06:00 hrs.  7  de Mayo de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-342

Ciudad Universitaria

 


Fernando Bautista

Pie de foto a final del boletín

 

 

DEBE ALENTARSE EL MANEJO ADECUADO DE LOS RESIDUOS PELIGROSOS

 

 

El manejo adecuado de los residuos peligrosos debe alentarse desde las instituciones y tener mayor peso en los presupuestos, para que tales desechos no vayan a tiraderos municipales, mantos freáticos, agua y de ahí a los alimentos, señaló en la UNAM el especialista Fernando Bautista Galindo.

 

El director general del Grupo Pro Ecológico Mexicano sostuvo, en el Instituto de Biología, que todos los seres generan estos desperdicios en algún momento y en todas las áreas, como comestibles, farmacias o talleres mecánicos, al pintar paredes o usar cloro o desengrasantes.

 

Al intervenir en el Seminario “Legislación. Manejo en materia de residuos peligrosos”, abundó que en todos los hogares se producen remanentes que van a dar a la basura y luego a los rellenos sanitarios, donde se mezclan con la composta y de ahí, mediante lixiviados, a los veneros subterráneos. En ello radica la importancia de identificarlos.

 

Según la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, recordó, un residuo es cualquier material generado en los procesos de extracción, transformación, obtención, consumo o utilización, control o tratamiento, cuya calidad no permita usarlo nuevamente en el procedimiento que le dio origen.

 

Dentro de ellos existen los municipales, procedentes de las casas, que devienen en peligrosos, tales como pilas de todos tipos, medicamentos caducos, envases con esmalte de uñas, algodones con acetona, jeringas, pinturas, brochas, además de gasas y material de curación. También hay una clasificación que incluye a los industriales no peligrosos, detalló.

 

En la nueva Ley de Manejo de Residuos Municipales, de 2004, se quiso establecer el reciclaje, ya que, por ejemplo, el relleno sanitario del Bordo de Xochiaca se había planeado para una duración de 20 años; sin embargo, adujo, a la velocidad a la que se saturó no durará más de cinco. Por ello, se pretendió la recuperación de material y que el reuso fuera una alternativa a este grave problema.

 

Los residuos peligrosos, explicó el experto, pueden ser gases, líquidos o sólidos que, por sus características, son sustancias corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o biológicas-infecciosas y representan una amenaza para el equilibrio ecológico.

 

Dentro de la Ley General de Equilibrio Ecológico hay especificaciones referidas a tales residuos, un reglamento y una serie de normas oficiales mexicanas donde se definen, por ejemplo, sus características, agregó.

 

Hay otras más, como los requisitos de los sitios de confinamiento controlado, de los cuales en México solo existe uno, en Mina, Nuevo León, cerca de Monterrey, donde va a parar gran parte del material con el cual ya no se puede hacer nada, como las pilas. No obstante, aclaró, esa opción sólo abarca de 20 a 30 años.

 

Un manejo idóneo requiere de procesos de identificación, envasado, almacenamiento temporal, recolección, transporte externo, tratamiento y disposición final, afirmó.

 

Son actividades especiales. Su confinamiento debe ser hermético, identificado y etiquetado. Si son residuos biológicos se necesita un contenedor rígido con una bolsa roja, que contenga gasas y materiales de curación junto con agujas y jeringas usadas. En bolsas amarillas van líquidos, tejidos u órganos, apuntó.

 

El acopio temporal, la recolección y transporte externo no deben hacerse sino con el equipo y personal especializado, pertenecientes a empresas con unidades autorizadas, con choferes capacitados y otras medidas, dijo.

 

Fernando Bautista expuso que se pueden efectuar diferentes etapas sobre los residuos de acuerdo con su clasificación. La pirólisis o incineración es ideal en desechos como trapo, estopa y aserrín, sucios por turbosina, solventes o pinturas, ya que se usan como combustibles alternos en la industria cementera, generan cenizas inertes y se evita así la quema de combustible fósil.

 

Otros son la solidificación de lodos húmedos; encapsulado de metales pesados; oxidación de cianuros y arsénicos; hidrólisis de plaguicidas; neutralización de ácidos y bases, y biorremediación para el caso de los hidrocarburos, añadió.

 

Luego del tratamiento respectivo se requiere de una disposición final. Aquí, lo ideal es el reciclaje, el método térmico y el confinamiento controlado. No obstante, su manejo como residuos municipales, a la larga, puede ser más costoso. Se requiere por lo tanto, de una conciencia ecológica por parte de todos, concluyó.

 

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FOTO 1

El especialista Fernando Bautista Galindo señaló en la UNAM que todos los seres generan desperdicios en algún momento y en todas las áreas, como comestibles, farmacia o talleres mecánicos.

 

FOTO 2.

En el Seminario “Legislación. Manejo en materia de residuos peligrosos”, en la UNAM, el especialista Fernando Bautista dijo que en México sólo hay un sitio de confinamiento controlado, en Mina, Nuevo León.