11:00 hrs.  14 de Febrero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-114

Ciudad Universitaria

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DEBE VERSE LA CONVERGENCIA TECNOLÓGICA COMO UN PROCESO PARA VIVIR EN DEMOCRACIA

 

·        Delia Crovi, catedrática de la FCPyS de la UNAM, dijo que todos debemos ser actores de las políticas públicas: academia, ciudadanos, Estado y emisores

·        Indispensable, un proyecto que reduzca las formas de desigualdad que emergen con el desarrollo tecnológico: Alma Rosa Alva, de la misma entidad

 

Si México construye una sociedad de la información como paradigma de nuestros tiempos, “no podemos verla desde la fragmentación y la producción económica, sino desde la defensa del individuo, donde el ciudadano pueda hacer uso de la convergencia tecnológica para expresarse, relacionarse y vivir en una democracia”, aseguró Delia Crovi Druetta, catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

 

Al participar en la mesa redonda La radiodifusión mexicana en la hora de la convergencia digital, organizada por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) y la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC), consideró que elaborar una ley sólo es parte de un proceso más complejo que significa la creación de una política pública. “Todos debemos ser actores de ellas: academia, ciudadanos, Estado y emisores”.

 

 

Por ello, aseguró la especialista en medios de comunicación, “es necesario pelear por una decisión más plural que la que hemos conseguido hasta ahora en la propuesta de minuta de Ley de Radio y Televisión”, enviada por la Cámara de Diputados al Senado de la República.

 

En ese sentido, la también académica de la FCPyS, Alma Rosa Alva de la Selva, coincidió en que el asunto de la convergencia tecnológica no es un tema meramente tecnológico ni jurídico, ni de agenda económica, sino de sociedad, de democracia. “Es un proceso que abre campos amplios para la participación de una serie de actores, y no sólo para unos cuantos”.

 

En México, abundó, “no necesitamos proyectos para la sociedad de la información con una visión instrumental o que entiendan la construcción de la misma sólo como un asunto de reforma estructural y de ámbito económico, porque con ello prevalecerá el enfoque de mercado para el desarrollo de la radiodifusión y las telecomunicaciones que ya hemos tenido a la vista históricamente y que está en discusión en la minuta”.

 

Se requiere un plan que logre reducir las nuevas formas de desigualdad que están emergiendo a partir del desarrollo tecnológico y que impulse una mayor inclusión social, propuso.

 

Por ello, añadió, es indispensable que el proyecto de la sociedad de la información para México parta de entender a los contenidos como un bien público, y que asuma como directriz la búsqueda de condiciones de mayor equidad en el acceso de las tecnologías para la población.

 

A su vez, el senador Felipe Vicencio se pronunció porque la legislación en materia de radiodifusión y telecomunicaciones aliente la convergencia; es decir, la posibilidad de aprovechar el mismo vehículo de comunicación para diversos tipos de servicios.

 

Técnicamente esto está cada vez más cerca. Sin embargo, se debe evitar la concentración y la inequidad de la competencia, y la minuta contiene disposiciones que favorecen las prácticas monopólicas, establecen un régimen discriminatorio y que incluso son violatorias de la Constitución, sugirió.

Reconoció que la minuta promovida por la industria de la televisión y aprobada por los diputados ni siquiera favorece a los demandantes. Los legisladores deben tomar en cuenta el interés empresarial de ser próspero, pero también el del Estado y la sociedad en su conjunto.

 

“La visibilidad, la transparencia y el tratarse de un debate que se exhiba sin reservas ante la opinión pública, es la mejor ventaja para quienes buscamos avanzar en la democratización de los medios de comunicación. Mantenerlo en la reserva, como tema de iniciados o en la sombra del cubículo académico es abonar a los intereses de unos cuantos”, advirtió.

 

Por último, Gabriel Sosa Plata, integrante de la AMIC, sostuvo que la convergencia tiene diversas implicaciones en el ámbito mundial: económicas, legales y culturales. En otros países como la Unión Europea y Canadá este proceso también se ha visto como un asunto relacionado con la protección de los valores culturales.

 

Concluyó que “la minuta nos fue vendida como una ley moderna y vanguardista, que pretende irse hasta la convergencia en el órgano regulador y en el aspecto tecnológico”. En ella se define el futuro de la televisión en México.

 

 

 

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Alma Rosa Alva, Felipe Vicencio, Delia Crovi, Alberto Carrera y Gabriel Sosa, en la mesa redonda La radiodifusión mexicana en la hora de la convergencia digital, organizada por el CEIICH de la UNAM y la AMIC.

 

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Elaborar una ley de radiodifusión y telecomunicaciones es parte de un proceso más complejo, que significa la creación de una política pública, reconoció Delia Crovi, catedrática de la FCPyS de la UNAM.

 

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Alma Rosa Alva, de la FCPyS de la UNAM, señaló que es indispensable que el proyecto de la sociedad de la información para México parta de entender a los contenidos como un bien público.