06:00 hrs.  13  de Abril de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-275

Ciudad Universitaria 


Francisco Javier Gómez Clavelina

Pie de fotos al final del boletín

 

NECESARIO DESARROLLAR MÁS LAS CAPACIDADES DE MÉDICOS FAMILIARES

 

·        Consideró Francisco Javier Gómez Clavelina, integrante del Departamento de Medicina Familiar de la Facultad de Medicina de la UNAM

·        Ello, a pesar de que son base de la cobertura primaria con más de 70 por ciento de las consultas

·        El también vicepresidente de la IFPCRN expuso que la práctica hospitalaria se ha basado en buscar la manera de recuperar la salud y no de velar por ella para prevenir enfermedades

 

El actual modelo de atención a la salud no da cabida al desarrollo de todas las capacidades de los médicos familiares, quienes son base de la cobertura primaria con más de 70 por ciento de las consultas, y de estar capacitados para diagnosticar más de 80 por ciento de las enfermedades más frecuentes en la población.

 

Así lo consideró Francisco Javier Gómez Clavelina, integrante del Departamento de Medicina Familiar de la Facultad de Medicina de la UNAM, y vicepresidente de la Federación Internacional de Redes de Investigación en Atención Primaria a la Salud (IFPCRN, por sus siglas en inglés), quien añadió que esa especialidad es cimiento del cuidado sanitario en el país.

 

Recordó que una parte de la población tiene derecho a los servicios del ISSSTE, IMSS y Secretaría de Salud. Cuando una persona se siente mal el primer paso es ir a consulta a las unidades de medicina familiar. De ahí, si fuera necesario, son derivados a hospitales de segundo o tercer nivel.

 

Sin embargo, sostuvo, la práctica hospitalaria se ha basado en socorrer a los pacientes y buscar la manera de recuperar su vigor, lo cual ha resultado en un sistema costoso en muchos sentidos. “A través de la evaluación de riesgos se ha identificado que debe velarse por la salud de la gente, además de brindar atención a los enfermos”.

 

Se busca actuar antes de que se manifiesten las dolencias, prevenirlas o detectarlas en etapas iniciales, cuando es más fácil erradicarlas. Este esquema permite el seguimiento integral de los individuos y sus familias, para que mantengan su fortaleza y en consecuencia, una mejor calidad de vida, señaló.

 

“Si de forma habitual atiendo en mi consultorio a una paciente en edad reproductiva, tengo la obligación profesional de detectar si puede o no desarrollar cáncer cervicouterino mediante la prueba de Papanicolau. De ser así, con una operación sencilla puedo quitar el mal y el costo de la atención es bastante bajo”, refirió.

 

Pero si ese procedimiento no se realiza y sólo se sigue la consulta rutinaria, al paso de los años podría desencadenar una neoplasia avanzada que requeriría enviarla no sólo al ginecólogo, sino al oncólogo, además de costosos estudios de gabinete y laboratorio. En el peor de los casos podría fallecer, advirtió.

 

Así, la medicina familiar y la atención primaria de la salud están estrechamente ligadas, dijo Francisco Gómez. Esa especialidad se identifica en todo el mundo como eje sustancial, porque tiene la oportunidad de otorgar cuidado completo a cada ser y su núcleo, y remediar los episodios de dolencias manifestadas.

 

En México existen poco más de 20 mil facultativos de este tipo. En opinión del galeno no hacen falta más, sino un modelo que favorezca las actividades para las que han sido capacitados.

 

Durante su residencia de tres años, ese especialista es capacitado en áreas troncales como urgencias, medicina interna, pediatría, ginecobstetricia e, incluso, cirugía. “Muchas veces se cree que un médico general es análogo del familiar, cuando éste último está mejor capacitado”. Sin embargo, indicó, una vez terminada su formación no tiene acceso al trabajo en el hospital, “porque se estima que ahí sólo tienen cabida especialistas en otras áreas”.

 

También, opinó, hace falta desarrollarla como disciplina académica. Pero a diferencia de otros expertos, cuyo campo se reduce a un órgano o sistema del cuerpo, atienden no sólo a una parte del organismo, sino a individuos inmersos en sus familias, en un contexto social, cultural y económico específico. Se trata de un área compleja por su amplitud de acción.

 

El trabajo del médico familiar, abundó Gómez Clavelina, es 100 por ciento clínico y la investigación debe basarse en la práctica. Para realizar proyectos de impacto es necesario trabajar en conjunto con otros expertos, y así “probar modelos basados en la evaluación de riesgos y de tratamiento para los problemas de salud”.

 

Para ello, el universitario y un grupo de científicos de todo el mundo formaron la International Federation of Primary Care Research Networks, una estrategia que ha permitido generar conocimiento con costos mínimos, de gran utilidad e impacto, informó.

 

Francisco Gómez recordó que hace un par de décadas se comenzaron a crear redes de investigación en atención primaria, las cuales persiguen salvar costos, y contar con grupos tan grandes de servicio a pacientes, que lo tamaños de muestra favorezcan que sus resultados sean generalizables.

 

Así se visualizó en 2001, en Durban, Sudáfrica, en una reunión donde representantes de 11 países fundaron la IFPCRN, un enlace mundial que reunió a redes locales de regiones como Europa, Norteamérica y Asia-Pacífico.

 

 

 

 

En América Latina, mencionó, la medicina familiar tiene diversos grados de avance. En nuestro país, Chile, Cuba, Argentina, Brasil y Venezuela son quienes más han avanzado en el área.  Pero otros, debido a la situación política y económica no se ha podido desarrollar adecuadamente estos esquemas.

 

El también web master de la IFPCRN concluyó: “Esperamos que a partir de México, de la UNAM, se dé el liderazgo de la región en esta importante área y que, sobre todo, se promueva la investigación”, finalizó.

--o0o--

 

 

FOTO 01

 

Francisco Javier Gómez Clavelina, de la Facultad de Medicina de la UNAM, habló sobre los desafíos del médico familiar en los sistemas de salud de México y el mundo.

 

 

FOTO 02.

 

La medicina familiar y la atención primaria de la salud están estrechamente ligadas, dijo el investigador de la UNAM Francisco Gómez.