06:00 hrs.  16  de Abril de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-284

Ciudad Universitaria 

 


Luis Chías Becerril
Pie de fotos al final del boletín

PUBLICAN UNAM, OPS,  CENAPRA Y LA DGEPI ATLAS DE LA SEGURIDAD VIAL EN MÉXICO

 

·        Investigadores del Instituto de Geografía en coordinación con las tres organizaciones de salud culminaron el proyecto

·        Une la información de siniestros ocurridos en las zonas urbanas y suburbanas y la de aquellos sucedidos en la red carretera federal, informó Luis Chías Becerril

·        Permitirá focalizar la atención y recursos hacia las zonas y los municipios más peligrosos, dijo

·        El 80 por ciento de los accidentes de tránsito se concentran en cerca de 114 municipios de los 504 estudiados, reveló

 

Investigadores del Instituto de Geografía (IGf) de la UNAM, en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) capítulo México, el Centro Nacional para la Prevención de Accidentes (CENAPRA) y la Dirección General de Epidemiología (DGEPI), ambas de la Secretaría de Salud, elaboraron el primer Atlas de la Seguridad Vial en México (ASEVIMEX).

 

De acuerdo al responsable del proyecto, Luis Chías Becerril, cada año se registran en nuestro país 400 mil accidentes de tránsito, lo que provoca más de 14 mil defunciones y cerca de 200 mil heridos. Ello ha propiciado que este tipo de percances se ubique como una de las cuatro primeras causas de defunción nacional.

 

Subrayó que cubre un vacío importante, pues no se contaba con un documento que permitiera unir la información de siniestros ocurridos en las zonas urbanas y suburbanas y la de aquellos sucedidos en la red carretera federal. Ahora un documento integra a las dos. Además, posibilitará identificar, en el ámbito municipal, dónde ocurre el mayor número de eventos en una panorámica general.

 

El investigador universitario explicó que de acuerdo con la información, 80 por ciento o más de los accidentes de tránsito se concentran en 20 por ciento o menos de las unidades territoriales analizadas; es decir, en cerca de 114 municipios de los 504 estudiados.

 

Asimismo, de los cien mil hechos que ocurrían en 1975, hoy son más de 400 mil. Además, añadió, son cerca de medio millón de años de vida potencialmente perdidos por esta causa, calculados al considerar la edad a la que muere una persona en una colisión y su esperanza de existencia; la diferencia es el total.

 

Luis Chías resaltó que la publicación del Atlas permitirá focalizar la atención y los recursos con que se cuenta, hacia las zonas y municipios más peligrosos, y con ello poder combatir el mayor número de accidentes, y prevenir que no ocurran.

 

Es decir, abundó, era indispensable para nuestro país, sobre todo para proponer medidas preventivas, saber dónde ocurren con mayor frecuencia, y a partir de ello implementar estrategias que atiendan no sólo la ocurrencia, sino las características socioeconómicas y territoriales del sitio donde acontecieron.

 

Comentó que a raíz del estudio se detectó que un gran número de accidentes ocurre en las ciudades fronterizas, las cuales presentan una lógica de circulación particular, pues ahí están los principales pasos del transporte de carga y de pasajeros internacionales; es decir, hay tráfico intenso.

 

Pero también hay movilidad pendular diaria. Entre semana los mexicanos acuden a las ciudades del sur de Estados Unidos a trabajar, de compras o para hacer uso de diversos servicios médicos o educativos, detalló.

 

Por el contrario, agregó, los fines de semana amplias cantidades de estadounidenses o nacionales radicados en el sur del vecino país bajan a dichos puntos a divertirse. Eso provoca que en múltiples ocasiones regresen con grandes cantidades de alcohol en la sangre, lo que incrementa hasta cinco veces la probabilidad de sufrir algún percance.

 

Es diferente de los patrones de una ciudad turística, donde hay un ambiente de relajamiento entre los visitantes, o son condiciones particulares, como ocurre con los spring breakers, quienes al exceder ciertas conductas incrementan el riesgo de sufrir un percance, expuso.

 

De esa forma, es posible saber cuáles pueden ser los esquemas de comportamiento de los conductores y peatones; así como los factores de riesgo en cada sitio. Al ser diferentes los grupos vulnerables a este tipo de accidentes, es factible impulsar programas específicos de prevención en cada municipio o región, que los atienda, indicó Luis Chías.

 

Las pérdidas no se limitan a la mortalidad prematura, reducción de la productividad de los trabajadores, o los efectos sicológicos en los familiares de los hogares afectados. Impactan los costos del sector salud, los resultados en las finanzas públicas, los niveles de calidad de vida y los estándares de competitividad por espacios seguros y sustentables urbanos, y de los corredores de carga más importantes en los ámbitos nacional y mundial, apuntó.

 

Reiteró que este documento permite pensar en acciones preventivas, y el porcentaje en que se logre disminuir estará en función de las acciones operadas.

 

Adelantó que un logro importante sería reducir 15 o 20 por ciento la cantidad de accidentes, ello permitiría evitar muertes, heridos y disminuir el número de discapacitados permanentes, que son cercanos a los 90 mil en nuestro territorio.

 

Empero, dijo, hay una gran cantidad de actores involucrados en su generación, y mientras no se tengan bien identificados no se les podrá asignar su responsabilidad, tareas a realizar, y menos, monitorear que las cumplan.

El documento ha permitido llamar la atención acerca de su gravedad en nuestro país, lo cual ha despertado gran interés en distintas instituciones. Todavía se debe trabajar “para llevarlo a acciones concretas. Sin embargo, aclaró, en algunos lugares ya se considera para echar a andar medidas correctivas”.

 

Recordó que en el ámbito internacional, las estadísticas disponibles sobre la situación de los accidentes de tránsito revelan que cada año muere más de un millón de personas, se registran entre 20 y 50 millones de heridos; y una gran proporción de lesionados tiene secuelas como discapacidad permanente.

 

Asimismo, más de la mitad de las defunciones dañan a personas de entre 15 y 44 años y un gran porcentaje de muertos eran jefes de familia, por lo que sus repercusiones afectan numerosos hogares, y los costos para los países de ingreso bajos y medianos representan cifras que van del uno al dos por ciento del Producto Interno Bruto nacional, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial.

 

El Atlas contiene una introducción en la que plantea el contexto en donde se desarrolla esta obra, así como los objetivos básicos a cumplir, y una sección dedicada a Mapas Generales para enmarcar el ambiente socioeconómico y geográfico en donde se registran los eventos viales.

 

También cuenta con otra parte de Mapas Temáticos, los modelos cartográficos que expresan las principales variables o componentes de los accidentes de tránsito (número, tipo, edades de los grupos vulnerables, victimas o condiciones de los conductores).

 

La última se dedica a Mapas Analíticos, que caracteriza socioeconómicamente el caso particular de las defunciones provocadas, así como localizar los sitios más peligrosos donde ocurren en carreteras federales, y zonas urbanas y suburbanas.

 

Por último, Chías Becerril informó que se puede tener acceso al Atlas a través de la página de la OPS, o adquirirlo en las instalaciones del IGf.

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PIES DE FOTO

 

 

PIES DE FOTO

 

FOTO 1.

 

Luis Chías, del IGf de la UNAM, dijo que México no contaba con un documento que integrara la información de los accidentes ocurridos en zonas urbanas y suburbanas, así como en la red carretera federal.

 

 

FOTO 2

 

Anualmente se pierden en México alrededor de medio millón de años de vida potenciales a causa de los accidentes viales, de acuerdo con el geógrafo de la UNAM Luis Chías Becerril.