Boletín
UNAM-DGCS-267
Ciudad Universitaria
María del Consuelo Gómez |
Pie de fotos al final del boletín
EN MÉXICO,
AUMENTA LA MIGRACIÓN INTRAMUNICIPAL E INTERESTATAL DE ADULTOS MAYORES DE 65 AÑOS
·
La falta de empleo y de oportunidades para
subsistir han provocado dicho fenómeno, advirtió María del Consuelo Gómez, del
Instituto de Geografía de la UNAM
·
Cada año se registran en México 58 mil
migrantes municipales (al interior del estado) y 88 mil estatales (entre entidades)
·
Si no se toman las medidas necesarias, en el
futuro podría constituirse en un grave problema, señaló
La migración de personas mayores de 65 años de una entidad o de un
municipio a otro ha aumentado de forma notable en las últimas décadas, debido a
la falta de empleo y oportunidades para subsistir que afecta a varias regiones
del país, advirtió María del Consuelo Gómez Escobar, del Instituto de Geografía
(IG) de la UNAM.
Informó que de acuerdo con datos del censo de población en 2000, el
total de personas con más de seis décadas que cambiaron de lugar de residencia
en el mismo estado, es decir, migrantes intermunicipales, fue de 58 mil casos y
de 88 mil más de quienes lo hicieron entre entidades.
Ambos rubros suman el dos por ciento de los migrantes nacionales
intermunicipales e interestatales. Si bien es una cifra baja en comparación con
los 400 mil jóvenes que cada año abandonan México para ir a Estados Unidos,
también plantea múltiples escenarios.
Apuntó que tan sólo los viajantes internacionales sexagenarios sumaron
10 mil personas. Muchos de ellos deben pagar renta y sus jubilaciones no les
alcanzan para comer, atender sus problemas de salud y vestir. Además, agregó,
tienen problemas de discapacidad física o mental y en consecuencia han perdido
su autonomía, ha disminuido su adaptabilidad a las personas, familiares y a su
entorno, o son dependientes sociales y económicos. Por lo que “se van a
convertir en problemas sociales si en este momento no se comienza a
atenderlos”.
Señaló que contrario a lo que se pensaba, de que el Estado de México y
el Distrito Federal eran los principales receptores de migración del interior
de la República, en los últimos años han ocupado los primeros lugares en
expulsión de emigrantes ancianos hacia otros estados, con 9 mil y 18 mil
sujetos respectivamente.
No obstante, añadió, estas jurisdicciones también registran una fuerte
movilidad entre municipios y delegaciones, como la Ciudad de México con un
flujo interno de alrededor de 12 mil personas, Estado de México 7 mil 500, y
Jalisco 6 mil.
Gómez Escobar destacó que otras entidades que registran el mismo
fenómeno son Veracruz, Morelos, Nuevo León y Baja California. Los migrantes consideran que ahí encontrarán
mayores facilidades para subsistir, porque mucha de esa gente desea laborar, ya
sea en una oficina o emprender algún pequeño negocio, o como vendedores
ambulantes o en servicios como la jardinería; además de que muchos tienen
familiares en los lugares a donde van.
Explicó que los problemas que generan pueden ser tanto financieros
como sociales, porque “si los jóvenes no pueden conseguir una fuente de trabajo
estable, las personas mayores de 65 años con menor razón van a encontrarla”.
Ello propicia que ingresen a la informalidad.
Además, a veces en donde viven no hay asilos, por lo que crean zonas
de marginación; y donde hay casas hogares para ancianos prefieren no ir o se
escapan de ellos, detalló.
María del Consuelo Gómez comentó que ahora se debe analizar si estos
miles de desplazados al abandonar su lugar de residencia lo hacen solos o con
algún familiar, o si migran hacia la vivienda de algún pariente que los apoye.
Puntualizó que este tipo de estudios son importantes y revelan la
falta de estadísticas para conocer con mayor profundidad nuestros propios
retos, sobre todo los de envejecimiento, que ya se tienen encima.
Admitió que si bien por el momento no genera una situación tan
apremiante como la de países desarrollados, “si no se toman las medidas
adecuadas, se va a convertir en un fuerte problema social para la salud,
vivienda e instituciones que se encarguen de atenderlos, además de lo económico”.
De hecho, en el país hay pocos geriatras y gerontólogos reconocidos
que puedan auxiliarlos, pues su volumen se incrementa cada vez más, debido en
gran medida a que la base de la pirámide de 0 a 4 años de edad disminuye y los
que quedan arriba precisan cuidar su estado de salud, con todo y que las
instituciones del sector tienen muchos problemas y la medicina privada es cara,
aclaró.
Por ello, se requieren más trabajos para ver quién necesita ayuda, y
al mismo tiempo dar mayores programas de asistencia, orientación o educativos,
porque los más marginados, al recibir la pensión, a veces gastan sus recursos
para ayudar a sus parientes. En todo caso, la migración nunca se va a detener,
pero estos proyectos sí podrían mitigar sus consecuencia, finalizó.
–o0o–
PIES DE FOTO
FOTO 1.
La falta de
empleo y oportunidades ha provocado el incremento de movilidad de las personas
mayores de 65 años, advirtió María del Consuelo Gómez Escobar, del Instituto de
Geografía de la UNAM.
FOTO 2
El Estado de México y el DF se han convertido en expulsores de emigrantes de 65 años y más hacia otros estados, reveló Consuelo Gómez, geógrafa de la UNAM.