06:00 hrs.  5  de Abril de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-249

Ciudad Universitaria 

 


Stefan Koeberle

Pie de fotos al final del boletín

 

AFECTA DESARROLLO DE LOS PAÍSES, AUSENCIA DE ACCIONES CONTRA LA CORRUPCIÓN

 

·        Señaló en la UNAM, Stefan Koeberle, director del Banco Mundial para América Latina

·        En el siglo XXI la sociedad presenta diversos problemas en corrupción y transparencia: Mari Carmen Serra Puche, coordinadora de Humanidades

·        Inauguraron la Primera conferencia internacional sobre Corrupción y Transparencia, organizada por el Instituto de Investigaciones Sociales

 

La ausencia de mecanismos transparentes y de acciones efectivas contra la corrupción afecta, de manera negativa, el desarrollo económico de los países y sus sociedades, sostuvo en la UNAM Stefan Koeberle, director del Banco Mundial (BM) para América Latina.

 

Durante su intervención en la Primera Conferencia Internacional sobre Corrupción y Transparencia, organizada por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), dijo que los gobiernos abiertos y diáfanos tienen más probabilidades de impulsar el crecimiento financiero y, por consiguiente, reducir la pobreza.

 

Al inaugurar el encuentro, la coordinadora de Humanidades, Mari Carmen Serra Puche, subrayó que en el siglo XXI la colectividad presenta problemas en corrupción y transparencia, en torno a los cuales giran múltiples temas como privatización y rescates, legislación sobre conflictos de interés, agencias reguladoras de mercado, y leyes de protección y estímulo a informantes.

Aseveró que los desafíos futuros se ubican en un espacio de confrontación, de prueba para las instituciones y reglas diseñadas en la búsqueda de una convivencia colectiva, para el funcionamiento eficaz de las instancias compartidas por varios países, el deslinde de los intereses de los actores sociales; así como para rediseñar racional y democráticamente las normas y mecanismos que aseguren la gobernanza, y otorguen autoridad y credibilidad a quienes participan en estos procesos.

 

En el Auditorio de la Coordinación de Humanidades, Serra Puche destacó el estudio y análisis de las experiencias obtenidas en diversos contextos, así como la reflexión, lo que exige la responsabilidad de investigadores, funcionarios y especialistas.

 

Cuestionó si las democracias “podrían contar con reglas que nos hagan confiar más en las instituciones y en los representantes públicos, que garanticen la transparencia en el manejo de la información, la gestión pública, los procesos de privatización, la gobernabilidad, la seguridad pública y los sistemas de justicia; es decir, en los proyectos colectivos y en el Estado de derecho”.

 

Por otro lado, añadió, actitudes abiertas y transparentes promueven el entendimiento, la calidad de las decisiones y mayor confianza pública; es decir, son elementos que profundizan la democracia.

 

Por su parte, Rosalba Casas Guerrero, directora del IIS, recordó que el desarrollo de los países está afectado por la corrupción que en ellos se presenta, lo cual recae no sólo sobre la nación, sino en los ciudadanos y la credibilidad de las instituciones políticas.

 

Este flagelo es una práctica generada en todos los ámbitos de la vida social: familia, escuelas, empresas e instituciones gubernamentales. En esencia, indicó, se expresa en abusos, nepotismo, malversación y favoritismo.

 

Informó que en el ámbito internacional hay un amplio grupo de académicos e intelectuales preocupados por su estudio y análisis de sus apariciones en diversas esferas sociales. Dada la importancia económica del fenómeno, se han desarrollado esfuerzos en diferentes países para sistematizarlo y cuantificarlo, lo que ha llevado a la construcción, desde mediados de los 90, de los índices de percepción de la corrupción, apoyados en distintas metodologías, que dan una idea aproximada de este rubro.

 

Sin embargo, abundó, también se requiere profundizar en el estudio de sus manifestaciones cualitativas, así como en la detección de las causas sociales y culturales que lo generan en cada país, a fin de plantear soluciones adecuadas a las características específicas.

 

En su discurso, Stefan Koeberle, funcionario del BM en Latinoamérica, coincidió con el escritor mexicano Carlos Fuentes, para quien la corrupción retrasa el desarrollo en América Latina, empobrece cada vez más a la población, por lo que debe atacarse de raíz, para tener un desarrollo justo, equilibrado y progresivo. Por ello, “es un compromiso del Banco apoyar iniciativas de transparencia, anticorrupción y, más ampliamente, de gobernabilidad del sector público y de forma institucional”, indicó.

 

Esta labor se ha reflejado, de manera progresiva, en las estrategias de asistencia del BM con países que así lo acuerdan, aclaró; así como en operaciones de apoyo técnico y financiamiento en curso. Actualmente más del 25 por ciento de su cartera se destina a cuestiones de gobernabilidad y reformas del sector público.

 

Su alianza estratégica con México para apoyar programas ha sido constante, como en la creación de los institutos federales Electoral (IFE) y de Acceso a la Información Pública (IFAI); así como en el Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y la Transparencia en México de la UNAM, subrayó.

 

“Nuestro interés es que esta conferencia sea una semilla que germine en una red internacional de anticorrupción, para la discusión académica y el desarrollo metodológico de soluciones a problemas comunes de corrupción, transparencia y gobernabilidad”, acotó Stefan Koeberle.

A su vez, la coordinadora del Laboratorio, Irma Sandoval, comentó que este espacio, surgido a partir de un donativo del BM, se propuso profundizar en los debates sobre este mal, a partir de un análisis estructural y sectorial de las prácticas y condiciones de auspicio de la transparencia.

 

Ella no debe verse como un fin, sino como un medio para combatir la deshonestidad y establecer un régimen de rendición de cuentas. Por ello, expresó, se ha constituido como un referente para la reflexión y diseño de la agenda de combate, de denuncia y el auspicio de prácticas que fomenten la integridad en el país.

 

Irma Sandoval mencionó que un rasgo característico a toda expresión de inmoralidad es el abuso del poder público en beneficio privado. Por ello, su erradicación va de la mano del combate al clientelismo, rentismo y captura del Estado.

 

Tiene un efecto perverso sobre el funcionamiento general de los mercados, pues no sólo canaliza de forma desleal recursos públicos hacia grupos de interés específicos, sino también altera las dinámicas societales y la competencia política, apuntó.

 

Por su parte, Susan Rose-Ackerman, profesora de la Escuela de Derecho y del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Yale, Estados Unidos, al ofrecer la conferencia inaugural detalló que la corrupción es una categoría moral que significa putrefacción y podredumbre.

 

“Ha generado un amplio rango de investigación productiva. Ello ha sucedido por el concepto más amplio que es más susceptible al análisis económico: los pagos monetarios a agentes, tanto públicos como privados, para invitarlos o seducirlos a que ignoren los intereses de sus principios y favorezcan a los de quienes sobornan”, explicó.

 

Pero también es una categoría legal, ya que todos los Estados tienen leyes contra el soborno y fraude público, con lo cual pueden regular campañas. Muchos países penalizan el soborno comercial y otros tipos de comportamientos corporativos, enfatizó.

 

Ocurre cuando la riqueza privada y el poder público se traslapan, representa el uso ilícito del deseo de corresponder como un criterio de toma de decisiones. En la mayoría de las transacciones comunes un individuo o una compañía paga a un servidor público por un beneficio. Quienes caen en esta conducta incrementan el patrimonio personal de los funcionarios y eso los induce a generar un vicio, expuso.

 

La académica estadounidense concluyó que las consecuencias de la corrupción son difíciles de distinguir de las causas, por lo que sus incrementos están asociados con las caídas en la tasa de crecimiento.

 

Al acto inaugural asistieron, entre otros, María Marván Laborde, comisionada presidenta del IFAI; Roberto Salcedo Aquino, representante del Auditor Superior de la Federación; y Aliza Chelminsky, titular de la Unidad de Vinculación para la Transparencia y representante del secretario de la Función Pública.

 

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Irma Sandoval, coordinadora del Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y la Transparencia en México de la UNAM, comentó que este espacio profundiza en el debate sobre la deshonestidad.

 

FOTO 2.

Aspecto de la inauguración de la Primera Conferencia Internacional sobre Corrupción y Transparencia, que corrió a cargo de Mari Carmen Serra, coordinadora de Humanidades de la UNAM.

 

FOTO 3

Susan Rose-Ackerman, de la Universidad de Yale, dijo en la UNAM que las consecuencias de la corrupción son difíciles de distinguir de las causas, y sus incrementos se asocian a caídas de crecimiento.

 

FOTO 4

Asistentes a la Primera Conferencia Internacional sobre Corrupción y Transparencia, organizada por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.