06:00 hrs.  12 de Febrero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-108

Ciudad Universitaria

 

 

 

 

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PUEDEN DENTISTAS DETECTAR A PACIENTES CON VIH-SIDA

 

·        Señaló Enrique Acosta Gío, del Laboratorio de Microbiología de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología de la UNAM

·        La mayoría de los profesionales en el mundo tiene miedo de tratar a enfermos VIH positivos e, inclusive, les han negado la atención y discriminado, reveló

·        Su herramienta es la Prueba Rápida Oral, una pequeña paleta que contiene reactivos para hacer un diagnóstico de infección, explicó

 

 

Los dentistas tienen capacidad para identificar en forma temprana a pacientes con VIH Sida en lesiones bucales, además de la presencia de anticuerpos contra ese virus, señaló Enrique Acosta Gío, del Laboratorio de Microbiología de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología (FO) de la UNAM.

 

Esta sería una contribución que podrían hacer “para encontrar casos de infección no detectada previamente que, en todo el mundo, podrían ser canalizados para recibir atención médica oportuna”. Sobre todo porque la mayoría de los portadores no saben que lo son y son fuente de nuevos contagios, afirmó.

 

Informó que de acuerdo con encuestas, la mayoría de los odontólogos tiene miedo de tratar a pacientes VIH positivos e, inclusive, les han negado la atención y discriminado. Sin embargo, una visión realista de los riesgos ocupacionales llevaría a tomar medidas de protección esenciales y asegurar esta práctica.

 

Sobre todo si se considera que es un profesional que debe participar en esfuerzos de salud pública, más allá de la lucha contra la caries o padecimientos de las encías, como el VIH y enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión o tabaquismo y, en colaboración con el médico, intercambiar información y participar en su control, opinó.

 

Se puede “involucrar al dentista en el diagnóstico de la infección por VIH”. Ello, enfatizó, porque cuando una persona manifiesta el mal ya han pasado quizá años. En ese lapso, pudo traspasarlo a otros y perder la oportunidad de acceder a un tratamiento específico para evitar su desarrollo, como la terapia antirretroviral.

 

Esta situación ha permitido que su identificación ya no sea una sentencia de muerte. Ahora, los aquejados que se controlan pueden gozar de una vida plena y ser útiles a la sociedad, sin perder su calidad de vida, apuntó.

 

La herramienta fundamental es la Prueba Rápida Oral, una pequeña paleta con reactivos para hacer un diagnóstico de infección por VIH en sólo 20 minutos, que utiliza muestras de fluido bucal, explicó.

 

Para su funcionamiento, ese dispositivo –capaz de detectar alrededor de 97 por ciento de los casos positivos– se coloca entre los dientes y la cara interna de la mejilla (carrillo) y se pasa por toda la superficie para recolectar una mezcla de saliva y líquido gingival, añadió.

 

Una vez saturada, se pasa a un recipiente con una sustancia que por capilaridad sube y empuja a los agentes biológicos hasta que aparecen dos bandas. Una prueba positiva marcará la línea en la T (test) y la C (control); si sólo aparece en la C será negativa. Así, “en cualquier consulta odontológica, de forma rutinaria, es posible identificar a personas VIH positivas”, adelantó.

 

Su uso fue aprobado recientemente en nuestro país, recordó; cada instrumento tiene un costo aproximado de 15 dólares. No son de venta libre al público, como los exámenes de embarazo, pues sólo se distribuirán entre profesionales, particularmente entre aquellos que hayan recibido entrenamiento para su uso, y estén dispuestos a ayudar a los pacientes y a impulsar los esfuerzos oficiales para detener el Sida.

 

Se debe llegar “con una intervención efectiva lo más pronto posible, porque podrían estar en riesgo millones de vidas”, refirió el universitario. Por lo pronto, serán integradas en el trabajo cotidiano de la FO.

 

Abundó que en caso de que una persona resulte “positivo preliminar” deberán realizarse reconocimientos confirmatorios, como ELISA e Inmunoblot, antes de un diagnóstico definitivo. De tal modo, el odontólogo no sólo deberá saber cómo ofrecer la prueba al paciente, sino darle asesoría sobre el significado del resultado, los pasos a seguir en caso de estar afectado y, desde luego, canalizarlo a los servicios sanitarios donde –en su caso– pueda recibir terapia antirretroviral.

 

Ante ese panorama, la actitud de los trabajadores de la salud debe modificarse, ser más abierta para atender a los infectados o enfermos. En 2004, en Tailandia, detalló, un panel de expertos en estomatología y bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud lanzó la Declaración de Phuket, referente a la importancia de involucrar a los dentistas en la lucha contra el Sida.

 

Los puntos que contiene ese acuerdo señalan que los odontólogos, al revisar la mucosa, pueden encontrar lesiones relacionadas con el mal y contribuir así a formar una visión epidemiológica del problema; promover la investigación para entender dichos daños; integrarse a los esfuerzos nacionales de lucha contra el padecimiento a través de la detección de casos, puntualizó.

 

 

 

 

 

También darles acceso a la salud y mejores servicios para que tengan una mejor calidad de vida, así como desarrollar actitudes positivas para no segregar. “Es nuestra convicción –aseguró Acosta Gío– que si les enseñamos el control de infecciones no van a discriminar a esos pacientes. Podrán sentirse seguros y procurarles los tratamientos dentales habituales, amalgamas, incrustaciones o restauraciones necesarias”.

 

En este contexto, la FO en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud, ha lanzado un programa de capacitación para que los especialistas del área conozcan todos los aspectos del control de contagios, seguridad ocupacional y fundamentos del manejo del enfermo VIH positivo, así como de las pruebas rápidas de diagnóstico.

 

Se trata del Simposio Internacional “Integrando a la profesión dental en la lucha contra el VIH/Sida”, que se llevará a cabo los días 4 y 5 de mayo en el World Trade Center de la Ciudad de México.

 

Además de los odontólogos mexicanos, con esta actividad se espera incidir, en particular, en la capacitación del personal de la salud de Centroamérica y del Caribe, región del mundo con mayor incidencia y prevalencia del mal, sólo después de África, donde se carece de la infraestructura para enfrentar esta emergencia de salud pública.

 

Este encuentro está dirigido a profesionales del área bucodental de práctica institucional y privada, investigadores de la morbilidad bucal asociada con el VIH/Sida, líderes de la educación odontológica, profesores, estudiantes y, en especial, administradores de esta área.

 

Hacia el interior del país, además, la FO está en contacto con CENSIDA, para participar en los esfuerzos nacionales contra el mal y determinar cómo insertar al odontólogo en esa lucha, mediante el uso de la prueba de diagnóstico rápido, precisó Acosta Gío.

 

 

En el Simposio, organizado también por el Programa Internacional de Educación sobre VIH/Sida de la Universidad Emory, en Atlanta; HIVdent y la “Organization for Safety and Asepsis Procedures” (OSAP, de la cual el propio universitario es director), contará con destacados conferencistas nacionales e internacionales.

 

“El odontólogo –finalizó– ya no es sólo un profesional encerrado en su consultorio que restaura dientes dañados; el futuro dentista debe ver nuevos horizontes y atender las nuevas demandas de la población. Hay muchos pacientes especiales a los cuales se les debe respeto, atención y calidad en el servicio. No es una labor altruista, sino una obligación profesional”.

 

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Enrique Acosta Gío, del Posgrado de la Facultad de Odontología de la UNAM, señaló que los dentistas tienen capacidad para identificar en forma temprana a pacientes con VIH Sida en lesiones bucales.

 

 

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Los dentistas, además de luchar contra caries o padecimientos de encías, pueden colaborar para tratar VIH, diabetes, obesidad, hipertensión o tabaquismo, señalaron odontólogos de la UNAM.

 

 

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Mediante una Prueba Rápida Oral, una pequeña paleta con reactivos, los dentistas pueden diagnosticar una infección por VIH en sólo 20 minutos, se informó en la UNAM.

 

 

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El profesor de la Facultad de Odontología de la UNAM, Enrique Acosta Gío, recordó que la mayoría de los odontólogos tiene miedo de tratar a pacientes VIH positivos e, inclusive, les han negado la atención y discriminado.