Boletín
UNAM-DGCS-020
Ciudad Universitaria
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OTORGA LA UNAM LA
MEDALLA ISIDRO FABELA AL POETA ERNESTO CARDENAL
·
En reconocimiento de su esfuerzo constante
al servicio de la justicia, la libertad y la igualdad
·
Es uno de los latinoamericanos más prominentes, cuya obra ha construido
una realidad mejor, consideró Fernando Serrano Migallón, director de la
Facultad de Derecho
El Consejo Técnico de la
Facultad de Derecho (FD) de la UNAM decidió otorgar al poeta Ernesto Cardenal
la Medalla “Isidro Fabela”, en reconocimiento de su esfuerzo constante al
servicio de la justicia, la libertad y la igualdad.
A decir de Fernando Serrano Migallón, director
de la FD, este personaje es uno de los latinoamericanos más prominentes,
cuya obra ha construido una realidad mejor y ha levantado sueños desde la
desesperación de nuestros pueblos. Además, en una época en que las utopías
parecían ya muertas, hizo de la palabra el instrumento del espíritu al que se
quiso aprisionar.
Asimismo, dijo, representa
el tipo de hombre al que los cambios históricos no destruyen; el que permanece
incólume cuando la realidad parece negarle la ilusión; el que persiste en la
esperanza y la acción constante, sereno en la reflexión y tenaz en sus
objetivos.
Isidro Fabela y Ernesto Cardenal, aseguró,
vivieron con sus comunidades el terror de férreas e injustas dictaduras; ambos
se rebelaron contra la tiranía para construir un futuro mejor y una nueva
legalidad. Firmes en la idea de que la justicia y la libertad son los
principios sobre los que el ser humano erige su dignidad y felicidad,
arriesgaron sus vidas, dijeron verdades que muchos temían señalar y dieron voz
a quienes jamás habían sido escuchados.
En el Aula Magna Jacinto Pallares, el
funcionario añadió que el poeta ha
librado sus batallas, siendo testigo y protagonista de al menos tres
revoluciones. La primera, la nicaragüense, una de las últimas épicas del siglo
XX. En ella, el poeta arriesgó su propia vida, pudo ver la caída del tirano y,
desde el Ministerio de Cultura, llevó a cabo la más grande de sus hazañas:
alfabetizar a más de la mitad de su pueblo.
La segunda, la de la resistencia y la esperanza
contra un mundo y un momento en el cual decretaron la muerte de las ideologías
y, sin embargo, sigue construyendo la posibilidad de un futuro mejor, refirió.
Finalmente, acaso la más ardua, “aquélla que
todos estamos llamados a vivir, y la que Ernesto Cardenal nos convoca mediante
su literatura”: la de sí mismo, la revolución de su compromiso y la de su
misión en el mundo, en el continente y en su patria: Nicaragua, asentó.
En la FD, señaló Serrano Migallón, nuestra
responsabilidad ha sido siempre con la razón, la libertad y la justicia, pero,
sobre todo, con la nación. Así, recalcó, se celebra esta imposición, pues no se
pone en duda que se portará con el orgullo que nace de la sinceridad con la que
es entregada, por la admiración debida tanto al poeta como al hombre.
Para finalizar, sostuvo que el galardonado ha
dicho que la poesía es el único modo de decir la verdad sobre la tierra, y que
no debe haber una sola palabra en este tipo de escritura, que el poeta no
respalde con su acción. “Es esta coherencia, que aprenden nuestros alumnos, la
que nosotros reconocemos en usted y en la que confiamos para seguir en la
lectura de su pluma la construcción permanente de la esperanza
latinoamericana”.
Ernesto Cardenal, a su vez, destacó que un
mérito o una justificación para esta medalla “es mi amor a México. En este
país, rememoró, hice mi carrera universitaria, precisamente en la UNAM”, su Alma
Mater, y después sus primeros estudios para el sacerdocio, en el monasterio
benedictino de Nuestra Señora de la Resurrección en Cuernavaca, Morelos. “Es
como una segunda patria para mí”.
En sesión solemne del Consejo
Técnico de la FD, recordó que durante su época de estudiante en este país
conoció bien el nombre de Isidro Fabela, de quien oyó hablar a su entrañable
amigo Fedro Guillén, quien era cercano, su admirador, discípulo y amigo, a
pesar de la diferencia de edades.
Lo he admirado, aseveró el poeta, como un
héroe de la Revolución Mexicana, en la que participó porque fue para él una
cruzada por la justicia social. Después, como un defensor de la soberanía
cuando la invasión estadounidense de Veracruz. Con él la afamada Doctrina
Estrada fue no sólo una teoría jurídica sino una práctica diplomática.
Bien conoció su trayectoria recta, su
insobornable honestidad, su moralidad intocable, sus convicciones democráticas,
su ideal revolucionario. Las circunstancias, manifestó, lo hicieron un
diplomático profesional, de los más importantes de la historia de México, pero
también fue un valioso escritor y creador de arte. Su obra literaria fue “la de
un mexicano universal”.
Esta, expresó, es la figura que se conocía en
la Facultad de Filosofía y Letras, entonces en Mascarones. “El valor de esta
Medalla que ahora se me ha dado, insistió, es por lo que significa honrar a tan
destacado mexicano, a sus ideales de amor a la patria y solidaridad con los
demás pueblos, respeto a la libre determinación, defensa de la soberanía,
oposición al fascismo y al imperialismo.
Como nicaragüense, porque defendió la causa
antiimperialista de César Augusto Sandino. Nuestros pueblos son uno solo, y
debemos defenderlo: Desde el Río Bravo hasta las Islas Malvinas, eso nos
enseñó, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01.
El poeta Ernesto
Cardenal recibió la Medalla “Isidro Fabela” de manos del director de la
Facultad de Derecho de la UNAM, Fernando Serrano Migallón.
FOTO 02
En reconocimiento
a su esfuerzo al servicio de la justicia, la libertad y la igualdad, la
Facultad de Derecho de la UNAM otorgó la Medalla “Isidro Fabela” al poeta
Ernesto Cardenal.