06:00 hrs.  6 de Febrero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-092

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

PROVOCARÍAN HONGOS CÁNCER CERVICOUTERINO

 

·        Aseguró Magda Carvajal Moreno, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM

·        Además de síndrome de Reye, malformaciones en el feto, cirrosis, y hepatitis B y C, añadió

·        Existen más de 500 variedades resistentes al calor, y no se eliminan con fermentación, nixtamalización, cocimiento o pasteurización, reveló

 

El cáncer cervicouterino puede ser provocado por micotoxinas, sustancias nocivas derivadas del consumo de alimentos contaminados, aseguró Magda Carvajal Moreno, investigadora del Instituto de Biología (IB) de la UNAM.

 

Con los años, dijo, dichos elementos se acumulan y pueden llegar a producir neoplasias de diversos tipos, síndrome de Reye, malformaciones en el feto, cirrosis, y hepatitis B y C, pues en general, vulnera las defensas del ser humano, y lo hace propicio a padecer diferentes enfermedades.

 

Durante la conferencia Micotoxicosis en América Latina, añadió que la situación se agrava porque existen más de 500 variedades de esos tóxicos, las cuales son resistentes al calor al soportar de 260 a 320 grados centígrados, y no se eliminan con fermentación, nixtamalización, cocimiento o pasteurización, añadió.

 

 

En el Auditorio del Jardín Botánico reveló que las más agresivas contra la salud humana son las aflatoxinas y las fusariotoxinas. Sobre la mejor manera de no exponerse al daño que causan las provenientes de hongos en comestibles es tener información sobre cómo se originan y sus efectos.

 

Carvajal Moreno ha analizado muestras de tumores cancerosos: 42 de cervicouterinos, 20 de mama y 190 de colon, a través de lo cual ha estudiado la relación entre micotoxinas y dichos padecimientos. Cabe señalar que dentro de la frecuencia de muerte por cáncer en México, el cervical es el número uno (24 por ciento), seguido por el de mama (11), y el de próstata (cinco por ciento).

 

La especialista del Departamento de Botánica del IB agregó que en todo el mundo existen estos agentes, pero varían según el clima. “En nuestro país hay más aflatoxinas, por ser un lugar caliente, pero por las posibilidades que ofrece hoy en día el comercio internacional, tanto de alimentos enlatados como de granos, prácticamente rondan por cualquier nación”.

 

Además debe considerarse que en el territorio nacional los animales – tanto equinos, bovinos, porcinos, aves y mascotas– son alimentados con cereales afectados. Estos últimos están altamente expuestos, precisó.

 

En América Latina, indicó, el problema se vincula a la guerra contra las drogas. En Hawai las plantaciones de coca se infectaron con Fusarium oxysporum, y el gobierno de Estados Unidos pensó usar ese hongo contra las plantaciones, incluidas las de amapola y marihuana, en naciones al sur de su frontera. Los países más afectados por ese tipo de medida han sido Colombia, Perú, Ecuador, Brasil (en la parte del Amazonas), Panamá, Venezuela y México.

 

Primero se realizaba una aspersión de herbicidas y después una aplicación masiva de esporas por aeroplanos, todo esto para controlar las plagas, pero también se afectaron cultivos de alimentos básicos.

 

Esto se hizo durante 10 años, entre 1980 y 1990, aunque se experimentó en secreto. Como parte de los resultados, hubo muerte de campesinos por causas inexplicables y abandono de comunidades enteras, concluyó.

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FOTO 1.

Las toxinas de los alimentos se relacionan con enfermedades como el cáncer, cirrosis, así como la hepatitis B y C, aseguró Magda Carvajal Moreno, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM.

 

 

FOTO 2

Magda Carvajal Moreno, adscrita al Instituto de Biología de la UNAM, ofreció en el Auditorio del Jardín Botánico la conferencia Micotoxicosis en América Latina.