06:00 hrs.  3  de Mayo de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-330

Ciudad Universitaria

 


Emilio Àlvarez Icaza

Emilio Àlvarez Icaza 1

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AÚN NO RECONOCE LA POBLACIÓN QUE LA NO DISCRIMINACIÓN ES UN DERECHO

 

 

Gran parte de la población no acaba de comprender que la no discriminación es un derecho, afirmó en la UNAM Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, al participar en el Foro Mujeres con Discapacidad, efectuado en la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).

 

Indicó que las garantías de las personas generan obligaciones para los Estados. "Eso no hay que confundirlo, porque se vende la frase de derechos y obligaciones, como si fuera un intercambio".

 

En estos términos, apuntó, los compromisos son para los gobiernos, pero esto no quiere decir que quien conforma una sociedad no tenga, desde la lógica de la corresponsabilidad, deberes con su comunidad, ni ciertas exigencias en función de cómo se ejercen esas salvaguardas.

 

Subrayó que si bien México tuvo una de las primeras constituciones sociales del siglo XX, a partir de ello se ha "dormido en sus laureles", porque se cuenta con una de las últimas cartas fundamentales de derechos humanos del XXI. No se ha tenido la capacidad de reformar el pacto colectivo con esta perspectiva.

 

Se tienen señales de agotamiento de ese arreglo y una de las maneras más contundentes de reforzarlo es incorporarle estas demandas, pero no sólo en el nombre, sino en las funciones y actuaciones del Estado, en la seguridad pública, educación y relaciones exteriores, destacó.

 

Eso permitiría agregar en todas las normas elementos que pongan en el centro la dignidad de la persona, puntualizó en el Auditorio Dos de la ENTS. No es que no se tenga una igualdad de derechos, el problema es que las condiciones estructurales de pobreza, miseria, falta de equidad, machismo, condición social o sexual, no facilitan que se ejerzan de la misma manera.

 

Sucede que se han generado escenarios donde si una niña nace en los altos de Chiapas, por el sólo hecho de ser indígena tiene cuatro veces menos posibilidades de sobrevivir, que otra de la delegación Miguel Hidalgo de esta capital, refirió.

 

El problema no radica en la paridad de las salvaguardas, sino en su ejercicio. Por ello, es importante considerar que no se pueden aplicar de la misma manera, recalcó.

 

Justamente, mencionó, lo que intenta poner en vigencia el derecho a la no segregación son las circunstancias estructurales que hacen que las personas, por alguna característica en especial, no ejerzan esta posibilidad.

 

Ese es el tema principal, pero por elemental que parezca apenas se descubre, cuando "el fenómeno de la discriminación vulnerabiliza al débil", aseveró. Como no se ha fundado un término de relación y reconocimiento al otro, la sociedad misma lo lesiona, hace invisible, niega o rechaza las garantías de ciertos individuos.

 

Se reconoce y reclama la igualdad y diferencia, es decir, todos somos seres humanos únicos e irrepetibles, pero a la hora de aplicar los componentes de género, políticos, religiosos, ahí es donde se han construido patrones de uniformidad que niegan la diversidad, concluyó.

 

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FOTO 1

El ombudsman capitalino Emilio Álvarez Icaza participó en el Foro Mujeres con Discapacidad, en la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.

 

FOTO 2.

No es que no se tenga igualdad de derechos, sino que las condiciones

estructurales no facilitan que se ejerzan de la misma manera, aseguró en la UNAM Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.