Boletín
UNAM-DGCS-279
Ciudad Universitaria
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 José Gasca Zamora |
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EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ CUMPLIRÁ SUS OBJETIVOS A LARGO PLAZO
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Afirmó José Gasca Zamora, especialista del Instituto
de Investigaciones Económicas de la UNAM
·
Sus resultados actuales no contribuyen al objetivo
original de generar una dinámica de reincorporación del sureste al crecimiento
económico, dijo
· El progreso regional es un proceso más amplio e integral de incorporación de los actores, agentes locales, comunidades y etnias, indicó
El Plan Puebla-Panamá cumplirá sus objetivos a largo plazo, pues los
proyectos de crecimiento y desarrollo importantes para nuestro país no duran
tres ni seis años, sino de dos o tres
décadas, por lo que este ambicioso programa queda, en términos de impacto real,
como una iniciativa con resultados parciales, afirmó José Gasca Zamora, del
Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
Aseguró que sus saldos no contribuyen al objetivo original de generar
una dinámica de reincorporación del sureste al crecimiento económico del
territorio en su conjunto.
Su viabilidad depende tanto de los recursos financieros que se
ejercen, como de la posibilidad de sumar a las poblaciones a través de otros
esquemas de planeación. En todo caso, el progreso regional es un proceso más
amplio e integral de incorporación de los actores, agentes locales, comunidades
y etnias; componentes que no se tuvieron, enfatizó.
Si bien se orienta hacia una agenda de apertura y comercio
internacional, dijo, las colectividades rurales se mueven sobre otros objetivos
y racionalidades; persiguen otras metas y no necesariamente las de este
proyecto.
José
Gasca Zamora recordó que la política regional en México ha tenido múltiples
vaivenes. Se ha caracterizado por su impacto efímero y constante fracaso. El
Plan Puebla-Panamá se presentó como una agenda de inyección de recursos y
transacciones para el crecimiento de la zona sur-sureste del país y, sin
embargo, jamás tuvo esa categoría. Lo que se observa es la definición de un
itinerario para las inversiones de tipo transnacional.
En
los procesos de globalización, expresados a través de esquemas de integración,
se configura nuevas variantes de ampliación de mercados en áreas que detentan
un potencial importante de medios y donde confluyen territorios e intereses de
varios países, explicó.
Es justamente en esa lógica que se orienta este Plan, a través del
cual se intenta establecer una política supranacional, como plataforma para el
desarrollo económico territorial de la región sur y sureste de México y del área
Centroamericana, detalló.
Hoy se reconoce que en el contexto de apertura no basta con
directrices macroeconómicas para generar crecimiento, sino de maniobras
territoriales que favorezcan los niveles de cooperación del mercado nacional y
creación de condiciones de competitividad para participar en los grandes
circuitos, argumentó.
Gasca Zamora puntualizó que la propuesta de desarrollo regional actual
busca establecer disposiciones adaptadas al entorno internacional, mediante la
incorporación de regiones que han tenido un papel marginal en los procesos de
vanguardia que ha experimentado nuestra nación.
Estos territorios, advirtió, han sido revalorados por la presencia de recursos de alto
potencial y ventajas de localización para inversiones productivas
internacionales. Entonces, el sur-sureste aparece como un espacio atractivo por
sus riquezas, que no han sido aparentemente utilizados en mucho tiempo, en
comparación con el centro y norte de la República.
Para el capital que se mueve en diferentes partes del planeta, este
conjunto es deseable, pues busca cómo reproducirse de manera favorable y crear
condiciones de rentabilidad a partir de ciertos procesos, concluyó.
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FOTO 1.
José Gasca Zamora,
geógrafo del IIEc de la UNAM, aseguró que la viabilidad del Plan Puebla-Panamá
depende de la posibilidad de sumar a las poblaciones a través de esquemas de
planeación.
FOTO 2
El Plan Puebla-Panamá se presentó como una agenda de inversión y comercio para el desarrollo de la zona sur-sureste; pero jamás tuvo esa categoría, señaló el investigador de la UNAM José Gasca.