14:00 hrs.  20 de Enero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-050

Ciudad Universitaria

 

 

 

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DESTACAN UNIVERSITARIOS EN CONCURSO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

 

·        Alumnos de la Facultad de Derecho de la UNAM obtuvieron la segunda posición en la competencia “Eduardo Jiménez de Aréchaga”

·        Organizado por la Asociación Costarricense de Derecho Internacional y Comparado, y el Centro de Estudios Latinoamericanos de Derecho Internacional

·        Enfrentaron a los representantes de Argentina, Guatemala, República Dominicana, El Salvador y Panamá, entre otros; disputaron la final con Costa Rica

·        Este certamen lleva a la reflexión de que los derechos humanos pueden y deben seguirse aplicando en América Latina

 

Un equipo de estudiantes de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM obtuvo el segundo lugar del Concurso Interamericano de Derechos Humanos “Eduardo Jiménez de Aréchaga”, organizado por la Asociación Costarricense de Derecho Internacional y Comparado, y el Centro de Estudios Latinoamericanos de Derecho Internacional.

 

Sofía Galván Puente, Aarón Ernesto Flores Velasco, Yeshica Marianne Umaña Calderón, María Lizett Aceves Serrano y Carlos Alejandro Martiarena Leonar, coordinados por Armando Jesús Meneses Larios, compitieron como representantes de México ante las delegaciones de Argentina, Guatemala, República Dominicana, El Salvador y Panamá.

 

Aarón Flores explicó que la justa consistió en la simulación de un juicio llevado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que tiene su sede en San José de Costa Rica, donde se lleva a cabo el concurso. Ahí sostuvieron la posición de los abogados defensores del Estado o los de la Comisión Interamericana.

 

Para llegar a este punto, los universitarios debieron ganar el certamen nacional, donde obtuvieron los premios de primer lugar, mejor escrito de Comisión y escrito de Estado, además de mejor orador (Marianne Umaña, primera mujer en lograrlo). Compitieron en la final contra la Universidad Iberoamericana de Puebla.

 

Una vez con esa representación se enfrentaron a los mejores equipos de cada país participante y a pesar de haber obtenido la segunda posición, sólo detrás de los alumnos de la Universidad de Costa Rica, “todos vieron que la UNAM fue mejor, reconocieron que México desempeñó un mejor papel y en la ceremonia de premiación, aplaudieron de pie, lo que no ocurrió para el primer lugar”, relató Aarón Flores.

 

Lograr tal reconocimiento, abundó Sofía Galván, fue resultado de un largo periodo de esfuerzo y preparación, y de sesiones de estudio de por lo menos cuatro horas al día. “Requirió de 7 a 8 meses de trabajo intenso, de lectura y análisis de la jurisprudencia de la Corte Interamericana, y hacer una investigación respecto al tema que desarrolla nuestro caso: una comunidad que fue víctima de una masacre, tipo Acteal o Aguas Blancas”.

 

Los jóvenes no sólo se allegaron formas de investigación de dicha Corte, sino de otras fuentes de información provenientes de África o Europa, de modo que se pudiera defender la postura, como abogado del Estado o de la Comisión. De hecho, en la semifinal y final los universitarios fungieron como abogados del Estado.

 

Marianne Umaña expuso que el equipo de la UNAM contó con el apoyo de un coordinador que también es estudiante, y que ya ha estado antes en el concurso y tiene experiencia previa. “Otros países van con profesores, nosotros no, todos somos alumnos”.

 

 

Al respecto, Armando Meneses aclaró que en la FD es una tradición que cada representativo elija a un integrante para proseguir al siguiente año, como ha ocurrido desde hace una década. Tal fue su caso, y como coordinador se encargó de preparar el plan de trabajo y hacer la convocatoria interna. Un jurado selecciona a los mejores alumnos.

 

El proceso, que es metódico, incluye la elaboración del escrito de demanda y el de contestación, así como rondas orales con varios jueces, de forma que desarrollen una buena exposición. Los estudiantes, todos con el interés de dedicarse a la defensa de los derechos humanos de manera profesional, expusieron la complejidad del tema. 

 

Para Marianne Umaña fue un asunto difícil de manejar, sobre todo desde la posición gubernamental, porque son violaciones evidentes. “Resultó interesante que son casos que en la actualidad se revisan en la Corte”, resaltó.

 

Según Aarón Flores, los argumentos que manejaron eran parecidos a los que los juristas tenían en la realidad, en casos como la masacre de Plan de Sánchez en Guatemala y Mapiripam en Colombia. “Era como si hubiéramos trabajado con los abogados de la Corte”, dijo.

 

Este concurso lleva a la reflexión de que los derechos humanos pueden y deben seguirse aplicando en América Latina. La Corte es un gran aliciente para su respeto y que los Estados no piensen que son omnipotentes, sostuvo.

 

A pesar de que es un caso hipotético, mencionó Sofía Galván Puente, son cuestiones en boga. Hay temas como la desaparición forzada y los desplazados internos, que son difíciles de resolver.

 

El concurso, añadió Aarón Flores, representa un gran compromiso que se adquiere no sólo con la FD o la UNAM, sino con la sociedad, sobre todo “por la cantidad de violaciones a los derechos humanos que existen y por la precariedad de gente preparada en el Sistema Interamericano, quienes incluso llegan a pensar que son cuestiones que atropellan la soberanía”.

 

Lizett Aceves subrayó que es necesario hacer una difusión más amplia de estas garantías entre la población, ya que en México muchas personas las desconocen.

 

En el Concurso Interamericano de Derechos Humanos “Eduardo Jiménez de Aréchaga” se forman y forjan juristas que necesita el país y América Latina. La región exige el respeto de esos derechos y esa defensa empieza más allá de los Estados o abogados, en cada quien, que debe conocerlos, enfatizó.

 

El derecho internacional tiene poco tiempo de haberse creado, y el Sistema Internacional de Derechos Humanos aún menos. El certamen puede contribuir a su formación y se puede “sentar precedentes para que en el largo plazo se conforme”, finalizó Armando Meneses.

 

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PIES DE FOTO

 

FOTO 01

 

Lizett Aceves, Armando Meneses, Marianne Umaña, Aarón Flores y Sofía Galván forman el equipo de la UNAM que intervino en el Concurso Interamericano de Derechos Humanos “Eduardo Jiménez de Aréchaga”.

 

 

FOTO 02

 

Estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNAM obtuvieron el segundo lugar del Concurso Interamericano de Derechos Humanos “Eduardo Jiménez de Aréchaga”.