14:00hrs.  28 de Marzo de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-227

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

CORRESPONDE AL DERECHO CREAR MARCO LEGAL SOBRE TRANSPLANTES  DE ÓRGANOS

 

·        Aseguró Ingrid Brena, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

·        También hizo hincapié en la importancia del desarrollo de la cultura que impulse esa práctica médica

·        Participó, junto con Carmen Gracida y Elodia Robles, en las conferencias en torno a Transplantes, ética y bioderecho realizadas en la Facultad de Derecho

 

Al Derecho le corresponde crear un marco legal que permita que las normas bajo las cuales se realizan los transplantes de órganos y tejidos, tengan como objetivo proteger a quienes requieren de ellos para mejorar su estado de salud, siempre con respeto a los valores de la sociedad, afirmó Ingrid Brena, especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

 

Si bien no le compete detener la evolución científica ni paralizar el proceso médico, sobre todo cuando representa la posibilidad de salvar la vida o de recuperar la salud de muchas personas, sí le atañe la adecuada técnica legislativa, agregó durante las conferencias en torno a Transplantes, ética y bioderecho.

 

Al hablar sobre la Regulación jurídica en torno al transplante de órganos y tejidos en México, señaló que las nuevas situaciones creadas por el desenvolvimiento de las prodigiosas técnicas médicas, suscitan la atención de juristas y los obligan a repensar ciertos conceptos considerados como inmutables y que ahora son frecuentemente cuestionados, entre ellos: la vida y la muerte.

 

Hizo también hincapié en la importancia del desarrollo de la cultura de los transplantes. “Es necesario que nos abramos a estas nuevas posibilidades”, aseveró. Hace 50 años, ni se pensaba en esta alternativa que en sus inicios fue rechazada, pues se pensaba que se atentaba contra los muertos, indicó en el Auditorio Eduardo García Maynez de la Facultad de Derecho.

 

El cuerpo humano, refirió, siempre ha sido merecedor de cuidado y respeto. Pero también se debe tener en cuenta la posibilidad de salvar la vida y restablecer la salud de quienes lo necesitan.

 

A su vez, Carmen Gracida Juárez, titular de la Unidad de Transplantes Renales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que el reemplazo de órganos es un milagro, probablemente el más importante en la historia de la medicina, el cual se repite cada vez con más frecuencia, pero desafortunadamente no con la requerida.

 

“Muchos pacientes, más de 50 por ciento, fallecen esperando un transplante”, que no se hace por falta de órganos, advirtió. Sólo en el IMSS, se estima que se necesitan: para riñón, dos mil 500; córnea, tres mil; células hematopoyéticas, para trasplante de médula ósea, 450 mil; de hígado, 500 mil, y de corazón 200 mil. 

 

La demanda constante y creciente de partes es mundial. En Estados Unidos cada año hay más de 70 mil casos nuevos de enfermedad o insuficiencia renal. La lista de espera reportó casi 90 mil pacientes, a finales de 2004. En Europa, hay más de 16 mil personas con este mal.

 

Al referirse a La práctica médica de transplantes de órganos, dijo que en nuestro país se calcula que aproximadamente 20 mil pacientes están sujetos a terapia sustitutiva de la función renal, es decir, con diálisis o hemodiálisis, y sólo se hacen cerca de mil 500 por año.

Sobre los donantes, dijo que en México nada más 10 por ciento de transplantes se hacen de cadáver, contra 90 por ciento de seres vivos; España tiene casi el cien por ciento en el primer caso; en Noruega la cifra es de 50-50.

 

Carmen Gracida Juárez, añadió que la era de esas cirugías inició en 1963, al poco tiempo de haber arrancado a nivel mundial, incluso antes que en España y Canadá. Los órganos que se reemplazan son riñones, páncreas, corazón, pulmones, hígado, intestino. En 95 por ciento de los casos se tiene éxito.  

 

Por su parte, Elodia Robles Sotomayor, directora del Seminario de Filosofía del Derecho, resaltó que un problema relacionado con los transplantes inicia desde la definición de cuándo se puede hablar claramente de una muerte irreversible cerebral o parcial. “Sólo médicos y científicos van a resolver esto en el momento en que ocurre, pero no existe un equipo multidisciplinario preparado para establecer y confirmar que realmente existe esa situación”.

 

Lo anterior, consideró, ha dado origen a que en ciertos sitios se declare la muerte para poder obtener órganos, lo cual no puede verificarlo totalmente el pariente. Eso preocupa, porque ha crecido su tráfico, sobre todo en menores de edad.

 

Ante la escasez de partes y la necesidad de tener mayores cantidades para poder dar salud a quienes lo solicitan, apuntó, ha surgido la idea de establecer, como una posibilidad de regulación y con ello evitar el ilícito, el derecho a la propiedad sobre la persona, lo cual significaría cambiar el paradigma de lo que esto representa.

 

Eso, concluyó, es importante y preocupante. Lo primero, porque así se terminaría con esta práctica informal y se eleva a rango legal que pueda disponer del cuerpo. Lo segundo, porque sería a través de insistir que por medio de un pago puedan obtenerse tejidos y órganos.

 

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FOTO 1

Ingrid Brena y Carmen Gracida hablaron sobre Regulación jurídica en torno al transplante de órganos y tejidos en México, y La práctica médica de transplantes de órganos, respectivamente, en la UNAM.

 

FOTO 2.

Óscar Vázquez del Mercado, Elodia Robles, Ingrid Brena y Carmen Gracida, previo a las conferencias sobre Transplantes, ética y bioderecho realizadas en la Facultad de Derecho de la UNAM.

 

FOTO 3

Asistentes a las conferencias en torno a Transplantes, ética y bioderecho, efectuadas en la Facultad de Derecho de la UNAM.