Boletín
UNAM-DGCS-263
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al final del boletín
PRODUCEN HIELO
CON REFRIGERADOR SOLAR, INVESTIGADORES DE LA UNAM
·
Señaló Roberto Best y Brown, responsable del
proyecto en el Centro de Investigación en Energía
·
Este equipo está pensado para conservar medicinas,
como vacunas, y productos perecederos en áreas costeras, afirmó
·
Se ha trabajado durante tres años, hasta
tener resultados óptimos de experimentación; ahora se pretende reducir el costo
de fabricación y piezas más económicas, dijo
Especialistas del Centro de Investigación en Energía de la UNAM
desarrollaron un refrigerador basado en energía solar que fabrica hielo, útil
para poblaciones localizadas en regiones rurales o de montaña, que no cuentan
con electricidad.
El
responsable de este proyecto, Roberto Best y Brown, señaló que este equipo está
pensado para ser usado en zonas costeras para preservar medicinas, como vacunas, y artículos perecederos –pescado,
por ejemplo–. También, aseguró, puede extraérsele el hielo derivado.
En
la Coordinación de Refrigeración y Bombas de Calor de esa entidad se han
enfocado a la generación de sistemas que usen energía térmica, principalmente
para producir frío. Es el caso del llamado refrigerador solar intermitente,
precisó.
Se le denomina así porque durante el día aprovecha el calor del sol
para elaborar el refrigerante necesario para enfriar, y en la tarde-noche lo
acumulado durante las horas de radiación se emplea para helar el aparato. Se
busca tener siempre una temperatura de 0 a 5 grados centígrados. Genera la
energía que utiliza en el mismo lugar donde se requiere, a diferencia de los
convencionales que precisan de combustóleo o gas, apuntó.
Mide aproximadamente dos metros de ancho por metro y medio de largo y
1.70 de alto. Cabe en la cajuela de una Pick-up, lo que permite transportarlo a
cualquier comunidad. Se puede escalar a un tamaño más grande, pero la
aplicación que se le da es, en principio, para la conservación de fármacos. La
meta es que su capacidad de producción sea de alrededor de 10 kilogramos de
hielo por día, refirió.
Aunque en este momento el costo estimado de esta tecnología sea más
alto que el de una comercial, su ventaja radica en que no gasta electricidad u
otro energético, que lo hace atractivo para su empleo en zonas remotas. Por
otra parte, dijo, la idea es que durante toda su vida útil nunca se pague mayor
cuota. “Esto hay que tomarlo en cuenta: costará más, pero va a convenir, porque
después de ciertos años ya no se erogará” más dinero.
Otro rubro interesante es que su parte solar es un concentrador
parabólico compuesto (CPC), el cual tiene varias virtudes, como el lograr
temperaturas del orden de los 120 grados centígrados –más altas que las de un
colector de casa utilizado para calentar agua, que llega hasta los 60 grados–,
con la cual se logra producir la magnitud requerida por ese sistema, detalló.
Best y Brown agregó que el refrigerante utilizado es amoniaco, cuyas
cualidades –es natural, no destruye la capa de ozono y es fácil de conseguir–
lo hacen un sistema viable en cualquier parte del país.
Tampoco tiene ninguna parte mecánica y requiere de un operador para
abrir y cerrar un par de válvulas, las cuales permiten pasar del ciclo de
generación de energía al de refrigeración. Sólo requiere tres ajustes al año,
en función de la época, dado que no precisa seguir al Sol todo el tiempo.
En este refrigerador –cuyo diseño, construcción y experimentación han participado el miembro del CIE Wilfrido
Rivera Gómez-Franco; Carlos Octavio
Rivera estudiante de doctorado de la Universidad Veracruzana, y actualmente
Francisco Martínez, maestrante de la Universidad de Quinta Roo– se ha laborado
durante tres años, hasta tener resultados óptimos de experimentación. “El
prototipo involucra trabajo previo de selección del refrigerante, el
absorbente, el tipo de concentrador y sobre todo el acoplamiento de los
componentes”.
Ahora se busca mejorar el diseño de cada una de sus partes y
materiales, como son el reflector del CPC, de la cámara y en la manipulación,
la cual se quiere automatizar. La idea es que para finales del año tengan un
modelo con mejor rendimiento, con el que hayan incrementado la producción de
hielo y la confiabilidad de operación. Asimismo se reducirá el costo de
fabricación, concluyó.
-oOo-
PIES DE FOTO
FOTO 01
Especialistas del
Centro de Investigación en Energía de la UNAM desarrollaron un refrigerador
basado en energía solar que fabrica hielo. A cargo de dicho proyecto está
Roberto Best y Brown.
FOTO 02.
Roberto Best y Brown, del Centro de Investigación en Energía de la UNAM, trabaja en el diseño de un refrigerador basado en energía solar, para preservar medicinas y vacunas, así como artículos perecederos en las costas.