12:00 hrs.  25  de Mayo de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-389

Ciudad Universitaria

 

 

 


Eduardo del Castillo

 Pies de foto al final del boletín

PERMITE LA LAICIDAD DEFENDER LAS ASPIRACIONES HUMANAS

 

·        Señaló en la UNAM el especialista Eduardo del Castillo, quien añadió que crea las condiciones para distinguir los dogmas que impidan el desarrollo de las capacidades y la creatividad

·        Aunque se identifica a este concepto con la separación Iglesia-Estado, implica también la libertad de pensamiento, que rebasa las cuestiones religiosas, explicó

·        Dictó la conferencia El dilema de la juventud: Laicismo o sometimiento, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

 

El Estado no debe involucrarse en determinar el derecho a decidir, sino facilitar las libertades. En ese sentido, la laicidad permite defender las aspiraciones humanas a las que no pueden renunciar ni mujeres ni hombres, como la libertad, ciudadanía plena e igualdad, afirmó en la UNAM el especialista Eduardo del Castillo.

 

Al dictar la conferencia El dilema de la juventud: Laicismo o sometimiento, efectuada en el auditorio “Ricardo Flores Magón” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), apuntó que esa postura crea las condiciones necesarias para que se puedan distinguir los dogmas o presuntas verdades indiscutibles, que impidan el desarrollo de las capacidades y creatividad.

 

También es igualdad de derechos y conciencia sobre nuestro propio cuerpo, puntualizó el periodista y coordinador general de  la sociedad civil Comunicación, Diálogo y Conciencia.

 

Recalcó que aunque se identifica a este concepto con la separación Iglesia-Estado, esa es sólo una de sus partes, porque implica también la libertad de pensamiento, que rebasa las cuestiones religiosas. Con la laicidad, subrayó, se busca que la gente piense por sí misma, tome distancia y sea crítica. En ese sentido, es también el derecho a pensar distinto, a ser disidente.

 

Asimismo, se refiere a la libertad corporal, una de las menos señaladas a pesar de tener mayor profundidad. En la medida como se pueda decidir sobre esta cuestión se hará sobre las garantías en general, enfatizó.

 

Si en la actualidad se advierte cuáles son los asuntos más controvertidos en la sociedad, se encuentra a la eutanasia, preferencias sexuales, genoma humano y clonación; todos ellos relacionados con el cuerpo, puntualizó.

 

Señaló que las dos grandes instituciones de donde emana la laicidad son la educación y la salud, las cuales pueden estar en el ámbito de lo público o de lo privado.

 

En el fondo se busca una nueva forma de organización de la colectividad. Así, en lo particular se tiene la posibilidad de ejercer todas las posibilidades individuales y éstas deben ser respetadas por el Estado; sin embargo, en el espacio de lo colectivo no pueden intervenir las religiones, y quien lo hiciera estaría procediendo en contra de los preceptos constitucionales, acotó.

 

Por ejemplo, dijo, si los estudiantes no son críticos y no ponen en juego la duda no cumplen con su rol, porque las universidades tienen esta característica y en ellas no hay cabida para el dogma, cuyo fin es dominar a los demás.

 

En ese sentido, ese tipo de aseveraciones no puede estar presente en la realidad como alumnos, pero sí podría presentarse en la vida privada, si se asume por decisión propia, concluyó.

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01.

 

Eduardo del Castillo señaló en la UNAM, que la laicidad permite defender las aspiraciones humanas a las que no pueden renunciar ni mujeres ni hombres.

 

FOTO 02

 

Asistentes a la conferencia El dilema de la juventud: Laicismo o sometimiento, que dictó Eduardo del Castillo, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.