Boletín
UNAM-DGCS-216
Ciudad Universitaria
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PODRÍAN
ELECCIONES CERRADAS EN MÉXICO GENERAR SITUACIONES COMPLICADAS
·
Advirtió en la UNAM el presidente de la
Comisión Estatal de Elecciones de Puerto Rico, Aurelio Gracia
·
Las encuestas son falibles, señaló; en las
elecciones puertorriqueñas ninguna previó comicios apretados, dijo
·
Representantes de Costa Rica y Haití también
participaron en el Seminario Internacional sobre Institucionalidad Democrática:
Experiencias Electorales Comparadas
Es deseable que México no
experimente elecciones cerradas porque conllevan situaciones complicadas, tanto
para el organismo electoral como para el país, advirtió en el Instituto de
Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, el presidente de la Comisión
Estatal de Elecciones de Puerto Rico, Aurelio Gracia.
Al referir la experiencia de
comicios con pequeños márgenes de diferencia que vivió Puerto Rico en 2004,
expuso que se experimentan momentos difíciles y se puede cuestionar la
capacidad e imparcialidad de las instituciones encargadas de esos procesos.
Durante su participación en el
Seminario Internacional sobre
Institucionalidad Democrática: Experiencias Electorales Comparadas,
organizado por el IIJ y diversas instituciones, expresó que este tipo de
resultados representan “una prueba de fuego” para los organismos electorales, y
ante lo falible que son las encuestas, éstos deben estar preparados para lo que
pueda surgir en cualquier momento.
Indicó que la primera lección
que dejó para los puertorriqueños en las jornadas generales de 2004, fue la
situación de incertidumbre social.
“Ante un cuadro de elecciones
cerradas, con el subsiguiente escrutinio
y recuento de votos, se propició
una atmósfera de inseguridad general en el país, manifestada en la gente,
en las calles y los medios de comunicación”, narró.
Frente a ello, recordó, el
organismo electoral debe estar listo para lidiar y manejar esa situación.
El desasosiego social se puede
disipar en la medida como esta entidad evidencie a la sociedad que está
capacitada para realizar la función que le corresponde, y declarar ganador a
aquel que recibió el favor del pueblo, agregó.
Aseveró que las encuestas de
opinión pública no son infalibles, ya que para las elecciones en el 2004, la
totalidad de las publicadas en distintos medios de comunicación pronosticaban
que habría un fácil ganador de la contienda. “Todas erraron en predecir los
resultados; ninguna de ellas pudo ni siquiera insinuar que se estaría ante una
contienda difícil. Fallaron estrepitosamente”.
Por ello, “es importante que
los directivos del organismo electoral tengan ecuanimidad para resolver los
múltiples asuntos que les son llevados a su consideración, ya que cualquier
situación podría dar margen a que se
cuestione su imparcialidad”, sentenció.
Así, continuó, la
consideración de los planteamientos de los partidos, el apego al derecho, al
principio de respeto a la voluntad del elector y la ecuanimidad de los
directores oficiales, son parte esencial en el manejo de las elecciones
cerradas.
Sin embargo, abundó que a
medida como van resolviendo las controversias, el valor democrático florece
nuevamente, así como el respeto institucional.
“Al final del proceso, una vez que se certifican los
ganadores, el país vuelve a la calma y prevalece el respeto, y la tradición
democrática impone su dominio”, aseguró.
Por su parte, Rubén Hernández,
de la Universidad de Costa Rica, indicó que en las últimas votaciones aquella
nación también estuvo en zozobra por resultados apretados, que propiciaron la intervención
del Tribunal de Elecciones.
Las enseñanzas fueron que es
necesario un mecanismo más eficiente para evitar que los números del 100 por
ciento de las mesas llegaran al Tribunal, así como métodos alternos a la
transmisión electrónica de datos, porque a veces también la técnica fracasa,
aseguró.
Quedó claro, argumentó, que hay una polarización en el país, donde
unos están a favor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y otros en
contra.
A su vez, Gerardo Le
Chevallier, de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití,
expuso que en ese país, el más pobre del continente, del tamaño de la entidad
mexicana de Hidalgo, nunca ha habido una transición pacífica de un grupo de
poder a otro.
Al referirse al último proceso
electoral haitiano, indicó que la séptima misión de Naciones Unidas tampoco ha
tenido éxito en estabilizar a esa isla, por lo que el reto ha sido difícil.
Indicó que el desafío es
grande, y aunque éstas son las mejores votaciones que Haití ha tenido, ello no
significa que han sido excelentes. Sin embargo, destacó los elementos nuevos de
seguridad, por lo que es la primera
ocasión donde no hubo violencia política ni en el proceso de registro ni en el
de sufragio.
Hubo gran participación de
todas las fuerzas políticas presentes, pues hay más de 100 partidos políticos
en Haití, con 35 candidatos a la presidencia, y con porcentajes de
participación ciudadana de 63 por ciento, concluyó.
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FOTO 01
Gran asistencia en el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, donde se realizó el Seminario
Internacional sobre Institucionalidad Democrática: Experiencias Electorales
Comparadas.
FOTO 02.
Rubén Hernández, Gerardo Le Chevallier, Antonio Cervantes y Aurelio Gracia, en el Seminario Internacional sobre Institucionalidad Democrática: Experiencias Electorales Comparadas, efectuado en la UNAM.