06:00 hrs.  29 de Enero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-072

Ciudad Universitaria

 

 

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INCREMENTAN UNIVERSITARIOS HASTA 100  POR CIENTO VIDA ÚTIL DE LAS FRESAS

 

·        Integrantes de la FES Cuautitlán de la UNAM, encabezados por Andrea Trejo, trabajan en la aplicación de una película comestible de colágeno en el fruto

·        Ello permitiría reducir las pérdidas, que en ocasiones llegan a ser de hasta 45 por ciento, informó

·        México es el quinto exportador en el mundo, con una producción anual de 150 mil millones de toneladas, dijo

 

Integrantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán lograron incrementar la vida útil en refrigeración de las fresas hasta en 100 por ciento, al pasar de 4 ó 5 días a nueve, gracias a la aplicación de una película comestible a base de grenetina o colágeno hidrolizado, afirmó Andrea Trejo Márquez, profesora de esa unidad multidisciplinaria de la UNAM.

 

La docente, en colaboración con su grupo de trabajo, desarrolló un novedoso método para aumentar el periodo de preservación de esta fruta, una de las más contaminadas por bacterias en nuestro país y con las mayores mermas pos cosecha, pues se estima que llega a perderse hasta 45 por ciento del total.

 

Explicó que la utilización de esta innovación sería importante para la economía nacional, ya que la fresa es un producto cotizado, sobre todo en el ámbito mundial. Esto permitiría mayores ganancias para los agricultores, así como acrecentar el consumo interno, pues, por lo general, en México se dedica principalmente a la exportación o para jugos, y en fresco, mientras que su uso doméstico es bajo.

 

Tan sólo en 2004 la producción nacional ascendió a 150 mil 261 millones de toneladas, lo que ubicó a México en el quinto lugar con mayor producción, refirió, sólo superado por España con 840 mil millones de toneladas, Estados Unidos, Corea y Japón.

 

Indicó que en cuanto al mercado global, nuestro país contribuye con cerca del 7 por ciento de las exportaciones mundiales, lo que nos ubica en el quinto lugar, rubro que también encabeza España con el 30 por ciento del total.  Además, los principales importadores son Alemania, Canadá y Francia. Pese a ser uno de los mayores productores, Estados Unidos sigue como primer mercado.

 

Trejo Márquez expuso que si bien México es uno de los mejores vendedores, no se había podido incrementar su vida útil a partir del corte, y, por lo tanto, registraba pérdidas por crecimiento de hongos y disminución de peso. Por ello, en la FES Cuautitlán se interesaron en aplicar películas comestibles para extender el lapso de consumo.

 

Así, comentó, comenzó el trabajo con colágeno hidrolizado o grenetina, para ver su efecto antifúngico, de control del hongo que ataca al fruto 48 horas después de segado. Asimismo, empieza a eliminar líquido, con la pérdida de 25 a 45 por ciento de su peso.

 

Señaló que al aplicar esta capa en diferentes concentraciones y tiempos de inmersión se pudo reducir la merma de volumen a sólo 5 por ciento, en comparación con otros métodos que llegan a 20 y 25.

 

La bióloga universitaria reiteró que otro de los grandes problemas para el consumidor es la contaminación por amibas y parásitos, sobre todo por el tipo de agua de riego utilizada para sembrarla. Sin embargo, con la utilización de un recubrimiento de colágeno se obtuvo un fruto más fácil de ingerir y con una vida útil mayor.

 

Las fresas trabajadas “son desinfectadas y cortadas sin ningún tratamiento, y luego se le aplica la película comestible. Entonces, el sujeto al abrirlo lo puede comer sin necesidad de que tenga que desinfectarlo una vez más”, detalló.

 

El proceso de adherencia consiste en cortar el pedúnculo (la parte que une a la fruta con el árbol, arbusto o planta), se lava por aspersión, se desinfecta a base de cloro, durante 20 minutos, y después se deja secar y se aplica la capa. Posteriormente se mete en refrigeración, donde permanece por nueve días, abundó.

 

Andrea Trejo aclaró que después de ese tiempo comienzan a presentarse contratiempos, como presencia de hongos, pérdida de peso y firmeza, lo que provoca disminución en la calidad del fruto.

 

Aseveró que esta película incrementa su duración y no permite el alojamiento de bacterias patógenas ni hongos; además, mantiene los parámetros de calidad en color, firmeza y sabor, iguales a los que no reciben tratamiento. Es decir, se pueden adquirir en el supermercado y ser consumidos sin ningún problema. De igual forma, es una tecnología de bajo costo.

 

Sostuvo que su ingesta con el recubrimiento no provoca ninguna secuela, porque es comestible y aprobado, compuesto de colágeno y grenetina, proteínas incluidas en la dieta de manera natural. Esta última es usada en gelatinas, mientras que el colágeno está en otros alimentos. En término científicos, se alarga “la vida útil del producto, al colocar una barrera para controlar la permeabilidad de algunos gases, como oxígeno, bióxido de carbono y vapor de agua, con lo que se evita la pérdida de peso y que el fruto mantenga una respiración baja”, expresó.

 

Trejo Márquez enfatizó que, por lo general, para conservar las frutas se les refrigera. Sin embargo, a veces no es suficiente, se requieren tratamientos que coadyuven con el frío o tecnologías pos cosecha. También se emplean atmósferas modificadas, controladas, y tratamientos térmicos.

 

Reconoció que la mayoría de los productos tropicales se pueden cortar verdes, y en el trayecto de transporte para su comercialización llegan maduros. Pero no es así con la fresa, pues al recolectar está en el momento óptimo para su consumo.

 

Es de los llamados no climatéricos, que al ser segado sus cambios de color y demás se detienen, y su vida se acorta, mientras que un mango o un plátano, por ejemplo, que se extraen verdes, pueden durar hasta 15 o 20 días. Eso representa una gran pérdida para el productor, pues el lapso de transporte y exportación es reducido. “Nueve días parecerían poco tiempo, pero implica llegar a mercados más lejanos”, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

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Integrantes de la FES Cuautitlán de la UNAM incrementaron la vida útil en refrigeración de las fresas hasta en 100 por ciento, gracias a la aplicación de una película comestible.

 

 

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Andrea Trejo Márquez, profesora de la FES Cuautitlán de la UNAM, desarrolló un novedoso método para aumentar el periodo de preservación de las fresas.

 

 

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La película para fresas ideada en la FES Cuautitlán incrementa su duración y no permite alojar bacterias patógenas ni hongos; además, mantiene parámetros de calidad en color, firmeza y sabor.

 

 

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La profesora Andrea Trejo Márquez y su grupo de trabajo en la FES Cuautitlán de la UNAM, quienes inventaron una película comestible para extender el lapso de consumo de la fresa.