16:00 hrs.  18  de Mayo de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-371

Ciudad Universitaria

 

 


William Henry Lee (1)

William Henry Lee (2)

Pie de fotos al final del boletín

 

COLABORA INVESTIGADOR DE LA UNAM EN DESCUBRIMIENTO DEL ORIGEN DE  ESTALLIDOS VIOLENTOS, EN 4 GALAXIAS

 

·        William Henry Lee, del Instituto de Astronomía, dijo que la distancia típica de los destellos cortos a la Tierra es de cerca de tres mil millones de años luz

·        Comentó que es tal la energía que expulsan estos eventos, que en diez segundos liberan la misma cantidad que el Sol en toda su vida

·        El hallazgo fue publicado en la revista Astrophysical Journal, la más importante a nivel internacional, en materia de astronomía

·        Brinda importantes datos que ayudarían a confirmar algunas predicciones de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein

 

Un grupo internacional de astrónomos, en el que participa William Henry Lee, del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, descubrió y estudia cuatro galaxias que hospedan objetos donde se originan destellos de rayos gamma cortos (DRG), altamente energéticos.

 

En conferencia de prensa, el astrónomo universitario explicó que hay dos tipos de emisiones de rayos gamma que pueden ser captadas: cortas y largas. Estas últimas son originadas por el colapso de estrellas masivas, pero hasta la fecha no se tiene respuesta de cuál es la causa de las cortas.

 

Por ello, las investigaciones realizadas en colaboración con científicos de universidades del extranjero, revelan que la causa de la emisión de los rayos gamma cortos es la colisión de estrellas de neutrones o la captura de una de ellas por un agujero negro, lo que brinda importantes datos que ayudarían a confirmar algunas predicciones de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein.

Subrayó que una estrella de neutrones es la ceniza de otra relativamente masiva, es decir diez veces la masa del Sol. Al término de su vida, estos objetos se colapsan y en cuestión de segundos comprimen el núcleo (más o menos al tamaño de la Tierra). Eso va ligado a una explosión de supernova y lo que queda del núcleo compactado es una estrella de neutrón.

 

Henry Lee comentó que es tal la energía que expulsan estos eventos, que en diez segundos liberan la misma cantidad que el Sol en toda su vida (10 mil millones de años).

 

Indicó que estos fenómenos liberan tanta energía que es posible observarlos a enormes distancias: la típica de los destellos cortos es como de tres mil millones de años luz de la Tierra, es decir, uno de esos eventos sucedió en ese mismo lapso y ahora se ve su radiación.

 

El científico del IA reveló que a finales de 2005 se detectó el destello más lejano que se haya visto hasta la fecha, lo cual lo hizo el objeto más distante observado. Se suscitó cuando el universo “estaba en pañales”, pues tenía 900 millones de años. Actualmente cuenta con 14 mil millones.

 

Aseveró que por la cantidad de energía que liberan los destellos se han investigado sus consecuencias. Por ejemplo, si el Sol se convirtiera en una estrella de rayos gamma, “lo cual no sucederá”, evaporaría la atmósfera.

 

Esto significa que son galaxias viejas, y que las estrellas que contienen están, por lo general, en las últimas etapas de su existencia. La cuarta está en un punto intermedio de su vida, pues contiene tanto estrellas viejas como otras formadas recientemente, añadió.

 

Mencionó que su participación en este descubrimiento, además de contribuir con una pieza más en el rompecabezas de la evolución y destino del universo del cual formamos parte, subraya la relevancia, calidad y competitividad de la investigación científica de frontera que se realiza en la UNAM, las aportaciones que hace la institución al conocimiento universal, y la consolidación de su prestigio en la comunidad científica internacional.

 

El grupo de astrónomos que hizo el hallazgo está encabezado por J.X. Prochaska, del Observatorio Keck de la Universidad de California y del Instituto de Tecnología de California. El descubrimiento se reporta en el número de 10 de mayo de la revista internacional Astrophysical Journal.

 

Por su parte, José de Jesús Franco, director del IA, subrayó que Henry Lee es uno de los expertos mundiales en la evolución de sistemas de estrellas colapsadas, y el modelo que él presentó es considerado estándar en la literatura especializada.

 

Afirmó que todos los desarrollos tecnológicos que están saliendo de la ciencia puedan tener nichos específicos en diferentes industrias, lo que falta es contar con infraestructura capaz de aprovechar estos desarrollos, para ponerlos al servicio de la sociedad.

 

Comentó que en los últimos 80 años se ha empezado a utilizar el cosmos como un laboratorio en donde se pueden hacer investigaciones que, de otra manera, en la Tierra sería impensable llevar a cabo.

 

Los destellos de rayos gamma (GRB, del inglés Gamma Rays Bursts) se descubrieron en los años sesenta, y desde entonces han sido observados por varios satélites (los rayos gamma no penetran la atmósfera de la Tierra, por lo que deben ser observados con instrumentos colocados por encima de ella).

 

Estos destellos duran solamente unos cuantos segundos, pero la radiación es sumamente energética (su longitud de onda es inconcebiblemente pequeña, de una mil millonésima de metro, una dimensión menor que un átomo). Además de las dificultades técnicas para  detectarlos, hay que agregar que no hay manera de predecir en qué región del cielo van a surgir estos eventos.

 

Todos los destellos de rayos gamma son sucesos breves. No obstante, se subdividen en largos (si duran más de dos segundos) y cortos (si duran menos). Esta división puede parecer arbitraria pero está basada en las características de la radiación observada.

 

En el otoño de 2004 la NASA puso en órbita el satélite Swift, el más sofisticado detector de destellos de rayos gamma, y equipado también con detectores de rayos X y radiación visible, para identificar la contraparte de esas emisiones a otras longitudes de onda.

 

Tiene un doble funcionamiento: puede abarcar una gran zona de observación cuando surge un destello de rayos gamma, y entonces, en menos de un minuto, automáticamente cierra su campo de observación y se coloca en la dirección en donde se detectó el DRG, obteniendo así una posición más exacta de dónde ocurrió el evento.

 

Desde el mes de mayo del año pasado un grupo internacional de astrónomos, del que forma parte William Henry Lee, del Instituto de Astronomía de la UNAM, había venido “cazando” estos DRG de corta duración, tratando de indagar en qué dirección del cielo y cuáles son los objetos de donde surgen.

 

El primer evento, en mayo de 2005, permitió identificar lo que ellos llaman la “galaxia madre”, o progenitora del objeto astronómico fuente del destello de rayos gamma.

 

En este mes de mayo, están reportando las características de las cuatro primeras galaxias progenitoras de los objetos fuente de los DRG, resultando ser fundamentalmente distintas a las galaxias que albergan los objetos fuente de los de larga duración. Se encuentran también a grandes distancias de la Tierra (miles de millones de años luz) pero en promedio menores a las que albergan los destellos largos.

 

La revista Astrophysical Journal –fundada en 1895– es la más importante a nivel internacional, dedicada a la difusión de los más recientes desarrollos, descubrimientos y teorías relacionados con la astronomía y la astrofísica. Muchos de los hallazgos más relevantes del siglo XX fueron dados a conocer a través de esta publicación.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01

 

William Henry Lee, del Instituto de Astronomía de la UNAM, participa en el grupo internacional que descubrió cuatro galaxias, donde se originan destellos de rayos gamma altamente energéticos.

 

 

FOTO 02

 

José de Jesús Franco y William Henry Lee, de la UNAM, explicaron el descubrimiento de cuatro galaxias que hospedan objetos donde se originan destellos de rayos gamma cortos, altamente energéticos.

 

 

FOTO 03.

Los investigadores de la UNAM José de Jesús Franco y William Henry Lee explicaron  que el descubrimiento de cuatro galaxias donde se originan destellos energéticos ayudaría a confirmar la Teoría de la Relatividad.