Boletín
UNAM-DGCS-284
Ciudad Universitaria
Luis Chías Becerril |
PUBLICAN UNAM, OPS, CENAPRA Y LA DGEPI ATLAS DE LA SEGURIDAD VIAL EN MÉXICO
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Investigadores del Instituto de Geografía en
coordinación con las tres organizaciones de salud culminaron el proyecto
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Une la información de siniestros ocurridos
en las zonas urbanas y suburbanas y la de aquellos sucedidos en la red
carretera federal, informó Luis Chías Becerril
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Permitirá focalizar la atención y recursos
hacia las zonas y los municipios más peligrosos, dijo
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El 80 por ciento de los accidentes de
tránsito se concentran en cerca de 114 municipios de los 504 estudiados, reveló
Investigadores del Instituto de Geografía (IGf) de la UNAM, en
colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) capítulo México,
el Centro Nacional para la Prevención de Accidentes (CENAPRA) y la Dirección
General de Epidemiología (DGEPI), ambas de la Secretaría de Salud, elaboraron
el primer Atlas de la Seguridad Vial en México (ASEVIMEX).
De acuerdo al responsable del proyecto, Luis Chías Becerril, cada año
se registran en nuestro país 400 mil accidentes de tránsito, lo que provoca más
de 14 mil defunciones y cerca de 200 mil heridos. Ello ha propiciado que este
tipo de percances se ubique como una de las cuatro primeras causas de defunción
nacional.
Subrayó
que cubre un vacío importante, pues no se contaba con un documento que permitiera
unir la información de siniestros ocurridos en las zonas urbanas y suburbanas
y la de aquellos sucedidos en la red carretera federal. Ahora un documento
integra a las dos. Además, posibilitará identificar, en el ámbito municipal,
dónde ocurre el mayor número de eventos en una panorámica general.
El investigador universitario explicó que de acuerdo con la
información, 80 por ciento o más de los accidentes de tránsito se concentran en
20 por ciento o menos de las unidades territoriales analizadas; es decir, en
cerca de 114 municipios de los 504 estudiados.
Asimismo, de los cien mil hechos que ocurrían en 1975, hoy son más de
400 mil. Además, añadió, son cerca de medio millón de años de vida
potencialmente perdidos por esta causa, calculados al considerar la edad a la
que muere una persona en una colisión y su esperanza de existencia; la
diferencia es el total.
Luis Chías resaltó que la publicación del Atlas permitirá focalizar la
atención y los recursos con que se cuenta, hacia las zonas y municipios más
peligrosos, y con ello poder combatir el mayor número de accidentes, y prevenir
que no ocurran.
Es decir, abundó, era indispensable para nuestro país, sobre todo para
proponer medidas preventivas, saber dónde ocurren con mayor frecuencia, y a
partir de ello implementar estrategias que atiendan no sólo la ocurrencia, sino
las características socioeconómicas y territoriales del sitio donde acontecieron.
Comentó que a raíz del estudio se detectó que un gran número de
accidentes ocurre en las ciudades fronterizas, las cuales presentan una lógica
de circulación particular, pues ahí están los principales pasos del transporte
de carga y de pasajeros internacionales; es decir, hay tráfico intenso.
Pero también hay movilidad pendular diaria. Entre semana los mexicanos
acuden a las ciudades del sur de Estados Unidos a trabajar, de compras o para
hacer uso de diversos servicios médicos o educativos, detalló.
Por el contrario, agregó, los fines de semana amplias cantidades de
estadounidenses o nacionales radicados en el sur del vecino país bajan a dichos
puntos a divertirse. Eso provoca que en múltiples ocasiones regresen con
grandes cantidades de alcohol en la sangre, lo que incrementa hasta cinco veces
la probabilidad de sufrir algún percance.
Es diferente de los patrones de una ciudad turística, donde hay un
ambiente de relajamiento entre los visitantes, o son condiciones particulares,
como ocurre con los spring breakers, quienes al exceder ciertas conductas
incrementan el riesgo de sufrir un percance, expuso.
De esa forma, es posible saber cuáles pueden ser los esquemas de
comportamiento de los conductores y peatones; así como los factores de riesgo
en cada sitio. Al ser diferentes los grupos vulnerables a este tipo de
accidentes, es factible impulsar programas específicos de prevención en cada
municipio o región, que los atienda, indicó Luis Chías.
Las pérdidas no se limitan a la mortalidad prematura, reducción de la
productividad de los trabajadores, o los efectos sicológicos en los familiares
de los hogares afectados. Impactan los costos del sector salud, los resultados
en las finanzas públicas, los niveles de calidad de vida y los estándares de competitividad
por espacios seguros y sustentables urbanos, y de los corredores de carga más
importantes en los ámbitos nacional y mundial, apuntó.
Reiteró que este documento permite pensar en acciones preventivas, y
el porcentaje en que se logre disminuir estará en función de las acciones
operadas.
Adelantó que un logro importante sería reducir 15 o 20 por ciento la
cantidad de accidentes, ello permitiría evitar muertes, heridos y disminuir el
número de discapacitados permanentes, que son cercanos a los 90 mil en nuestro
territorio.
Empero, dijo, hay una gran cantidad de actores involucrados en su
generación, y mientras no se tengan bien identificados no se les podrá asignar
su responsabilidad, tareas a realizar, y menos, monitorear que las cumplan.
El documento ha permitido llamar la atención acerca de su gravedad en
nuestro país, lo cual ha despertado gran interés en distintas instituciones.
Todavía se debe trabajar “para llevarlo a acciones concretas. Sin embargo,
aclaró, en algunos lugares ya se considera para echar a andar medidas
correctivas”.
Recordó que en el ámbito internacional, las estadísticas disponibles
sobre la situación de los accidentes de tránsito revelan que cada año muere más
de un millón de personas, se registran entre 20 y 50 millones de heridos; y una
gran proporción de lesionados tiene secuelas como discapacidad permanente.
Asimismo, más de la mitad de las defunciones dañan a personas de entre
15 y 44 años y un gran porcentaje de muertos eran jefes de familia, por lo que
sus repercusiones afectan numerosos hogares, y los costos para los países de
ingreso bajos y medianos representan cifras que van del uno al dos por ciento
del Producto Interno Bruto nacional, de acuerdo con la Organización Mundial de
la Salud y el Banco Mundial.
El Atlas contiene una introducción en la que plantea el contexto en
donde se desarrolla esta obra, así como los objetivos básicos a cumplir, y una
sección dedicada a Mapas Generales para enmarcar el ambiente socioeconómico y
geográfico en donde se registran los eventos viales.
También cuenta con otra parte de Mapas Temáticos, los modelos
cartográficos que expresan las principales variables o componentes de los
accidentes de tránsito (número, tipo, edades de los grupos vulnerables,
victimas o condiciones de los conductores).
La última se dedica a Mapas Analíticos, que caracteriza
socioeconómicamente el caso particular de las defunciones provocadas, así como
localizar los sitios más peligrosos donde ocurren en carreteras federales, y
zonas urbanas y suburbanas.
Por último, Chías Becerril informó que se puede tener acceso al Atlas
a través de la página de la OPS, o adquirirlo en las instalaciones del IGf.
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PIES DE FOTO
PIES DE FOTO
FOTO 1.
Luis Chías, del
IGf de la UNAM, dijo que México no contaba con un documento que integrara la
información de los accidentes ocurridos en zonas urbanas y suburbanas, así como
en la red carretera federal.
FOTO 2
Anualmente se
pierden en México alrededor de medio millón de años de vida potenciales a causa
de los accidentes viales, de acuerdo con el geógrafo de la UNAM Luis Chías
Becerril.