06:00 hrs.  04 de Junio de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-417

Ciudad Universitaria

 


José Manuel Saniger

Pie de fotos al final del boletín

TRABAJA UNAM EN LA OBTENCIÓN DE CATALIZADORES PARA COMBATIR CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

 

 

Para enfrentar el grave problema de contaminación atmosférica que padecen áreas como la Ciudad de México, el Proyecto Universitario de Nanotecnología Ambiental (PUNTA) de la UNAM avanza con pasos firmes hacia la obtención de catalizadores para mejorar el medio ambiente.

 

A un año de su inicio, este proyecto, que forma parte del Programa de Investigación Multidisciplinaria: Proyectos Universitarios de Liderazgo y Superación Académica (IMPULSA), ya ha dado los primeros resultados de investigación y ha sido evaluado favorablemente por reconocidos expertos a escala internacional.

 

El objetivo, explicó el doctor José Manuel Saniger Blesa, director del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) y actual coordinador del Proyecto, es encontrar catalizadores eficaces, más activos y estables, y con una mayor especificidad que los que existen hasta ahora.

 

Detalló que es una sustancia que acelera las velocidades de reacción de los procesos químicos y que también reduce la temperatura a la que ocurren. “Esto tiene una gran importancia industrial porque la energía requerida para llevar a cabo el proceso es menor y eso siempre representa ventajas medioambientales y un ahorro económico”.

 

El científico añadió que existen dos familias o grupos básicos de catalizadores: los homogéneos y los heterogéneos. En el primer caso, tanto los reactivos como el producto y el catalizador se encuentran en la misma fase formando una disolución. Los segundos, relacionados con PUNTA, se refieren a aquellos donde el catalizador es un sólido mientras que los reactivos y productos están en fase gaseosa.

 

Un nanocatalizador, en tanto, presenta una fase activa formada por partículas de tamaño nanométrico (mil millonésima parte de un metro). La ventaja de trabajar en tales dimensiones es que la reactividad química de estas partículas aumenta mucho, expuso.

 

Aunque los nanocatalizadores se usan desde mucho antes de que se pusiera en boga el término de nanotecnología, aclaró, ahora se está más cerca de lograr un diseño específico de los mismos, porque se han perfeccionado y desarrollado herramientas y procedimientos para controlar el tamaño y forma de esas partículas.

 

Los catalizadores en fase heterogénea tienen usos enormes; quizás los dos más evidentes son los asociados con la industria del petróleo y el medio ambiente. De ahí las metas de este Proyecto,  que está enfocado a abatir la contaminación atmosférica pero que podría dar lugar también a aplicaciones para reducir la contaminación de las aguas, subrayó.

 

En la atmósfera de la Ciudad de México los principales contaminantes son monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, óxidos de azufre, ozono, compuestos orgánicos volátiles y otros de alta persistencia. La meta es abatirlos, reducir su presencia, agregó.

 

Pero además de las acciones de remediación, el objetivo es la prevención, es decir, buscar que se emitan menos tóxicos a través de la mejora de los procesos de combustión de las gasolinas y el diesel para automóviles, y de los gases que se queman en los calentadores de agua domésticos o en calderas industriales, dijo.

 

En ese sentido, puntualizó, PUNTA busca obtener aplicaciones para llegar a producir mejores catalizadores para la combustión de gases y tener convertidores catalíticos para los automóviles con una formulación alternativa.

 

Al respecto, Saniger Blesa señaló que los que se usan ahora son “razonablemente eficientes”, pero están hechos con base en platino, rodio y paladio, metales caros, sobre todo los dos primeros que, además se encarecerán aún más en el futuro por problemas de disponibilidad.

 

Por ello, sostuvo, la idea es trabajar con sistemas catalíticos que eviten el uso de platino y el rodio, sin sacrificar el desempeño del convertidor.

 

Para mejorar la calidad del aire en lugares cerrados, como oficinas, escuelas, hospitales, o transportes como el metro o los autos también se pueden utilizar nanocatalizadores. En este caso se busca que las reacciones químicas de reducción de los contaminantes ocurran a temperatura ambiente, destacó.

 

Para ello se requiere el diseño de otro tipo de catalizadores y colocarlos en purificadores o acondicionadores de aire, de manera que se puedan reducir las concentraciones de toda una gama de sustancias nocivas, para tener una mejor calidad del aire justo en sitios donde se pasan muchas horas al día. Algunos de ellos, basados en partículas de oro, ejemplificó, podrían tener una aplicación adicional: la purificación de aguas, por lo cual su relevancia aumenta.

 

Otro gran tema a desarrollar en PUNTA, abundó Saniger Blesa, es la fotocatálisis, donde la luz solar magnifica el efecto catalítico de algunos materiales. El caso más típico es el del dióxido de titanio, que en presencia de luminosidad es capaz de oxidar o reducir una amplia variedad de contaminantes dependiendo del diseño del catalizador, y que tiene también un importante efecto bactericida.

 

El trabajo realizado por alrededor de 60 investigadores de ocho entidades universitarias y más de 40 estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado, abarca desde la investigación básica, el desarrollo de métodos de simulación computacionales, pruebas en laboratorio de los sistemas catalíticos y, en su fase final, la transferencia de tecnología a los sectores público o privado.

 

Como resultados de los esfuerzos de los integrantes del propio CCADET y del Centro de Ciencias de la Materia Condensada  (en Ensenada), además de las facultades de Ciencias y de Estudios Superiores Cuautitlán, los institutos de Investigaciones en Materiales y Física, así como los centros de Investigaciones en Energía (en Temixco) y de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (en Juriquilla), se ha derivado una publicación en una revista especializada, dos más aceptadas y alrededor de otras siete que ya han sido enviadas.  Adicionalmente, se han concluido varias tesis de licenciatura y se tienen contactos iniciales con empresas potencialmente interesadas en los desarrollos que se generen.

 

“Acabamos de terminar el primer año, el cual dedicamos parcialmente a la organización, a definir qué vamos a investigar, a la compra de algunos equipos; en este segundo año se le dará un empuje fuerte al desarrollo de nuevos catalizadores y se tendrá, por lo menos, un par de productos con aplicaciones específicas para tratar de comercializarlos”, informó José Manuel Saniger.

Los integrantes de PUNTA se reúnen al menos una vez al mes; en los seminarios surgen propuestas de cómo abordar un problema y se establecen colaboraciones.  Además, adelantó, ahora está en proceso el desarrollo de un sitio web del propio Proyecto, para lograr una mejor comunicación entre sus integrantes.

 

A un año de su inicio PUNTA ya fue sometido a una evaluación externa. Se designaron a cuatro evaluadores internacionales, independientes del Proyecto, quienes a su vez realizaron recomendaciones para aumentar la eficiencia del trabajo.

 

“Eso nos ayuda, nos pone en una dinámica de evaluación por pares que siempre es interesante y que nos impide ir por caminos demasiado arriesgados o poco ambiciosos, es decir, encontrar un equilibrio”, indicó.

 

La evaluación fue realizada por Ivan K. Schuller, del Departamento de Física de la Universidad de California en San Diego, especialista reconocido en nanotecnología; José G. Santiesteban, de la empresa Exxon Mobil, experto mundial en catálisis; Ernesto Marinero, del Laboratorio de Investigación de Hitachi en San José, también experto en nanotecnología; y José Luis Morán, coordinador del Centro Nacional de Supercómputo del Conacyt, destacado físico teórico en el área de materiales.

 

“Buscamos que fuera gente con background científico importante y con conocimiento de cómo llevar los productos a la industria, fuera del ámbito académico”. Por ello, resaltó, todo ellos son expertos con amplio reconocimiento internacional y lo suficientemente alejados de nuestro entorno para darnos una visión complementaria; eso enriquece al Proyecto.

 

Entre las sugerencias recogidas se encuentra la disminución del número de subproyectos, mantener un contacto permanente entre los universitarios y los evaluadores, y promover aún más la presencia de estudiantes. “Es importante que los alumnos aprendan desde ahora a trabajar en un ámbito multidisciplinario, que reciban información de varias fuentes y se enriquezca su panorama”, finalizó.

 

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El Proyecto Universitario de Nanotecnología Ambiental de la UNAM avanza con pasos firmes para obtener catalizadores que mejoren el medio ambiente, afirmó su coordinador, José Manuel Saniger.

 

 

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Investigadores universitarios buscan aplicaciones para llegar a producir mejores catalizadores para la combustión de gases, refirió José Manuel Saniger Blesa, director del CCADET de la UNAM.