Boletín
UNAM-DGCS-299
Moscú, Rusia
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), Juan Ramón de la Fuente, afirmó que la nueva economía que viviremos en
este siglo XXI será la economía del conocimiento, por lo que alertó a las
universidades a prepararse para competir en esa realidad bajo estándares de
calidad internacionales.
Dijo que la nueva modalidad es producto de la llamada
sociedad del conocimiento y afirmó que el desarrollo de la ciencia y la
tecnología en el mundo ha modificado ya los modos de producción y de los
servicios.
“Hay nuevos productos y nuevos servicios que reflejan
claramente estos cambios dramáticos que vivimos”, enfatizó.
Al participar en el Foro “Desarrollo de la Educación y de
la Ciencia en el Siglo XXI: la Mirada desde las Universidades de Rusia y
América Latina”, organizado por la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú, De
la Fuente se refirió a cuatro aspectos fundamentales que traerán profundas
transformaciones en las universidades del mundo y cuyos efectos, señaló,
frecuentemente están interconectados.
Precisó que esos fenómenos son la sociedad del
conocimiento y su derivado que es la economía del conocimiento; la
globalización; la creciente importancia de la investigación multidisciplinaria
y sus enormes costos económicos, y la transparencia y rendición de cuentas de
las universidades.
De la Fuente indicó que, sin duda, la educación
universitaria es imprescindible para generar los nuevos cuadros que requerirá
esta nueva economía, pero resaltó que la universidad debe responder a diversos
cuestionamientos, como cuál será el futuro de los jóvenes que no cuenten con
una educación profesional, o si es o no su responsabilidad aceptar grandes
números de estudiantes no graduados y asegurarles un apoyo pedagógico para que
obtengan un título.
No sólo eso, también preguntarse si están preparadas las
universidades para cambiar su estructura tradicional o bien, si pueden
conseguir los recursos económicos que les posibiliten desarrollar esos cambios.
“Creo –dijo el rector de la UNAM– que las universidades
pueden responder a algunas de estas interrogantes, pero, sobre todo, considero
que deben lanzar un esencial y amplio debate entre la sociedad, que nos permita
movernos más allá de nuestras habituales discusiones sobre excelencia”.
Sobre la globalización, apuntó que es tan controversial
como irreversible, y sostuvo que la economía del conocimiento ha impulsado a
países como China e India hacia importantes niveles entre las naciones
industrializadas.
Ante rectores y académicos de diversas instituciones
rusas y latinoamericanas, De la Fuente –al dictar la conferencia Las
universidades en el proceso de globalización, en la nueva biblioteca de la
Universidad Lomonosov, considerada la más moderna de Europa– resaltó que el
movimiento globalizador también se ha deslizado hacia las universidades y ha
relativizado la calidad de la educación superior.
“Hoy, para que la educación de una universidad sea
valorada en su justa dimensión, ya no debe ser medida con los criterios
nacionales, sino en comparación con lo que está siendo ofertado en materia
educativa alrededor del mundo”, puntualizó.
Comentó que, por otro lado, la investigación realmente
innovadora es costosa, así como la creación de centros científicos de
excelencia, y manifestó que dicha inversión con frecuencia aumenta en
proporción a los requerimientos multidisciplinarios específicos de cada
proyecto de investigación.
Por eso, el rector De la Fuente expresó la necesidad de
revisar estructuras para fomentar la investigación multidisciplinaria, y buscar
nuevas opciones que permitan a las universidades ampliar sus fuentes de
financiamiento.
En particular hizo énfasis en tener una mayor vinculación
con la industria, que son los empleadores, además de una relación más
transparente con los gobiernos a través de la rendición de cuentas de los
recursos públicos.
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