Boletín
UNAM-DGCS-249
Ciudad
Universitaria
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AFECTA DESARROLLO
DE LOS PAÍSES, AUSENCIA DE ACCIONES CONTRA LA CORRUPCIÓN
·
Señaló en la UNAM, Stefan Koeberle, director
del Banco Mundial para América Latina
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En el siglo XXI la sociedad presenta diversos
problemas en corrupción y transparencia: Mari Carmen Serra Puche, coordinadora
de Humanidades
·
Inauguraron la Primera conferencia
internacional sobre Corrupción y Transparencia, organizada por el Instituto de
Investigaciones Sociales
La ausencia de mecanismos transparentes y de acciones efectivas contra
la corrupción afecta, de manera negativa, el desarrollo económico de los países
y sus sociedades, sostuvo en la UNAM Stefan Koeberle, director del Banco
Mundial (BM) para América Latina.
Durante su intervención en la Primera Conferencia Internacional sobre
Corrupción y Transparencia, organizada por el Instituto de Investigaciones
Sociales (IIS), dijo que los gobiernos abiertos y diáfanos tienen más
probabilidades de impulsar el crecimiento financiero y, por consiguiente,
reducir la pobreza.
Al inaugurar el encuentro, la coordinadora de Humanidades, Mari Carmen
Serra Puche, subrayó que en el siglo XXI la colectividad presenta problemas en
corrupción y transparencia, en torno a los cuales giran múltiples temas como
privatización y rescates, legislación sobre conflictos de interés, agencias
reguladoras de mercado, y leyes de protección y estímulo a informantes.
Aseveró que los desafíos futuros se ubican en un espacio de
confrontación, de prueba para las instituciones y reglas diseñadas en la
búsqueda de una convivencia colectiva, para el funcionamiento eficaz de las
instancias compartidas por varios países, el deslinde de los intereses de los
actores sociales; así como para rediseñar racional y democráticamente las
normas y mecanismos que aseguren la gobernanza, y otorguen autoridad y
credibilidad a quienes participan en estos procesos.
En el Auditorio de la Coordinación de Humanidades, Serra Puche destacó
el estudio y análisis de las experiencias obtenidas en diversos contextos, así
como la reflexión, lo que exige la responsabilidad de investigadores,
funcionarios y especialistas.
Cuestionó si las democracias “podrían contar con reglas que nos hagan
confiar más en las instituciones y en los representantes públicos, que
garanticen la transparencia en el manejo de la información, la gestión pública,
los procesos de privatización, la gobernabilidad, la seguridad pública y los
sistemas de justicia; es decir, en los proyectos colectivos y en el Estado de
derecho”.
Por otro lado, añadió, actitudes abiertas y transparentes promueven el
entendimiento, la calidad de las decisiones y mayor confianza pública; es
decir, son elementos que profundizan la democracia.
Por su parte, Rosalba Casas Guerrero, directora del IIS, recordó que el
desarrollo de los países está afectado por la corrupción que en ellos se presenta,
lo cual recae no sólo sobre la nación, sino en los ciudadanos y la credibilidad
de las instituciones políticas.
Este flagelo es una práctica generada en todos los ámbitos de la vida
social: familia, escuelas, empresas e instituciones gubernamentales. En
esencia, indicó, se expresa en abusos, nepotismo, malversación y favoritismo.
Informó que en el ámbito internacional hay un amplio grupo de
académicos e intelectuales preocupados por su estudio y análisis de sus
apariciones en diversas esferas sociales. Dada la importancia económica del
fenómeno, se han desarrollado esfuerzos en diferentes países para
sistematizarlo y cuantificarlo, lo que ha llevado a la construcción, desde
mediados de los 90, de los índices de percepción de la corrupción, apoyados en
distintas metodologías, que dan una idea aproximada de este rubro.
Sin embargo, abundó, también se requiere profundizar en el estudio de
sus manifestaciones cualitativas, así como en la detección de las causas
sociales y culturales que lo generan en cada país, a fin de plantear soluciones
adecuadas a las características específicas.
En su discurso, Stefan Koeberle, funcionario del BM en Latinoamérica,
coincidió con el escritor mexicano Carlos Fuentes, para quien la corrupción
retrasa el desarrollo en América Latina, empobrece cada vez más a la población,
por lo que debe atacarse de raíz, para tener un desarrollo justo, equilibrado y
progresivo. Por ello, “es un compromiso del Banco apoyar iniciativas de
transparencia, anticorrupción y, más ampliamente, de gobernabilidad del sector
público y de forma institucional”, indicó.
Esta labor se ha reflejado, de manera progresiva, en las estrategias de
asistencia del BM con países que así lo acuerdan, aclaró; así como en
operaciones de apoyo técnico y financiamiento en curso. Actualmente más del 25
por ciento de su cartera se destina a cuestiones de gobernabilidad y reformas
del sector público.
Su alianza estratégica con México para apoyar programas ha sido
constante, como en la creación de los institutos federales Electoral (IFE) y de
Acceso a la Información Pública (IFAI); así como en el Laboratorio de
Documentación y Análisis de la Corrupción y la Transparencia en México de la
UNAM, subrayó.
“Nuestro interés es que esta conferencia sea una semilla que germine en
una red internacional de anticorrupción, para la discusión académica y el
desarrollo metodológico de soluciones a problemas comunes de corrupción,
transparencia y gobernabilidad”, acotó Stefan Koeberle.
A su vez, la coordinadora del Laboratorio, Irma Sandoval, comentó que
este espacio, surgido a partir de un donativo del BM, se propuso profundizar en
los debates sobre este mal, a partir de un análisis estructural y sectorial de
las prácticas y condiciones de auspicio de la transparencia.
Ella no debe verse como un fin, sino como un medio para combatir la
deshonestidad y establecer un régimen de rendición de cuentas. Por ello,
expresó, se ha constituido como un referente para la reflexión y diseño de la
agenda de combate, de denuncia y el auspicio de prácticas que fomenten la
integridad en el país.
Irma Sandoval mencionó que un rasgo característico a toda expresión de
inmoralidad es el abuso del poder público en beneficio privado. Por ello, su
erradicación va de la mano del combate al clientelismo, rentismo y captura del
Estado.
Tiene un efecto perverso sobre el funcionamiento general de los
mercados, pues no sólo canaliza de forma desleal recursos públicos hacia grupos
de interés específicos, sino también altera las dinámicas societales y la
competencia política, apuntó.
Por su parte, Susan Rose-Ackerman, profesora de la Escuela de Derecho y
del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Yale, Estados Unidos,
al ofrecer la conferencia inaugural detalló que la corrupción es una categoría
moral que significa putrefacción y podredumbre.
“Ha generado un amplio rango de investigación productiva. Ello ha
sucedido por el concepto más amplio que es más susceptible al análisis
económico: los pagos monetarios a agentes, tanto públicos como privados, para
invitarlos o seducirlos a que ignoren los intereses de sus principios y
favorezcan a los de quienes sobornan”, explicó.
Pero también es una categoría legal, ya que todos los Estados tienen
leyes contra el soborno y fraude público, con lo cual pueden regular campañas.
Muchos países penalizan el soborno comercial y otros tipos de comportamientos
corporativos, enfatizó.
Ocurre cuando la riqueza privada y el poder público se traslapan,
representa el uso ilícito del deseo de corresponder como un criterio de toma de
decisiones. En la mayoría de las transacciones comunes un individuo o una
compañía paga a un servidor público por un beneficio. Quienes caen en esta
conducta incrementan el patrimonio personal de los funcionarios y eso los
induce a generar un vicio, expuso.
La académica estadounidense concluyó que las consecuencias de la
corrupción son difíciles de distinguir de las causas, por lo que sus
incrementos están asociados con las caídas en la tasa de crecimiento.
Al acto inaugural asistieron, entre otros, María Marván Laborde,
comisionada presidenta del IFAI; Roberto Salcedo Aquino, representante del
Auditor Superior de la Federación; y Aliza Chelminsky, titular de la Unidad de
Vinculación para la Transparencia y representante del secretario de la Función
Pública.
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FOTO 1
Irma Sandoval,
coordinadora del Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y la
Transparencia en México de la UNAM, comentó que este espacio profundiza en el
debate sobre la deshonestidad.
FOTO 2
Aspecto de la
inauguración de la Primera Conferencia Internacional sobre Corrupción y
Transparencia, que corrió a cargo de Mari Carmen Serra, coordinadora de
Humanidades de la UNAM.
FOTO 3
Susan
Rose-Ackerman, de la Universidad de Yale, dijo en la UNAM que las consecuencias
de la corrupción son difíciles de distinguir de las causas, y sus incrementos
se asocian a caídas de crecimiento.
FOTO 4
Asistentes a la Primera
Conferencia Internacional sobre Corrupción y Transparencia, organizada por el
Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.