06:00 hrs.  12  de Mayo de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-355

Ciudad Universitaria


Roberto Blancarte

Pie de fotos al final del boletín

 

EXIGE MÁS LA SOCIEDAD DE LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS Y RELIGIOSAS

 

·        Afirmó en la UNAM el especialista Roberto Blancarte, quien agregó que ello se debe al proceso de democratización impulsado en México

·        Daniel Cazés, director del CEIICH, se refirió al autor francés del siglo XVII, Francoise Poulain de la Barre, precursor del feminismo y de la Revolución Francesa

·        Enrique Dussel, de la FFyL, apuntó que el siglo XXI ya no es como el posterior a la Ilustración, donde el ateísmo era condición de racionalidad

 

La sociedad mexicana actual exige mucho más no sólo del Estado y de las instituciones políticas, sino de las religiosas, debido al proceso de democratización impulsado en el país en las últimas décadas, afirmó en la UNAM el especialista Roberto Blancarte.

 

Señaló –al participar en el ciclo “Tradiciones espirituales presentes en México: reflexiones interdisciplinarias” en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH)– que la exigencia de mayor transparencia, escrutinio y rendición de cuentas sobre lo que hacen las instancias civiles, también se dirige hacia las organizaciones de culto.

 

Roberto Blancarte, acompañado por Daniel Cazés, director del CEIICH, en la mesa “Repercusiones e interacción entre teología y sociedad”, mencionó que lo observado respecto a las relaciones Iglesia-Estado es, sobre todo, el movimiento de la sociedad.

 

El director del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México sostuvo que es cada vez más difícil que las jerarquías religiosas se pretendan representativas del conjunto de creyentes, y que éstos no exijan a esas dirigencias un mayor escrutinio.

 

Esto es reflejo de la democratización, que supone que tales dirigencias temporales y espirituales ya no pueden establecer, como solían hacerlo, acuerdos cupulares, o que es cada vez más difícil tenerlos. Antes, recordó, las jerarquías religiosas se ponían de acuerdo con los detentadores del poder y desde ahí se establecían políticas públicas. Eso es cada vez más difícil en la medida en que unos y otros están sujetos a una mayor observación y rendición de cuentas.

 

El Estado laico, explicó, es aquel que ya no depende de fuentes sagradas para su legitimación, sino que actúa con la autoridad que le confiere una nueva fuente de poder: la voluntad popular. Por ello, la laicidad es un fenómeno ligado estrechamente a la democracia.

 

En todo caso ambos fenómenos derivan de procesos, y no son fines. Son horizontes hacia los cuales se dirigen las sociedades, sin alcanzarlos necesariamente. Eso supone que todos los países tienen formas de laicidad y conservan maneras de sacralización, agregó.

 

En el siglo XX, mencionó Roberto Blancarte, se dio paso a una verdadera secularización de las instituciones políticas; pero hubo que esperar hasta la segunda mitad del mismo para ver los primeros pasos hacia un indiscutible proceso de “laicización” de las colectividades e instituciones gubernamentales en América Latina.

 

Hoy, abundó, se vive una afirmación social en donde se distingue entre prácticas cotidianas y doctrinas religiosas imperantes; de pluralización real de las creencias en la mayor parte de la región; y de democratización, donde el Estado debe dar respuesta no sólo a grupos determinados, sino a conjuntos de creyentes, como ciudadanos con distintos dogmas.

 

La libertad de conciencia es mayor dentro y fuera de las iglesias. También se vive un proceso donde la pluralidad obliga a una búsqueda de igualdad de condiciones y trato del Estado frente a ellas y de democratización del complejo social, aseveró.

 

En la conferencia, Daniel Cazés, director del CEIICH, se refirió a Francoise Poulain de la Barre, cura francés del siglo XVII, quien buscaba convertir el pensamiento epistemológico de René Descartes en filosofía social y política, con lo que se adelantó a la Revolución Francesa.

 

Este autor escribió tres libros (entre ellos La igualdad de los sexos) para combatir la desigualdad, en particular, la de género. Sus obras, que eran parte del desarrollo del cartesianismo en aquel país, añadió, eran una nueva formación en contra de la escolástica.

 

Para él, la noción de Dios tiene dos sentidos fundamentales: es antes que nada la causa última de la existencia humana, como creador y principio de la vida. En esa instancia superior se sostienen, además, las nociones de razón y de verdad, advirtió.

 

Según Daniel Cazés, Poulain de la Barre relacionó todo lo que viene del ser supremo con la igualdad y justicia. Para él, es fundamento de verdad; da y es al mismo tiempo la cimiente de conocimiento. Ha sido también considerado precursor del feminismo. Sus conceptos son cien años anteriores a la reclamación de democracia para las mujeres.

 

Por su parte, Enrique Dussel, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, apuntó que el siglo XXI ya no es como el posterior a la Ilustración, donde el ateísmo era condición de racionalidad. Hoy se respeta a los pueblos, indígenas, al Asia budista, confuciana e hindú.

 

En América Latina ha habido tres grandes descubrimientos culturales o teóricos de impacto mundial: el literario (con autores como Gabriel García Márquez), la teoría de la dependencia (por debajo de la de globalización) y, en el campo religioso, la Teología de la Liberación, renovación del pensamiento de 20 siglos y “único invento religioso fuerte, teórico y vigente”.

 

Incluso, concluyó Enrique Dussel, el primer momento en América Latina de esa formulación fue luego de la Conquista, con Fray Bartolomé de las Casas, quien decía que Dios lo había llamado sin merecerlo, para liberar de la muerte a los indígenas.

 

—o0o—

 


 

 

FOTO 01

Gerardo Martínez, Enrique Dussel, Elmer Palomec, Daniel Cazés y  Roberto Blancarte durante el ciclo “Tradiciones espirituales presentes en México: reflexiones interdisciplinarias” en el CEIICH de la UNAM.

 

FOTO 02

Enrique Dussel, de la FFyL de la UNAM, dijo que en el siglo XXI se respeta a los pueblos, indígenas, al Asia budista, confuciana e hindú.

 

FOTO 03.

El especialista Roberto Blancarte aseguró en la UNAM que la exigencia de mayor transparencia, escrutinio y rendición de cuentas, también se dirige hacia las organizaciones de culto. Le acompaña Daniel Cazés, titular del CEIICH de la UNAM.