14:30hrs.  23 de Marzo de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-216

Ciudad Universitaria


Aurelio Gracia

Pie de foto al final del boletín

 

PODRÍAN ELECCIONES CERRADAS EN MÉXICO GENERAR SITUACIONES COMPLICADAS

 

·        Advirtió en la UNAM el presidente de la Comisión Estatal de Elecciones de Puerto Rico, Aurelio Gracia

·        Las encuestas son falibles, señaló; en las elecciones puertorriqueñas ninguna previó comicios apretados, dijo

·        Representantes de Costa Rica y Haití también participaron en el Seminario Internacional sobre Institucionalidad Democrática: Experiencias Electorales Comparadas

 

Es deseable que México no experimente elecciones cerradas porque conllevan situaciones complicadas, tanto para el organismo electoral como para el país, advirtió en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, el presidente de la Comisión Estatal de Elecciones de Puerto Rico, Aurelio Gracia.

 

Al referir la experiencia de comicios con pequeños márgenes de diferencia que vivió Puerto Rico en 2004, expuso que se experimentan momentos difíciles y se puede cuestionar la capacidad e imparcialidad de las instituciones encargadas de esos procesos.

 

Durante su participación en el Seminario Internacional sobre Institucionalidad Democrática: Experiencias Electorales Comparadas, organizado por el IIJ y diversas instituciones, expresó que este tipo de resultados representan “una prueba de fuego” para los organismos electorales, y ante lo falible que son las encuestas, éstos deben estar preparados para lo que pueda surgir en cualquier momento.

 

Indicó que la primera lección que dejó para los puertorriqueños en las jornadas generales de 2004, fue la situación de incertidumbre social.

 

“Ante un cuadro de elecciones cerradas, con el subsiguiente escrutinio  y recuento de votos, se propició  una atmósfera de inseguridad general en el país, manifestada en la gente, en las calles y los medios de comunicación”, narró.

 

Frente a ello, recordó, el organismo electoral debe estar listo para lidiar y manejar esa situación.

 

El desasosiego social se puede disipar en la medida como esta entidad evidencie a la sociedad que está capacitada para realizar la función que le corresponde, y declarar ganador a aquel que recibió el favor del pueblo, agregó.

 

Aseveró que las encuestas de opinión pública no son infalibles, ya que para las elecciones en el 2004, la totalidad de las publicadas en distintos medios de comunicación pronosticaban que habría un fácil ganador de la contienda. “Todas erraron en predecir los resultados; ninguna de ellas pudo ni siquiera insinuar que se estaría ante una contienda difícil. Fallaron estrepitosamente”.

 

Por ello, “es importante que los directivos del organismo electoral tengan ecuanimidad para resolver los múltiples asuntos que les son llevados a su consideración, ya que cualquier situación podría dar margen  a que se cuestione su imparcialidad”, sentenció.

 

Así, continuó, la consideración de los planteamientos de los partidos, el apego al derecho, al principio de respeto a la voluntad del elector y la ecuanimidad de los directores oficiales, son parte esencial en el manejo de las elecciones cerradas.

 

 

Sin embargo, abundó que a medida como van resolviendo las controversias, el valor democrático florece nuevamente, así como el respeto institucional.

 

“Al final  del proceso, una vez que se certifican los ganadores, el país vuelve a la calma y prevalece el respeto, y la tradición democrática impone su dominio”, aseguró.

 

Por su parte, Rubén Hernández, de la Universidad de Costa Rica, indicó que en las últimas votaciones aquella nación también estuvo en zozobra por resultados apretados, que propiciaron la intervención del Tribunal de Elecciones.

 

Las enseñanzas fueron que es necesario un mecanismo más eficiente para evitar que los números del 100 por ciento de las mesas llegaran al Tribunal, así como métodos alternos a la transmisión electrónica de datos, porque a veces también la técnica fracasa, aseguró.

 

Quedó claro, argumentó,  que hay una polarización en el país, donde unos están a favor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y otros en contra.

 

A su vez, Gerardo Le Chevallier, de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití, expuso que en ese país, el más pobre del continente, del tamaño de la entidad mexicana de Hidalgo, nunca ha habido una transición pacífica de un grupo de poder a otro.

 

Al referirse al último proceso electoral haitiano, indicó que la séptima misión de Naciones Unidas tampoco ha tenido éxito en estabilizar a esa isla, por lo que el reto ha sido difícil.

 

Indicó que el desafío es grande, y aunque éstas son las mejores votaciones que Haití ha tenido, ello no significa que han sido excelentes. Sin embargo, destacó los elementos nuevos de seguridad,  por lo que es la primera ocasión donde no hubo violencia política ni en el proceso de registro ni en el de sufragio.

 

Hubo gran participación de todas las fuerzas políticas presentes, pues hay más de 100 partidos políticos en Haití, con 35 candidatos a la presidencia, y con porcentajes de participación ciudadana de 63 por ciento, concluyó.

 

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FOTO 01

Gran asistencia en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, donde se realizó el Seminario Internacional sobre Institucionalidad Democrática: Experiencias Electorales Comparadas.

 

FOTO 02.

Rubén Hernández, Gerardo Le Chevallier, Antonio Cervantes y Aurelio Gracia, en el Seminario Internacional sobre Institucionalidad Democrática: Experiencias Electorales Comparadas, efectuado en la UNAM.