Boletín
UNAM-DGCS-210
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ES YA UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA EN MÉXICO, LA ENFERMEDAD DE CHAGAS
La enfermedad de Chagas es ya un problema
de salud pública en México, coincidieron en señalar Alejandro Cruz,
investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, y José Miguel
Pickering-López, consultor nacional en la Evaluación de Programas de Desarrollo
Rural de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO).
En el Seminario CHAGMEX:
Base de datos de estudios sobre la enfermedad de Chagas-Mazza en México en los
últimos 76 años, Alejandro Cruz informó que esta afección se encuentra en 90
por ciento de América. Incluso, en Estados Unidos se tienen registros de más de
siete especies, y se han aislado cepas genéticamente autóctonas.
En el Auditorio del
Jardín Botánico del IB, Pickering-López destacó que de los más de 288 mil
individuos analizados en nuestro país para conocer su incidencia, 5.88 por
ciento resultó positivo. Esta cifra es alta comparada con cualquier otra
enfermedad de importancia para el sistema de salud pública.
Sin embargo, añadió
Alejandro Cruz, en México y EUA no se tiene un programa de atención que incluya
cinco controles: de vectores; diagnóstico perinatal, de casos indeterminados,
en bancos de sangre, así como el mejoramiento de viviendas, pues las malas
condiciones favorecen la presencia de
la chinche, insecto transmisor.
A decir de
Pickering-López, la principal dificultad era no tenerla cuantificable, pues no
se sabía dónde estaba y, por tanto, no se podía erradicar. Para ello se dieron
a la tarea de averiguarlo. La herramienta utilizada fueron los sistemas de
información geográfica. Para la salud pública es fundamental contar con la
dimensión espacial: saber dónde ocurren los casos o cómo en el territorio
empiezan a repercutir factores humanos o socioeconómicos, así como los propios
de la biología de los agentes patógenos manifestados en la incidencia,
reconoció.
Subrayó que los
objetivos de investigar dicho padecimiento en México son: organizar,
sistematizar y analizar la bibliografía sobre el mismo; diseñar y elaborar una
base de datos al respecto y, finalmente, difundir la información en nuestras
fronteras y el resto del mundo.
La clasificación de
las referencias, precisó, se hizo de acuerdo con 19 temas, entre otros:
Biología molecular y genética, Diagnóstico, Epidemiología, Inmunidad, Parasitología,
Desórdenes cardiacos y digestivos, Patología en otros órganos, Reservorios,
Tratamiento y Vectores. Incluyeron uno de Varios, pues hay algunos poco
frecuentes, como el socioeconómico.
Las búsquedas,
resaltó, se hacen de cuatro formas: por autor, tipo de publicación, por estado
o tema. La mayoría de trabajos, dijo, se encuentran en memorias de congresos
nacionales e internacionales, así como en revistas del país y extranjeras. Se
ve “que el boom fue en los años 80 y 90”. Por entidad, Oaxaca es donde más se
ha estudiado; Jalisco y Morelos también son importantes.
Pickering-López
detalló que, a partir de 907 publicaciones generaron tres mil 365 registros,
que componen la base CHAGMEX georreferenciada. Para manipularlos establecieron
cuatro bloques temáticos. Uno de ellos es el de los reservorios, de animales
silvestres o domésticos afectados, de
acuerdo con el ciclo de la enfermedad. En “15 estados de la república hay
mamíferos silvestres infectados, los más comunes son roedores y marsupiales; y
de los caseros, con mayor frecuencia, perros y gatos”.
Otro es el de los
vectores, para el que generaron una base con dos mil 295 entradas, y como
resultado se tienen “30 especies comprendidas en siete géneros”; asimismo,
adelantó, detectaron 97 cepas de Trypanosoma cruzi en México. No hay entidad
sin esta presencia, pues se encuentran distribuidas en todo el territorio
nacional.
Con esos y otros
datos, manifestó, se dieron a la tarea de generar un modelo espacial, a fin de
saber “dónde se encuentra el Trypanosoma dentro de mamíferos, dentro de
vectores, y en pacientes”; por último, su distribución potencial.
Alejandro Cruz
habló también sobre el parásito que causa la enfermedad de Chagas. El agente
causal es un protozoario, Trypanosoma cruzi. Clínicamente el padecimiento
presenta tres fases: aguda, intermedia o latente y crónica. Sobre su patología,
señaló que en la última etapa afecta en forma severa el corazón, agrandándolo,
y provocando una distrofia; también se va al esófago y colon. La transmisión es
diversa, pero la forma natural es a través de insectos, también puede ser en
forma congénita, de una madre infectada a su hijo, por transfusión sanguínea o
transplante de órganos, concluyó.
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FOTO 01
Alejandro Cruz,
investigador del Instituto de Biología de la UNAM, refirió que la enfermedad de
Chagas es ya un problema de salud pública en México.
FOTO 02.
El especialista
José Miguel Pickering-López dijo en la UNAM que la principal dificultad del mal
de Chagas era no tenerla cuantificable, pues no se sabía dónde estaba y, por
tanto, no se podía erradicar.
FOTO 03
José Miguel Pickering-López y Alejandro Cruz, durante el Seminario CHAGMEX: Base de datos de estudios sobre la enfermedad de Chagas-Mazza en México en los últimos 76 años, en la UNAM.