13:00 hrs.  27  de Abril de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-314

Ciudad Universitaria

 


Luis Sandoval Ramírez

Pies de fotos al final del boletín

 

ENFRENTA PROCESO DE QUIEBRA LA ECONOMÍA MUNDIAL, ANTE LOS ELEVADOS PRECIOS DEL PETRÓLEO

 

 

La economía mundial enfrenta un proceso de quiebra ante los elevados precios registrados en el mercado de los hidrocarburos, que en los últimos meses ubican al barril de petróleo por arriba de los 70 dólares, advirtió Luis Sandoval Ramírez, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

 

Al participar en el Coloquio Globalización y crisis en el mundo contemporáneo, organizado por el IIEc, dijo que este fenómeno ha sido reconocido de manera unánime, como un elemento que impulsa a la alza las tasas de interés mundiales, y provoca una oleada de incremento de las materias primas, minerales y sector agropecuario, entre otros; así como un encarecimiento del crédito internacional.

 

Apuntó que el planeta atraviesa una época de burbujas en todos los sectores financieros, sobre todo en el campo de bienes raíces. Dicha elevación conduce a una caída en la venta de inmuebles, que ya con anterioridad había iniciado en algunos países de la Unión Europea.

Tal baja en este sector y en otros provocará una disminución del consumo y la producción, por lo que “el panorama se ve sombrío”, subrayó.

 

En la sala de conferencias “Maestro Ricardo Torres Gaitán”, Sandoval Ramírez señaló que el Coloquio la Unidad de Investigación de Economía Mundial del IIEc busca analizar los principales problemas que aquejan al comercio en el orbe y trazar una perspectiva de futuro, con el fin de contribuir a proporcionar un análisis científico equilibrado, y previo de los acontecimientos por venir.

 

A su vez, Walter Goldfrank, de la Universidad de California, campus Santa Cruz, afirmó que para las próximas décadas, más allá de la crisis terminal del neoliberalismo, hay tres posibilidades en el mundo: la destrucción de la vida humana, ya sea rápida por medio de una guerra mundial nuclear, o lenta por el deterioro ambiental; la organización del orbe en un imperio autoritario, o la democracia global.

 

Evitar la primera empuja a la raza humana hacia las otras dos. Sin embargo, añadió, algunos analistas sobre globalización y relación actual de Estados Unidos con el resto del mundo, ya perciben como realidad la segunda.

 

Al dictar la conferencia Crisis y transición en el mundo contemporáneo, el académico estadounidense recordó que la organización mundial capitalista nació con los sangrientos momentos de la acumulación primaria, “ojalá que el nuevo sistema del siglo XXI no reproduzca las desigualdades de su presente y pasado”.

 

Destacó que el proyecto unilateral y militar del presidente George W. Bush fue mal concebido y peor efectuado. Era producto de diez años de presión neoconservadora, resultado de la oportunidad ideológica y política ofrecida por los ataques del 11 de septiembre.

 

Agregó que ha sido un total fracaso, pues malgastó no sólo la simpatía mundial después de los atentados, sino también el superávit fiscal logrado por el gobierno anterior. Puede que se solucionen algunos problemas, pero se han empeorado muchos otros.

 

El académico comentó que junto al fundamentalismo del mercado que “dio rebajas de impuestos incluyentes y desiguales, y al religioso, la política de Bush ha producido una atmósfera de crisis permanente, un presupuesto insostenible y un creciente temor de guerra sin fin, tal vez próximamente en Irán”.

 

Alertó que más allá de los costos obvios de muertos y heridos, y del sufrimiento de miles de iraquíes, la política anterior de sanciones a esa nación no produjo resultados, y es necesario considerar las implicaciones de no atender a tantas situaciones graves y horrorosas.

 

No obstante, consideró que es factible una salida. En pocos años el proceso electoral de EU podría dar como resultado un gobierno menos belicoso, y por lo menos se esperaría que el sector financiero recuperase algo de su potencia.

 

En ese sentido, llamó a hacer mayor presión internacional contra esta crisis. Europa vive problemas internos, Japón sigue obediente y Latinoamérica, a pesar del creciente rechazo al neoliberalismo, tiene poca influencia sobre Norteamérica.

 

Al referirse al rol de las guerras mundiales en los procesos de transición hegemónica, supuso factible concebir una alianza en contra de la Unión Americana, pero también es difícil considerar el uso de bombas nucleares en una conflagración generalizada.

 

Dos factores que disminuyen la posibilidad de una nueva guerra en el planeta son los intereses económicos de la mayoría de las empresas transnacionales, y también los pacíficos y humanitarios de las clases medias y obreras mundiales, reconoció.

 

Concluyó que en las próximas décadas crecerá la importancia e influencia de los grandes países semiperiféricos y periféricos como México, Brasil, Sudáfrica, Nigeria e Indonesia. De hecho ya hay propuestas para reformar la Organización de las Naciones Unidas e incrementar el número de integrantes del Consejo de Seguridad.

 

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FOTO 1.

Luis Sandoval, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, dijo que el planeta atraviesa una época de burbujas en todos los sectores financieros. Le acompaña el profesor Walter Goldfrank.

 

FOTO 2

Verónica Villarespe, Walter Goldfrank y Luis Sandoval durante el Coloquio Globalización y crisis en el mundo contemporáneo, organizado por el IIEc de la UNAM.