14:45 hrs.  18  de Abril de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-292

Ciudad Universitaria

 

Carlos Gay

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PADECE LA TIERRA LAS TEMPERATURAS MÁS ELEVADAS DEL ÚLTIMO MILENIO

 

·        Se ha calentado de 0.5 a 0.6 grados en los últimos cien años, afirmó Carlos Gay, director del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM

·        Ello representa alrededor del 10 por ciento de lo que se calentó en cien mil años, dijo

·        Ambrosio Velasco, director de la FFyL, reconoció la necesidad de que las ciencias naturales y las sociales interactúen cada vez más, sin excluir a las humanidades

·        Participaron en la inauguración del ciclo de conferencias “Clima y agricultura de México”, organizado por el Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras

 

La Tierra padece hoy las temperaturas más elevadas de los últimos mil años, ya que se ha calentado de 0.5 a 0.6 grados en el siglo anterior, señaló Carlos Gay García, director del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.

 

Por ello, advirtió, es indispensable actuar de inmediato, planear un horizonte a 50 años, y pasar de una cultura de respuesta a otra de prevención. No es factible esperar a decir, dentro de medio siglo, que desapareció algún organismo, que el turismo en tal región se fue a pique o que 14 millones más de mexicanos debieron emigrar al agotarse los campos.

 

Al participar en el ciclo de conferencias “Clima y agricultura de México”, organizado por el Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) –cuya inauguración corrió a cargo de Ambrosio Velasco, director de esa entidad–, Gay García explicó que la magnitud calorífera experimentada por el planeta en cien años representa alrededor de 10 por ciento de lo que alcanzó en cien mil años.

 

En el Salón de Actos de la FFyL, dijo que las temperaturas actuales son las más elevadas de los últimos mil años, con escenarios para el próximo siglo que van de 1.5 hasta casi seis grados de manera global. Además, las concentraciones de bióxido de carbono (CO2) en la atmósfera son las más altas registradas en los últimos 420 mil años.

 

Carlos Gay indicó que los modelos climáticos obedecen a la cantidad de gases de efecto invernadero lanzados al entorno. Pero ello depende del modelo de desarrollo seguido. “No es lo mismo un futuro basado en el consumo de energía fósil, que otro que recurre a las renovables”.

 

El director del CCA comentó que en el futuro las emisiones de CO2  se sujetarán a cómo evolucione el crecimiento del planeta y por ende, de nuestro país.

 

Recordó que, por ejemplo, en el polo sur los glaciares han disminuido su tamaño de manera constante en los últimos años, mientras que Groenlandia pierde alrededor de 150 kilómetros cúbicos de hielo cada 12 meses.

 

El hielo y la nieve son excelentes reflectores de radiación solar; es decir, cuando esta emanación arriba al planeta y encuentra estos elementos, es reflejada y escapa al espacio. Pero si ambos empiezan a menguar o desaparecer, la superficie la absorbe, refirió.

 

El peor de los escenarios es un proceso de calentamiento como el que quizá ocurrió en Venus, donde se llegaría a una temperatura de 700 grados centígrados en la superficie y sin vida humana, añadió.

 

Al referirse a los huracanes, Carlos Gay destacó que en 2005 Estados Unidos fue afectado por nueve fenómenos de ese tipo y México por tres. Para el presente año el panorama no es favorable, porque la energía acumulada en los últimos 35 años ha ido en aumento.

 

Puntualizó que en este periodo, los de categoría uno disminuyeron de forma ligera, y los de dos y tres no presentan una tendencia clara. No obstante, los más fuertes y peligrosos –niveles cuatro y cinco– se duplicaron.

 

Por su parte, Ambrosio Velasco Gómez, director de la FFyL, reconoció la necesidad creciente de que las ciencias naturales y sociales interactúen cada vez más, pero sin excluir a las humanidades.

 

Además, comentó, es indispensable que estas últimas, en sus reflexiones epistemológicas, éticas y políticas, se involucren cada vez más con los problemas urgentes del mundo, uno de los cuales es el clima, afectado de manera cada vez más drástica por la actividad productiva del hombre y su relación con la naturaleza.

 

Al inaugurar el encuentro académico, Velasco Gómez consideró que el desarrollo de la tecnología y de las tecnociencias en el siglo XX, y lo que se prevé para el XXI, establece un nexo inédito del ser humano con su entorno.

 

Antes, los problemas éticos se planteaban en vínculo con las acciones del individuo, pero no se consideraban en torno a la natura. “Estamos en una situación, en la que no podemos evitar la reflexión filosófica y ética sobre la relación del hombre y su medio ambiente”, porque se incide causalmente en él, en particular sobre el clima.

 

El director de la FFyL aseveró que los estudios de geografía en la Facultad son medulares por varias razones, entre otras porque representa una verdadera carrera interdisciplinaria entre humanidades, ciencias naturales y ciencias sociales.

 

Este ciclo, concluyó, representa una gran oportunidad para promover los análisis sobre distribución, medio ambiente y su efecto en la sustentabilidad de la vida, el desarrollo económico y social; porque se convierte en un referente fundamental de la comprensión del hombre y su mundo.

 

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FOTO 1

 

José Santos Morales, Carlos Gay, José Manuel Espinoza, Ambrosio Velasco, Tatiana Sule y Claudia Lucotti durante la inauguración del ciclo “Clima y agricultura de México”, en la FFyL de la UNAM.

 

 

FOTO 2.

 

Ante el calentamiento que padece el planeta, Carlos Gay, director del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, consideró indispensable pasar de una cultura de respuesta a otra de prevención.

 

 

FOTO 3

 

El científico de la UNAM Carlos Gay reconoció que las concentraciones actuales de bióxido de carbono en la atmósfera son las más elevadas que se han registrado en los últimos 420 mil años.