15:00 hrs.  16 de Febrero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-120

Ciudad Universitaria

 

Pie de fotos al final del boletín

 

DEFIENDE A EXPORTADORES NACIONALES EL CAPÍTULO XIX  DEL TLCAN, CONSIDERAN EXPERTOS DE LA UNAM

 

·        De ser revisado, México no debe permitir la modificación de este apartado

·        Ha permitido a los exportadores nacionales librarse de prácticas de dumping  y desleales, reconoció Óscar Cruz Barney, especialista del IIJ

·        Jorge Witker, del mismo Instituto, señaló que el TLCAN ha tenido diez reformas o modificaciones, lamentablemente casi ninguna de ellas ha favorecido a nuestro país

·        El caso más grave que se ha dado en materia comercial en el marco del Tratado ha sido el del azúcar de caña: Rodolfo Cruz, consultor en comercio internacional

 

Para librar a los exportadores nacionales de la posibilidad de ser víctimas de prácticas de dumping o desleales, México no debe permitir la modificación del capítulo XIX del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), reconoció Óscar Cruz Barney, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

 

Explicó que cuando se plantea la necesidad de revisar el TLCAN parecería que México es el único interesado en hacerlo, pero cuando se abra esa posibilidad uno de los primeros objetivos por parte del gobierno estadounidense será retirar del acuerdo el capítulo XIX o modificarlo.

 

Al participar en el Seminario “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Evaluación jurídica”, organizado por el IIJ, subrayó que la complejidad e importancia de dicho capítulo es evidente. Es uno de los primeros temas criticados por Estados Unidos, y que ha buscado cambiar, porque con él se le “liman las uñas al tigre”.

 

Cruz Barney sostuvo que ese apartado le ha permitido a las transacciones mexicanas librarse de procedimientos incorrectos o revisar métodos mediante los cuales se ha violado la legislación interna de los mercados de exportación.

 

Dijo que hasta el momento, en los acuerdos y tratados comerciales que México ha celebrado con otros países, no se han vuelto a negociar capítulos similares, se intentó hacerlo con la Unión Europea pero no se logró.

 

En el Salón de Seminarios “Guillermo Floris Margadant” del IIJ, el jurista universitario señaló que este es uno de los capítulos más importantes y trascendentes del Tratado; de hecho, su complejidad y trascendencia provocó que fuera el último en ser visto, había una resistencia del vecino país del norte a incluir diversos mecanismos ya contemplados en el documento previo entre EU y Canadá.

 

Sin embargo, para productores y exportadores era fundamental contar con él, ya que se refiere a la revisión de medidas anti dumping  y contra prácticas desleales, aplicadas a las ventas entre los tres países.

 

Al hablar del autotransporte de carga en el TLCAN, Jorge Witker, investigador del mismo Instituto y coordinador del Seminario, reconoció que este tema ha acompañando al Tratado en los 12 años que tiene vigente, con mucha complejidad e incertidumbre.

 

El principal problema es que hay un error que podría subsanar la Comisión de Libre Comercio, que ya ha modificado varias veces el acuerdo. Ese error es violatorio de la Constitución, nuestra ley de Comunicaciones y de diversos órdenes normativos.

 

Por ello, argumento, “mientras Estados Unidos no admita que autotransportistas mexicanos entren a su territorio, México no puede permitir la inversión en servicios, porque no es equitativo y es lo mínimo que puede hacer el país para defender un sector”.

 

Jorge Witker calificó de mito creer que el TLCAN no ha sido modificado, ha tenido diez reformas o adecuaciones, lamentablemente casi ninguna de ellas nos ha beneficiado o favorecido.

 

Destacó que una de las reformas que se le hicieron fue el cambio de las reglas de origen del petróleo, con las cuales México perdió toda ventaja competitiva o comparativa de contar con los hidrocarburos, porque de todos sus derivados se privilegia la refinación y no el lugar del que se extrae el recurso.

 

“Esa es una modificación fundamental que incluso debería analizarse a la luz de la Constitución, porque en el Tratado el petróleo mexicano quedó como si fuera de cualquier lado”, señaló.

 

En su oportunidad, Rodolfo Cruz Miramontes, consultor en comercio internacional, al hablar de la solución de controversias del capítulo XX y el incumplimiento de las obligaciones pactadas en el TLCAN en el caso del azúcar de caña, admitió que es el asunto más grave que se ha dado en materia comercial en el marco del Tratado.

 

Indicó que la negociación de México en el TLCAN fue correcta, acertada y logró que Estados Unidos aceptara que después de satisfacer el mercado doméstico, nuestro país enviase libre de arancel a EU todo el dulce superavitario. Sin embargo, cuando se llegó el momento, en que los productores registraron ese superávit, el vecino país del norte se negó a recibirla.

 

Informó que de acuerdo con la industria azucarera, nuestro país consume alrededor de cinco millones 200 mil toneladas del endulzante al año, y se estima que en la próxima temporada de la zafra habrá un excedente de 900 mil toneladas, que lamentablemente no se podrán enviar a Norteamérica.

 

Del capítulo XX del TLCAN, explicó que se refiere a tres puntos: la Comisión de Comercio Internacional para el funcionamiento del Tratado; la solución de controversias y los procedimientos para la interpretación del mismo.

 

La última vez que México solicitó la instalación de un panel de controversia fue el 17 de agosto de 2000. A la fecha, Estados Unidos no ha contestado y “no podemos hacer nada dentro del sistema. Estamos con los brazos cruzados viendo cómo sufre toda la industria azucarera por esta situación”, finalizó.

 

 

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FOTO 01.

Óscar Cruz Barney, Rodolfo Cruz Miramontes, Ruperto Patiño y Jorge Witker durante el Seminario “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Evaluación jurídica”, en el IIJ de la UNAM.

 

 

FOTO 02

Asistentes al Seminario “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Evaluación jurídica”, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.