06:00 hrs.  23  de Mayo de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-382

Ciudad Universitaria


Eduardo Loria

 

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DIFÍCIL, UNA CRISIS ECONÓMICA TRAS LAS ELECCIONES DEL 2 DE JULIO

 

 

Aunque México atraviesa por una etapa de gran turbulencia, propiciada sobre todo por las campañas electorales, ello no lo conducirá a una crisis financiera y cambiaria de grandes magnitudes, como la registrada entre 1994 y 1995, subrayó Eduardo Loría Díaz, profesor de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.

 

Al participar en el II Foro de Economía de la Empresa “El universo de alimentos y bebidas”, organizado por dicha entidad, agregó que a pesar de la situación en que se encuentra el país “no es posible que el escenario macroeconómico se altere” fundamentalmente tras los comicios electorales del 2 de julio.

 

Ello se debe, sobre todo, a que instituciones como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México generan estabilidad y certidumbre en el actual contexto político, dijo.

 

El director del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (Cempe) de la FE, reconoció que otra razón para que no haya crisis es que hay un seguimiento importante de organismos internacionales, instituciones financieras y de países que evitarían que una situación electoral complicada pudiera extenderse; en especial al ser México miembro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

 

Eduardo Loría comentó que no hay muchas ideas nuevas entre los candidatos a la presidencia. “Habrá elecciones competidas y complicadas, la gente ya aprendió que hay que diferenciar el voto”.

 

Asimismo, señaló, el país vive una situación de vacío de poder que hace que los grupos que antes estaban organizados en la sociedad civil, hoy estén desmembrados. Ello provoca que el ambiente para los negocios, tanto el económico como el social, no sea el más adecuado.

 

Por otro lado, advirtió, se vislumbra un Congreso dividido, no habrá un poder mayoritario ni en el Senado ni en el la Cámara de Diputados, lo cual obstaculizará reformas estructurales como las que se han tratado de impulsar.

 

En ese sentido, añadió el universitario, se debe pensar en que ninguno de los que arribe a la presidencia va a ser quien ordene y arregle. Se tiene que eliminar la idea de que una sola persona resolverá los problemas, el país tiene otras complicaciones que rebasan la voluntad de un solo hombre.

 

Por ello, es importante que la colectividad se encamine por un ritmo y una organización diferente. Hay que pensar en cambios que no van a provenir del voto mayoritario de una de las cámaras, sino que tendrá que surgir de la base fundamental de la sociedad civil, apuntó.

 

Loría Díaz consideró que las modificaciones estructurales que son fundamentales para nuestro país son: el imperio de la ley (no se necesita otra Constitución, la actual es suficiente, sólo hay que respetarla), tener una clase política de altura, y una visión de largo plazo. Además, hay que realizar esfuerzos empresariales; es decir, impulsar reformas microeconómicas.

 

Por último, indicó que los principales riesgos que están presentes para los próximos meses son: los precios internacionales de los hidrocarburos, los desequilibrios fiscales y externos de Estados Unidos, que no se sabe por cuanto tiempo más podrá mantenerlos; así como el incremento en los conflictos electorales.

 

A su vez, Antonio Ibarra Romero, secretario general de la FE, aseveró que el mundo empresarial mexicano está en un contexto de competencia no conocido, de incertidumbre, en el que la posibilidad de insertar a nuestro país en términos benéficos en la nueva configuración de los mercados regionales, es un reto que no sólo incumbe a los empresarios o a las políticas públicas, sino también a la formación de recursos humanos.

 

Por ello, resaltó, es fundamental que los estudiantes no sólo tengan las herramientas analíticas y los instrumentos técnicos para desempeñarse, ya sea como agentes de sociedades o como empresarios.

 

Reconoció que hay una extraordinaria capacidad de los alumnos para establecer arreglos, acuerdos, asesorías, compartir los desafíos y anhelos de los pequeños productores.

 

Además, agregó Ibarra Romero, se desea que la competitividad de los estudiantes, no sólo sea en términos estrictamente académicos, sino en ser capaces de leer, interpretar y, en su momento, diseñar políticas de competencia para empresas a partir de sus experiencias en otros ámbitos.

 

Por ello, subrayó que la movilidad de los alumnos universitarios desde la licenciatura hasta el posgrado, es uno de los elementos fundamentales que permitirá abrir e incrementar su horizonte de posibilidades.

 

En su oportunidad, al hablar del mercado del tabaco, Francisco Espinosa de los Reyes, director de Asuntos Corporativos de la empresa Philip Morris, reconoció que en los últimos 20 años el consumo de cigarros en el país ha disminuido 50 por ciento.

 

Mientras en 1985 el consumo per cápita por adulto era de mil 300 unidades, en la actualidad es de 695, informó.

 

Aclaró que de 1999 a la fecha la regulación al tabaco en México se ha vuelto punta de lanza en el ámbito mundial, y ha pasado desde la libre difusión del producto en 1998, a una prohibición de publicidad en televisión y radio, con una restricción en espectaculares y en medios impresos.

 

Asimismo, se han dado una serie de limitaciones en cuanto a la divulgación exterior cerca de instituciones educativas o sitios y hospitales donde hay menores de edad, al instalar anuncios a no menos de 200 metros de ellas, concluyó.

 

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FOTO 1

Antonio Ibarra Romero, secretario general de la FE de la UNAM, dijo que se desea que los estudiantes sean capaces de diseñar políticas de competencia para empresas.

 

FOTO 2

Francisco Espinosa de los Reyes, director de Asuntos Corporativos de la empresa Philip Morris, habló en la UNAM sobre el mercado del tabaco.

 

FOTO 3.

Eduardo Loría Díaz, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, señaló que no es posible que el escenario macroeconómico se altere tras los comicios electorales del 2 de julio.