Boletín
UNAM-DGCS-035
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
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Esta cesión la realizó el pintor, grabador,
ilustrador, poeta y narrador a través del Instituto de Investigaciones
Estéticas
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Los materiales que la conforman aportarán nuevas
luces para la comprensión del arte reciente
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María Teresa Uriarte, directora de esa entidad
universitaria, señaló que el acervo estará bien custodiado, será correctamente
clasificado y consultado por profesionistas
La UNAM, mediante el Instituto de Investigaciones
Estéticas (IIE), recibió en comodato parte de los archivos personales del
artista Felipe Ehrenberg, que incluye correspondencia privada, notas de
trabajo, proyectos realizados o por realizarse, bocetos, centenares de
fotografías y una biblioteca personal.
Esta última comprende tanto las fuentes de inspiración,
desde antologías de artes gráficas alemanas del siglo XIV hasta raras
publicaciones de artistas-activistas de San Francisco, Los Ángeles, Londres y
Amsterdam, de los años 60.
Esta cesión del pintor, grabador, ilustrador, poeta y
narrador, además de enriquecer las colecciones existentes en el IIE, aportará
nuevas luces para la comprensión del arte reciente, y será un valioso
instrumento de trabajo para elaborar una historia que está, aún, por
escribirse.
En la ceremonia María Teresa Uriarte, directora del IIE,
consideró: “Felipe Ehrenberg puede estar tranquilo y tener la certeza de que su
archivo estará bien custodiado, será correctamente clasificado y, en su caso,
consultado por profesionistas dedicados al estudio del arte”.
Una garantía especialmente significativa, indicó la
funcionaria, es que la UNAM no tiene “temblores sexenales”. En la Universidad,
Nacional, particularmente en el Instituto, “se tiene un cuerpo de profesionales
quienes se encargan de estar al pendiente de los materiales y vigilan, planean,
organizan y deciden hacia dónde ir con el trabajo académico que aquí se
realiza”.
Por su parte, Cuauhtémoc Medina, investigador del IIE,
destacó que esta cesión responde a la necesidad que se tiene en nuestro país de
recuperar la memoria social. “Se habla de la incorporación de materiales a la
escena pública que fundamentalmente permiten entender que conservar al
patrimonio cultural es preservar la información, es tener la posibilidad de
enlazar tiempos, generaciones y momentos de producción distintos”.
El que los archivos de
artistas como Felipe Ehrenberg sean del dominio público, advirtió, facilitará
esa comunicación que el descuido o la falta de interés público no permitió.
El arribo de este archivo al IIE, agregó, también es una
indicación de los cambios actuales que ha tomado la investigación. Los años
posteriores a 1960, dijo, están convirtiéndose en el terreno de una curiosidad
colectiva. “Los estudiantes están haciendo sus trabajos sobre estos periodos,
las instituciones se adaptan para registrar el tipo de producción e información
que caracterizó a la época contemporánea y, al mismo tiempo, la sociedad vuelve
su mirada sobre la creación de ese tiempo, a veces en el margen y a contra
corriente de los deseos colectivos”.
Además, señaló, esa obra tenía que acabar en un archivo.
De hecho, otros artistas de su generación mantuvieron registros similares con
un extremo cuidado, lo cual no fue casual porque sabían que eran ellos, y no la
aparente lógica de obras tradicionales, las que iban a preservar su aportación
a la discusión social.
Así, expresó Cuauhtémoc
Medina, no se trata sólo de los documentos de la producción de un artista, sino
que efectivamente representan la posibilidad de un consumo diferido de las
obras. Por ello, comentó, “es un deseo del IIE, y de quienes nos dedicamos a
estudiar este periodo –el arte contemporáneo–, que esta colaboración empiece a
ocurrir”.
Felipe Ehrenberg, en su momento, dijo sentirse conmovido
porque “este montón de papeles e ideas acaben en la UNAM”. Además, señaló que
el que esta institución reciba parte de su archivo debiera ser un modelo a
seguir por otras organizaciones. “No sólo con mi obra, también con la de otros,
y de distintas disciplinas”.
La memoria de nuestro pasado inmediato, advirtió, sufre
graves deficiencias que deben ser corregidas. A los creadores, les aconsejó ser
cuidadosos con sus papeles, “no sólo por la vanidad, sino porque formamos parte
de un conjunto social, el cual debe tener consciencia de lo que hacen sus
partes”.
Consideró también altamente representativo que sea el IIE
el que cuente ahora con una parte de algo que nunca nació para ser un archivo,
ni mucho menos, pero que se convirtió en eso por una extraña razón: desde joven
siguió el consejo de su padre de cuidar sus documentos. De ese modo comenzó a
juntarlo todo. “Cuando escribía una carta la única manera de duplicarla en
aquel entonces era con papel carbón, hacía una copia; y guardaba las que
recibía”.
Lo que llega a la UNAM,
precisó, es la tercera y más íntima parte del archivo. “La conforma todo
aquello de lo que no me quería deshacer”. Contiene, básicamente, todo el
proceso de un artista plástico que se convierte en un momento dado en visual,
guarda el registro de cómo ocurren las ideas, cómo se gestan, el proceso que se
sigue si va a ser grabado, pintura, escultura, instalación o performance, por
ejemplo.
Ehrenberg precisó que la primera parte se queda en la Galería
Tate Modern de Londres, “que corresponde a todos los nexos y complicidades
establecidas con Europa”. La segunda la adquirió la Universidad de Stanford, y
consta de alrededor de 37 años de vida con todo tipo de correspondencia.
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FOTO 01.
El artista Felipe Ehrenberg y María
Teresa Uriarte, directora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la
UNAM, antes de que el primero cediese en comodato parte de su archivo a esta
entidad.
FOTO 02
El pintor, grabador, ilustrador,
poeta y narrador Felipe Ehrenberg cedió en comodato parte de sus archivos
personales a la Universidad Nacional.
FOTO 03
Felipe Ehrenberg, María Teresa
Uriarte y Cuauhtémoc Medina, durante la firma del comodato a través del cual el
artista cedió a la UNAM parte de sus archivos personales.
FOTO 04
Muestra del contenido que forma
parte del archivo que el artista Felipe Ehrenberg cedió en comodato al
Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.