Boletín
UNAM-DGCS-425
Ciudad
Universitaria
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Afirmó Enrique Ochoa, profesor de la Facultad
de Derecho de la UNAM, quien señaló que sólo uno de cada cien delitos penales
es castigado
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El sistema penal cuesta mucho dinero al país
y no satisface ni a las víctimas ni a los acusados, aseguró
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Alrededor del 80 por ciento de los ciudadanos
no confía en los jueces, ello porque la autoridad no tiene la capacidad de
llevar procesos claros: Roberto Hernández, del CIDE
En México sólo uno de cada cien delitos penales
es castigado y doce de cada cien se denuncian, lo que se traduce en falta de
credibilidad en el sistema de impartición de justicia, aseguró Enrique Ochoa,
profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM y coordinador del Foro
Internacional de Juicios Orales.
Al participar en la mesa redonda Los Juicios
Orales en México, indicó que se tiene un sistema inquisitivo mixto y se propone
establecer uno acusatorio, cambiar un modelo por otro. Los espacios del sistema
inquisitivo mixto no significan la oralidad que se plantea en los procesos.
El especialista sostuvo que el juicio oral se
lleva a cabo en audiencia pública, donde el juez, la víctima, el acusado, los
abogados y el ministerio público deben estar permanentemente presentes. El
juzgador no conoce el caso previo a este momento, pero aquí desahoga la
totalidad de las pruebas para después dictar sentencia.
Comentó que el sistema penal cuesta
mucho dinero al país y no satisface ni a las víctimas ni a los acusados. Los
juicios orales son una solución exitosa en países de América Latina con cultura
jurídica similar a la mexicana. Dijo que hay avances en diversos estados de la
República que están cambiando ya su sistema penal.
En el auditorio Eduardo García Máynez de la
Facultad de Derecho (FD), subrayó que a nivel nacional se propone reformar la
Constitución para celebrar un piso institucional común para todas las entidades
del país. Así se previene que un estado incorpore los juicios orales pero no
siga los principios básicos del sistema.
Recalcó que este modelo tiene un componente
importante, que es el mecanismo de solución alterna de controversias, es decir,
que no todos los casos penales llegan a juicio, pues el Estado provee de un
mediador profesional donde estarán presentes los involucrados para llegar a un
acuerdo, a través del cual, el acusado reparará en términos monetarios a la
víctima del daño causado.
Por su parte, Roberto Hernández, de la División
de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE),
aseveró que alrededor del 80 por ciento de los ciudadanos no confía en los
jueces, ello porque la autoridad no tiene la capacidad de llevar procesos
efectivos. En nuestro país existe un proceso penal que es totalmente
impersonal, todo se lleva a cabo mediante papeles, no hay interacción directa
entre magistrados, acusados y víctimas, en pocas palabras, falta transparencia.
Asimismo, Lucy Tacher, directora de
Pro-Derecho, afirmó que con un sistema de juicios orales, la sociedad muestra
confianza en sus autoridades, respeta a los jueces y siente que se hizo
justicia. Los errores que se puedan cometer en este sistema, son mucho menores
que con el sistema actual, concluyó.
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FOTO 01
Enrique Ochoa,
Lucy Tacher y Roberto Hernández hablaron, en la Facultad de Derecho de la UNAM,
sobre la pertinencia de sustituir el actual modelo procesal mexicano por los
juicios orales.
FOTO 02.
Asistentes a la
mesa redonda Los Juicios Orales en México, efectuada en la Facultad de Derecho
de la UNAM.