06:00 hrs.  2  de Mayo de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-327

Ciudad Universitaria

 


Julia Carabias Lillo

Pie de fotos al final del boletín

 

LA BIODIVERSIDAD, ÚLTIMA PRIORIDAD DENTRO DE LOS RECURSOS PÚBLICOS

 

·        Señaló Julia Carabias Lillo, especialista del Instituto de Ecología de la UNAM

·        Se vive al borde de la extinción de gran cantidad de especies biológicas, proceso que no es reversible, dijo

·        México, cuarto territorio con más biodiversidad

 

La biodiversidad es la última prioridad dentro de los recursos públicos y el presupuesto; sin embargo, es fundamental para el desarrollo y bienestar nacional, la base sobre la cual nuestro país podrá seguir con su avance, advirtió Julia Carabias Lillo, especialista del Instituto de Ecología de la UNAM.

 

Al dictar la conferencia Biodiversidad y desarrollo, en el Instituto de Geografía (IGg), explicó que la variedad natural es patrimonio de nuestra sociedad y se tienen posibilidades de incorporarla a los procesos productivos para satisfacer las necesidades básicas de la población mexicana. No obstante, se vive al borde de la extinción de gran cantidad de especies biológicas, proceso que no es reversible.

 

Señaló que el problema de la contaminación es grave, pero tarde o temprano se combatirá; sin embargo, el de la desaparición de flora y fauna es permanente. En todo caso, su abordaje se ha dejado en el último nivel de las políticas públicas y del discurso gubernamental.

 

Durante su intervención en el ciclo de conferencias el Presagio de Gea: reflexiones sobre el futuro del planeta, Carabias Lillo consideró que no se puede poner a los pobres por encima de los recursos, porque podrán dejar de serlo hoy, pero todos se depauperarán mañana si se acaba ese patrimonio.

 

La ex secretaria del Medio Ambiente subrayó la necesidad de garantizar, con todos los medios que sea posible, que no se agote la riqueza natural, la que incluso podría ponerse al servicio de la superación de la miseria, como primer paso, con medidas sustentables.

 

No obstante, agregó, primero debe garantizarse que no se consuma la base silvestre a costa del desarrollo, porque esa historia ya se vivió y no funciona. Por desgracia, esa lógica “se sigue manejando y es la que impera en las campañas políticas”.

 

En el auditorio del IGg, la investigadora universitaria indicó que el problema es la modificación de los ecosistemas y su conversión a actividades agrícolas. Además, con los procesos intensivos de uso de tecnología se lleva a su desertificación.

 

México posee una gran cantidad de áreas naturales, y es necesario conservarlas: se ha acabado con parte de ellas pero aún hay mucha superficie. Se tienen todas las posibilidades técnicas, humanas, e institucionales, la ley y los recursos económicos para hacerlo, pero las políticas ambientales no se han cruzado con las directrices agropecuarias, forestales, turísticas, comerciales, industriales y urbanas, refirió.

 

Julia Carabias informó que el nuestro es uno de los 17 países considerados megadiversos, en los cuales se concentra entre 66 y 75 por ciento de la multiplicidad del planeta. Se ubica entre Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Brasil, en América; Congo, Sudáfrica y Madagascar, en África; India, China, Filipinas, Malasia e Indonesia en Asia; Australia y Papúa-Nueva Guinea en Oceanía.

 

Es el cuarto territorio con mayor biodiversidad, sobre todo por la gran cantidad de reptiles con que cuenta, aunque es superada en número de variedades por Australia, que ocupa el primer lugar en este rubro. Además, también tiene una importante suma de aves y mamíferos, apuntó.

 

Detalló que hay especies que sólo pertenecen a ciertos territorios, donde se originaron, evolucionaron y no se han dispersado, conocidas como endémicas. Ello permite concluir el rol y la importancia de un país con gran diversificación, por lo que se tiene una responsabilidad no sólo con los mexicanos, sino con el mundo.

 

De hecho, añadió, México ocupa el tercer lugar de endemismos; y en número total de plantas se ubica en la cuarta posición, con una cantidad importante de linajes exclusivos, particularmente de cactáceas. Ello se debe a su variedad de climas, a una topografía, latitud e historia geológica complejas. Son un conjunto de condiciones ambientales que propician este gran mosaico.

 

Expuso que en el planeta existen 231 mil 828 especies de flora bascular que la ciencia ha podido determinar, de las cuales 26 mil están aquí; es decir, 11 por ciento. Sin embargo, gran cantidad de ellas están amenazada o en peligro de extinción.

 

Se estima que 60 por ciento de los mamíferos, 66 de los reptiles y 70 de los anfibios en nuestro país están en riesgo; es decir, en esta enorme riqueza hay un conjunto de presiones, de cambio de uso de los ecosistemas, y se toca ya la puerta de su aniquilación, reveló.

 

Factores como la erosión, tala, introducción de especies exóticas, sobreexplotación, catástrofes, destrucción de hábitat, comercio ilegal, cambio climático y contaminación, han provocado la pérdida de biodiversidad, afirmó.

 

Aseveró que 49 por ciento de la superficie planetaria ya fue transformada; sin embargo, esto no sucedió en miles de años, sino principalmente en las últimas tres décadas. En los últimos tres siglos se modificaron mil 800 millones de hectáreas, equivalentes a la extensión de América Latina. Entre 1980 y 1995 se perdieron 200 millones de hectáreas; es decir, se tiene un problema serio de agotamiento de recursos.

 

Acotó que las causas de la degradación son multifactoriales, no se puede pensar en una sola. La ganadería y agricultura son las principales de que 70 por ciento de las selvas mexicanas estén deforestadas, gracias a la práctica tradicional de roza, tumba y quema, en donde no hay control del fuego.

 

La biodiversidad es la vida en la Tierra, son las especies, genes y ecosistemas, quienes proporcionan servicios ambientales. Sin ella no habría agua, aire, suelo o nutrientes, y por lo tanto tampoco agricultura ni posibilidades de una ciudad que limpie, recicle sus aires y aguas; es una parte sustantiva tanto para el bienestar social como para el desarrollo económico de las naciones, finalizó Julia Carabias.

 

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La biodiversidad es fundamental para el desarrollo y bienestar nacional, base sobre la cual nuestro país podrá seguir con su avance, señaló Julia Carabias, del Instituto de Ecología de la UNAM.

 

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Se estima que 60 por ciento de los mamíferos, 66 de los reptiles y 70 de los anfibios en nuestro país están en riesgo, recordó Julia Carabias en la UNAM.

 

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Asistentes a la conferencia Biodiversidad y desarrollo que impartió Julia Carabias Lillo, especialista del Instituto de Ecología de la UNAM.