la zona de interés, resaltó.

 

Hasta ahora, abundó el investigador titular B y jefe del Departamento de Biología Celular y Fisiología del IIBm, se realizan pruebas con animales de laboratorio. Una de las contribuciones más esperadas es que los resultados pudieran generar directrices y desarrollos biotecnológicos útiles para el tratamiento de otras enfermedades neurodegenerativas, tales como las de Huntington o Alzheimer, mencionó.

 

Calculó que el avance total del Proyecto puede ser de un diez por ciento, ante la gran dimensión de la meta. El gasto generado durante este año de trabajo, es de aproximadamente cinco millones de pesos.

 

En este megaproyecto del Programa Investigación Multidisciplinaria: Proyectos Universitarios de Liderazgo y Superación Académica (IMPULSA) participan cuatro entidades: los institutos de Biotecnología, Fisiología Celular, Investigaciones Biomédicas y de Neurobiología, así como  ocho investigadores y una veintena de estudiantes  de la UNAM.

 

El trabajo que se realiza es de vanguardia y cercano al de los grupos líderes en el mundo, por lo que una vez consolidados los datos originales que hasta ahora se han obtenido, el equipo mexicano se ubicará en una posición internacional trascendente en el ámbito científico, consideró.

 

El investigador refirió que en la enfermedad de Parkinson ocurre un daño en los circuitos neuronales de dos zonas del cerebro, que se conectan y son importantes para el control de los comandos de movilidad voluntaria. Uno de ellos es la sustancia negra, que está en una región conocida como tallo cerebral, y el otro es el núcleo caudado, el cual deja de recibir dopamina, lo que provoca falta de coordinación motriz.

 

En esencia, “la carencia de dopamina provoca que la persona tenga problemas de iniciación y terminación de movimientos voluntarios, así como un temblor de reposo”, precisó.

 

Desde la década de los ochenta, detalló, se redescubrió que en el cerebro adulto existe un nicho de células, conocidas como troncales, las cuales, hipotéticamente, se podrían utilizar como fuentes capaces de reparar el sistema nervioso, de manera endógena.

 

“La idea del proyecto es aprovechar estas células que se producen  normalmente de forma local en el cerebro, para regenerar la vía nerviosa que conecta a la sustancia negra con el núcleo caudado, proveyéndole a este último la dopamina que requiere”, aclaró.

 

Hasta el momento, señaló, los científicos involucrados se han abocado a cuatro líneas de investigación que pretenden dilucidar los mecanismos de multiplicación y diferenciación de las células troncales, los de migración de los neuroblastos derivados de ellas, los que controlan el crecimiento de los nervios y la forma como se conectan, así como las propiedades electrofisiológicas de las neuronas nuevas una vez reconectadas.

 

En términos de proliferación celular se ha evaluado la respuesta del cerebro cuando se somete a distintos tipos de lesiones y se expone a magnetoestimulación, pues se ha observado que cuando hay un daño, aumenta la multiplicación de células troncales y neuroblastos en dicho órgano. “Parece que hay una relación entre la cantidad de cerebro lesionado y la magnitud de la respuesta de multiplicación celular”, indicó.

 

Otro avance en aspectos de diferenciación y conectividad es que en los primeros ensayos en donde se combinan lesiones con estimulación, algunas de las células derivadas de las troncales no migran, permanecen en la pared ventricular cercana al caudado, y parecen transformase en productoras de dopamina. Así, apuntó, se diferencian in situ, además de que existen datos electrofisiológicos que sugieren que transmiten información y que su comportamiento semeja a aquellas de la sustancia negra.

 

También se han obtenido datos que sugieren la participación de moléculas llamadas semaforinas y efrinas en los procesos migratorios. “Lo que vamos a intentar hacer es manipularlas para ver si podemos detener la migración de estas células hacia el bulbo olfatorio y desviarlas para que invadan de forma más generosa al núcleo caudado”, adelantó.

 

Otro hallazgo es que las células troncales, y posiblemente los neuroblastos derivados de ellas, tienen una particular avidez por algunos aminoácidos que pudieran funcionar como señales que controlan la multiplicación, diferenciación y la migración celular, específicamente taurina, añadió.

 

También hay evidencias, informó, de que las células adultas tienen la potencialidad para transformarse en dopaminérgicas, aparentemente del tipo de la sustancia negra “aunque debe haber algo en el cerebro adulto que dificulta esta posibilidad de diferenciación”.

 

Cabe resaltar que el Comité Evaluador Internacional de este macroproyecto fue integrado por los doctores Kjell Fuxe, profesor de Histología  del Departamento de Neurociencia del Karolinska Institute; David Riddle, profesor asociado del Departamento de Neurobiología de Wake Forest University, y Gonzalo Solís Maldonado, jefe de Neurocirugía del Hospital Ángeles, Pedregal.

 

En su evaluación global, los expertos señalaron que  los avances y los planes a futuro son notables, así como racionales, al tiempo que el grupo multidisciplinario tiene fortalezas complementarias en muchas áreas y el trabajo neurofisiológico es particularmente digno de mención, así como lo es el liderazgo del Proyecto.

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FOTO 01.

Gabriel Gutiérrez Ospina, del IIBm de la UNAM, habló sobre el megaproyecto que coordina: Células Troncales Adultas, Regeneración Neuronal y Enfermedad de Parkinson, del Programa IMPULSA.

 

FOTO 02

En la UNAM se investiga el daño que ocurre en el tallo cerebral y núcleo caudado con el mal de Parkinson, informó Gabriel Gutiérrez ospina, del IIBm y coordinador de un megaproyecto del Programa IMPULSA.