06:00 hrs.  7 de Enero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-020

Ciudad Universitaria

 

 

Pie de fotos al final del boletín

 

OTORGA LA UNAM LA MEDALLA ISIDRO FABELA AL POETA ERNESTO CARDENAL

 

·        En reconocimiento de su esfuerzo constante al servicio de la justicia, la libertad y la igualdad

·        Es uno de los latinoamericanos más prominentes, cuya obra ha construido una realidad mejor, consideró Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho

 

El Consejo Técnico de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM decidió otorgar al poeta Ernesto Cardenal la Medalla “Isidro Fabela”, en reconocimiento de su esfuerzo constante al servicio de la justicia, la libertad y la igualdad.

 

A decir de Fernando Serrano Migallón, director de la FD, este personaje es uno de los latinoamericanos más prominentes, cuya obra ha construido una realidad mejor y ha levantado sueños desde la desesperación de nuestros pueblos. Además, en una época en que las utopías parecían ya muertas, hizo de la palabra el instrumento del espíritu al que se quiso aprisionar.

 

Asimismo, dijo, representa el tipo de hombre al que los cambios históricos no destruyen; el que permanece incólume cuando la realidad parece negarle la ilusión; el que persiste en la esperanza y la acción constante, sereno en la reflexión y tenaz en sus objetivos.

 

Isidro Fabela y Ernesto Cardenal, aseguró, vivieron con sus comunidades el terror de férreas e injustas dictaduras; ambos se rebelaron contra la tiranía para construir un futuro mejor y una nueva legalidad. Firmes en la idea de que la justicia y la libertad son los principios sobre los que el ser humano erige su dignidad y felicidad, arriesgaron sus vidas, dijeron verdades que muchos temían señalar y dieron voz a quienes jamás habían sido escuchados.

 

En el Aula Magna Jacinto Pallares, el funcionario añadió que el poeta ha  librado sus batallas, siendo testigo y protagonista de al menos tres revoluciones. La primera, la nicaragüense, una de las últimas épicas del siglo XX. En ella, el poeta arriesgó su propia vida, pudo ver la caída del tirano y, desde el Ministerio de Cultura, llevó a cabo la más grande de sus hazañas: alfabetizar a más de la mitad de su pueblo.

 

La segunda, la de la resistencia y la esperanza contra un mundo y un momento en el cual decretaron la muerte de las ideologías y, sin embargo, sigue construyendo la posibilidad de un futuro mejor, refirió.

 

Finalmente, acaso la más ardua, “aquélla que todos estamos llamados a vivir, y la que Ernesto Cardenal nos convoca mediante su literatura”: la de sí mismo, la revolución de su compromiso y la de su misión en el mundo, en el continente y en su patria: Nicaragua, asentó.

 

En la FD, señaló Serrano Migallón, nuestra responsabilidad ha sido siempre con la razón, la libertad y la justicia, pero, sobre todo, con la nación. Así, recalcó, se celebra esta imposición, pues no se pone en duda que se portará con el orgullo que nace de la sinceridad con la que es entregada, por la admiración debida tanto al poeta como al hombre.

 

Para finalizar, sostuvo que el galardonado ha dicho que la poesía es el único modo de decir la verdad sobre la tierra, y que no debe haber una sola palabra en este tipo de escritura, que el poeta no respalde con su acción. “Es esta coherencia, que aprenden nuestros alumnos, la que nosotros reconocemos en usted y en la que confiamos para seguir en la lectura de su pluma la construcción permanente de la esperanza latinoamericana”.

 

Ernesto Cardenal, a su vez, destacó que un mérito o una justificación para esta medalla “es mi amor a México. En este país, rememoró, hice mi carrera universitaria, precisamente en la UNAM”, su Alma Mater, y después sus primeros estudios para el sacerdocio, en el monasterio benedictino de Nuestra Señora de la Resurrección en Cuernavaca, Morelos. “Es como una segunda patria para mí”.

 

En sesión solemne del Consejo Técnico de la FD, recordó que durante su época de estudiante en este país conoció bien el nombre de Isidro Fabela, de quien oyó hablar a su entrañable amigo Fedro Guillén, quien era cercano, su admirador, discípulo y amigo, a pesar de la diferencia de edades.

 

Lo he admirado, aseveró el poeta, como un héroe de la Revolución Mexicana, en la que participó porque fue para él una cruzada por la justicia social. Después, como un defensor de la soberanía cuando la invasión estadounidense de Veracruz. Con él la afamada Doctrina Estrada fue no sólo una teoría jurídica sino una práctica diplomática.

 

Bien conoció su trayectoria recta, su insobornable honestidad, su moralidad intocable, sus convicciones democráticas, su ideal revolucionario. Las circunstancias, manifestó, lo hicieron un diplomático profesional, de los más importantes de la historia de México, pero también fue un valioso escritor y creador de arte. Su obra literaria fue “la de un mexicano universal”.

 

Esta, expresó, es la figura que se conocía en la Facultad de Filosofía y Letras, entonces en Mascarones. “El valor de esta Medalla que ahora se me ha dado, insistió, es por lo que significa honrar a tan destacado mexicano, a sus ideales de amor a la patria y solidaridad con los demás pueblos, respeto a la libre determinación, defensa de la soberanía, oposición al fascismo y al imperialismo.

 

Como nicaragüense, porque defendió la causa antiimperialista de César Augusto Sandino. Nuestros pueblos son uno solo, y debemos defenderlo: Desde el Río Bravo hasta las Islas Malvinas, eso nos enseñó, concluyó.

-oOo-

 

 

PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01.

 

El poeta Ernesto Cardenal recibió la Medalla “Isidro Fabela” de manos del director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Fernando Serrano Migallón.

 

 

FOTO 02

 

En reconocimiento a su esfuerzo al servicio de la justicia, la libertad y la igualdad, la Facultad de Derecho de la UNAM otorgó la Medalla “Isidro Fabela” al poeta Ernesto Cardenal.