12:00 hrs.  17 de Febrero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-122

Ciudad Universitaria

 

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OBTIENEN INVESTIGADORES DE LA UNAM PREMIOS NACIONALES DE INGENIERÍA

 

·        Miguel Pedro Romo y Sonia Elda Ruiz Gómez, adscritos al Instituto de Ingeniería, se hicieron acreedores a los reconocimientos que otorga el Colegio de Ingenieros Civiles de México

·        El primero lo obtuvo en la categoría de Investigación Nabor Carrillo, para reconocer la trayectoria académica

·        Su contraparte recibió el José A. Cuevas, por el mejor artículo de Ingeniería Civil publicado durante el periodo 2003-2004

 

Miguel Pedro Romo y Sonia Elda Ruiz Gómez, ambos investigadores del Instituto de Ingeniería de la UNAM, se hicieron acreedores a los Premios Nacionales de Ingeniería que otorga el  Colegio de Ingenieros Civiles de México.

 

El primero lo obtuvo en la categoría de Investigación Nabor Carrillo para reconocer la trayectoria académica, y su contraparte recibió el José A. Cuevas, por el mejor artículo de Ingeniería Civil publicado durante el periodo 2003-2004, respectivamente.

 

El Colegio de Ingenieros Civiles de México es la asociación más importante de nuestro país en este campo. Lo constituyen los presidentes de 25 asociaciones técnicas (entre las que se encuentran las sociedades mexicanas de Ingeniería Estructural, Sísmica, Hidráulica y Mecánica de Suelos, entre otras).

 

 

Miguel Pedro Romo señaló que el Premio Nabor Carrillo es otorgado en forma bianual a especialistas que han acumulado logros importantes a lo largo de su vida, por lo que significa una motivación para esforzarse a conseguir logros más transcendentales.

 

Explicó que en los últimos años ha trabajado en tres áreas, relacionadas con Ingeniería de Presas, Geosísmica y la aplicación de métodos cognoscitivos en el análisis y solución de problemas de Ingeniería Civil, que presentan un alto grado de complejidad.

 

Precisó que los resultados de las investigaciones en estos campos han tenido repercusión reciente en, por ejemplo, el diseño de obras como las presas Hidroeléctricas El Cajón y La Parota, y en aspectos relacionados con el comportamiento sísmico de las cimentaciones de los apoyos de las vialidades.

 

Destacó que el Instituto de Ingeniería desde su fundación, hace cincuenta años, ha participado en forma directa o tangencial en los proyectos más importantes realizados en México.

 

Por ejemplo, añadió, sus aportaciones al conocimiento en Ingeniería de Presas hizo factible la construcción de los grandes proyectos hidroeléctricos, que proporcionan el mayor porcentaje de la energía requerida por la industria y el sector productivo.

 

Como grupo o de manera individual, abundó, los investigadores de esta entidad han hecho contribuciones de gran valía a la industria petrolera, principalmente en la delineación de plataformas marinas para la explotación de yacimientos localizados fuera de la costa; también han sido actores importantes en el desarrollo de las vías de comunicación y mitigación de desastres naturales.

 

Además, resaltó, debido a la estrecha relación que tiene con estudiantes de posgrado y licenciatura,  forma recursos humanos de alta calidad.

 

Por su parte, Sonia Elda Ruiz Gómez obtuvo el Premio José A. Cuevas por el mejor artículo de Ingeniería Civil. El texto da recomendaciones sobre el desempeño de disipadores de energía sísmica en edificios, métodos para análisis estructural y pruebas de laboratorio con dichos instrumentos.

 

El documento puede servir para redactar normas de diseño para estructuras con control pasivo de respuesta ante un evento telúrico. Además, se listan estudios que es deseable realizar, detalló.

 

Expuso que los disipadores son dispositivos que se añaden a una edificación para aumentar su amortiguamiento. Esto hace que, ante la ocurrencia de un temblor, responda con menores aceleraciones, velocidades y desplazamientos, y por lo tanto los daños estructurales y no estructurales que provoque se reduzcan.

 

Se pueden introducir a distintas construcciones, inclusive se ha pensado en implementarlas en plataformas marinas. Esto significa que además de las convencionales puede aplicarse a otro tipo, siempre y cuando haya un movimiento que disminuir, refirió.

 

En el futuro serán de uso común, adelantó; por ejemplo, en Japón, Estados Unidos y Nueva Zelanda se utiliza la disipación de energía. En México ya hay algunos edificios con estos mecanismos, pero aún son pocos comparados con el total de la Ciudad de México o en las urbes principales de la república.

 

Para ello habrá que proporcionar a los ingenieros diseñadores herramientas simples, y elementos con patentes nacionales “para que no se importe tecnología del extranjero; en ese camino se trabaja”, sugirió, para que cuando ocurra un gran temblor como el de 1985, sucedan menos daños.

 

Al referirse al reconocimiento, Ruiz Gómez dijo que es un estímulo. “Me compromete a seguir actualizándome para servir a nuestra sociedad. Me alegra contribuir con uno de tantos premios que obtiene la Universidad. Es un reconocimiento no solo para mí, sino también para mi grupo de estudiantes y para el Instituto de Ingeniería”, concluyó.

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FOTO 1

 

Sonia Elda Ruiz Gómez, investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM, se hizo acreedora a uno de los Premios Nacionales de Ingeniería que otorga el  Colegio de Ingenieros Civiles de México.

 

 

FOTO 2.

 

La investigadora de la UNAM, Sonia Elda Ruiz Gómez, obtuvo el Premio José A. Cuevas, por el mejor artículo de Ingeniería Civil publicado durante el periodo 2003-2004.