13:30 hrs.  07 de Junio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-425

Ciudad Universitaria


Enrique Ochoa

Pie de fotos al final del boletín

 

SIN CREDIBILIDAD, EL SISTEMA DE IMPARTICIÓN DE JUSTICIA EN MÉXICO

 

·        Afirmó Enrique Ochoa, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, quien señaló que sólo uno de cada cien delitos penales es castigado

·        El sistema penal cuesta mucho dinero al país y no satisface ni a las víctimas ni a los acusados, aseguró

·        Alrededor del 80 por ciento de los ciudadanos no confía en los jueces, ello porque la autoridad no tiene la capacidad de llevar procesos claros: Roberto Hernández, del CIDE

 

En México sólo uno de cada cien delitos penales es castigado y doce de cada cien se denuncian, lo que se traduce en falta de credibilidad en el sistema de impartición de justicia, aseguró Enrique Ochoa, profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM y coordinador del Foro Internacional de Juicios Orales.

 

Al participar en la mesa redonda Los Juicios Orales en México, indicó que se tiene un sistema inquisitivo mixto y se propone establecer uno acusatorio, cambiar un modelo por otro. Los espacios del sistema inquisitivo mixto no significan la oralidad que se plantea en los procesos.

 

El especialista sostuvo que el juicio oral se lleva a cabo en audiencia pública, donde el juez, la víctima, el acusado, los abogados y el ministerio público deben estar permanentemente presentes. El juzgador no conoce el caso previo a este momento, pero aquí desahoga la totalidad de las pruebas para después dictar sentencia.

 

Comentó que el sistema penal cuesta mucho dinero al país y no satisface ni a las víctimas ni a los acusados. Los juicios orales son una solución exitosa en países de América Latina con cultura jurídica similar a la mexicana. Dijo que hay avances en diversos estados de la República que están cambiando ya su sistema penal.

 

En el auditorio Eduardo García Máynez de la Facultad de Derecho (FD), subrayó que a nivel nacional se propone reformar la Constitución para celebrar un piso institucional común para todas las entidades del país. Así se previene que un estado incorpore los juicios orales pero no siga los principios básicos del sistema.

 

Recalcó que este modelo tiene un componente importante, que es el mecanismo de solución alterna de controversias, es decir, que no todos los casos penales llegan a juicio, pues el Estado provee de un mediador profesional donde estarán presentes los involucrados para llegar a un acuerdo, a través del cual, el acusado reparará en términos monetarios a la víctima del daño causado.

 

Por su parte, Roberto Hernández, de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), aseveró que alrededor del 80 por ciento de los ciudadanos no confía en los jueces, ello porque la autoridad no tiene la capacidad de llevar procesos efectivos. En nuestro país existe un proceso penal que es totalmente impersonal, todo se lleva a cabo mediante papeles, no hay interacción directa entre magistrados, acusados y víctimas, en pocas palabras, falta transparencia.

 

Asimismo, Lucy Tacher, directora de Pro-Derecho, afirmó que con un sistema de juicios orales, la sociedad muestra confianza en sus autoridades, respeta a los jueces y siente que se hizo justicia. Los errores que se puedan cometer en este sistema, son mucho menores que con el sistema actual, concluyó.

 

 

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FOTO 01

Enrique Ochoa, Lucy Tacher y Roberto Hernández hablaron, en la Facultad de Derecho de la UNAM, sobre la pertinencia de sustituir el actual modelo procesal mexicano por los juicios orales.

 

FOTO 02.

Asistentes a la mesa redonda Los Juicios Orales en México, efectuada en la Facultad de Derecho de la UNAM.