Boletín
UNAM-DGCS-368
Ciudad
Universitaria
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LA CLASE POLÍTICA
EN MÉXICO NO TIENE CONCIENCIA DE LA DISCRIMINACIÓN
En México la lucha contra la
discriminación enfrenta serios problemas, sobre todo porque la clase política
no tiene una clara conciencia de este fenómeno ni de sus consecuencias,
reconoció en la UNAM José Luis Gutiérrez Espíndola, del Consejo Nacional para
Prevenir la Discriminación (Conapred).
Al participar en las Jornadas
Universitarias “Disculpe usted. El derecho y sus razones”, organizadas por la
Dirección General de Atención a la Comunidad Universitaria (DGACU) y la
Facultad de Derecho (FD), reveló que mientras la gente no perciba el daño, a
veces irreparable, que provoca la segregación en la vida de las personas, habrá
una propensión a trivializar el fenómeno y verlo como una expresión de
actitudes individuales, políticamente incorrectas pero intrascendentes.
En el auditorio
“Eduardo García Maynez” de la FD, en donde asistieron Roberto Zozaya Orantes,
director general de Atención a la Comunidad Universitaria, y Agustín Carrillo
Suárez, jefe de la División de Universidad Abierta de la FD, advirtió que sin
embargo, “no se ve como un problema estructural que conduce a la exclusión de
individuos y grupos sociales, y que por ello amerita la intervención
sistemática del Estado”.
El director general
adjunto de Vinculación, Programas Educativos y Divulgación del Conapred,
subrayó que el papel estatal en este combate se justifica, porque se trata de
una cuestión de derechos fundamentales, y su tarea es restituir las garantías a
quienes les ha sido injustamente conculcadas.
Gutiérrez Espíndola consideró esencial
que la gente tome conciencia de que la discriminación no es un problema menor
ni secundario, sino que afecta de forma irreparable a quien la padece.
Por ello, abundó,
el gran reto es instrumentar una política de carácter integral, y asegurar el
acceso efectivo a los derechos. Esa es la única manera de garantizar una vida
digna a las personas.
Sostuvo que la
clase política no tiene una conciencia clara de lo que es este fenómeno ni de
sus consecuencias. “La pregunta es si la sociedad sabe qué es la
discriminación, qué significa, cuáles son sus dimensiones y consecuencias, y
cuáles los grupos más susceptibles a ella”.
Para ejemplificar
el problema, José Luis Gutiérrez reveló que en México se estima que el ingreso
anual por trabajo remunerado es, en promedio, de 4 mil 486 dólares para las
mujeres y de 12 mil 184 para los hombres, lo cual no significa que ellos sean
más productivos o trabajadores, sino que ellas por el hecho de ser mujeres
reciben un salario menor. Es una situación típicamente desigual.
Además, agregó que
en el 2000 la proporción de mujeres mayores de 15 años analfabetas era del 11
por ciento, contra 7 por ciento de los hombres, como resultado de que en las
familias se prefiere educar a los varones.
En cuanto a origen
étnico, señaló que la población indígena presenta un índice de analfabetismo de
45 por ciento, siendo que el promedio nacional se estima en 10. Esto se debe a
que esos grupos tienen menos acceso a enseñanza de calidad.
Además, informó que
las entidades con mayor proporción de población indígena, Puebla, Michoacán,
Guerrero, Oaxaca y Chiapas, se ubican en los últimos cinco lugares en la
clasificación de índice de desarrollo humano nacional.
El funcionario de Conapred destacó que de
acuerdo con la Primera Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, siete
de cada diez entrevistados asociaron el término discriminación con dar un trato
diferente o negativo a otras personas. Sin embargo, cuando se analizan otros
datos, se advierte que sólo una pequeña proporción lo vincula con situaciones
de pérdida de derechos.
Comentó que hasta
hace pocos años no se reconocía, oficialmente, la existencia de este flagelo en
México como un problema público. La combinación de intereses creados, visiones
estrechas y el cinismo de diversos actores sociales derivó en un discurso
incapaz de asumir que varias de las desigualdades, son resultado directo de la
exclusión sistemática de ciertos grupos sociales.
Esto comenzó a
cambiar en los últimos años, y el punto de inflexión lo marca la reforma a los
artículos 1º, 2º, 4º, 18 y 156 de la Constitución, que se produjo en el marco
de los debates de la llamada Ley Indígena.
Dicha reforma
incluía la adhesión de un párrafo al artículo 1º constitucional, que establece
la expresa prohibición de cualquier forma de discriminación que atente contra
la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y las
libertades de las personas, explicó.
La lucha contra la
segregación no es un lujo para países pobres, tampoco se trata de una
reivindicación que sólo interese a unas minorías. Por el contrario, el derecho
a la equidad es importante para todos, porque en algún momento y bajo
determinadas circunstancias todos
pueden ser objeto de esta acción, concluyó.
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FOTO 1
Asistentes a las
Jornadas Universitarias “Disculpe usted. El derecho y sus razones”, organizadas
por la DGACU y la Facultad de Derecho de la UNAM.
FOTO 2
José Luis
Gutiérrez, Agustín Carrillo y Roberto Zozaya durante las Jornadas
Universitarias “Disculpe usted. El derecho y sus razones”, efectuadas en la
Facultad de Derecho de la UNAM.
FOTO 3.
José Luis Gutiérrez y Roberto Zozaya, previo a la intervención del primero, quien habló en la UNAM sobre la discriminación en México, fenómeno que amerita la intervención sistemática del Estado.