06:00 hrs.  6 de Enero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-016

Ciudad Universitaria

 

 

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PODRÍA DIETA ORIENTAL SER BENÉFICA PARA CONTROLAR EL CÁNCER

 

·        Aseveró Carmen Aceves Velasco, investigadora del Instituto de Neurobiología de la UNAM

·        Se ha observado que la incidencia de neoplasias de mama y próstata es tres a diez veces menor que en las naciones occidentales, señaló

·        Participó en el ciclo de conferencias “Quimioterapia del cáncer” en el Instituto de Química

·        Intervinieron también Roberto Martínez, Lena Ruiz Azuara y Mariano Martínez Vázquez, del IQ, y Dolores Gallardo Rincón, del Instituto Nacional de Cancerología

 

La dieta de países asiáticos como Japón podría ser benéfica para controlar el cáncer, pues se ha observado que la incidencia de neoplasias de mama y próstata es tres a diez veces menor que en las naciones occidentales, aseveró Carmen Aceves Velasco, investigadora del Instituto de Neurobiología de la UNAM.

 

Al participar en el ciclo de conferencias “Quimioterapia del cáncer”, organizado en el Instituto de Química (IQ), señaló que los flujos migratorios con este origen, después de 20 años o en la siguiente generación, aumentan el riesgo de padecer tales enfermedades al nivel del país donde se asientan. Es decir, no se trata de un factor de raza o ambiental.

 

 

En Hawai, ejemplificó, las mujeres que mantienen la dieta oriental presentan bajos índices de cáncer y las que cambiaron su régimen alimentario por trabajar en la zona turística incrementaron su índice tanto como los occidentales. Parece ser un elemento determinante.

 

Refirió que los casos de próstata y mana tienen alta incidencia y reincidencia, con 20 por ciento en el primer rubro y 32 en el segundo a escala mundial. Se conoce que la mayor recurrencia en mujeres se da a partir de los 40 años y se relaciona con la etapa de pre y menopausia; en el caso de los hombres, aparece también a partir de esa edad en cualquier raza, pero se relaciona con la obesidad.

 

Si la mujer se embaraza antes de los 20 años la incidencia será menor. Si su contraparte comienza su actividad sexual a temprana edad, la probabilidad de desarrollar alteraciones en la próstata decaerá. Pero no en todos los países los índices son iguales, insistió, pues en los asiáticos decrece. Dentro de la dieta oriental hay dos elementos que destacan: la soya, con gran cantidad de fitoestrógenos (estrógenos de origen vegetal); y las algas, una comida cotidiana.

 

Estas últimas contienen grandes concentraciones de yodo. Los asiáticos consumen 5 mil 280 microgramos diarios, y en Occidente la mínima cantidad es de 160 a 200. “Se trata de un micronutrimento esencial que está en todos los seres, desde las arqueas hasta los mamíferos. En México se consume en la sal, como yoduro”, adelantó.

 

Aceves Velasco mencionó que las algas Kelp son las que contienen mayor cantidad de este elemento, 30 mil veces más que cualquier organismo, en forma de yoduro o en solución. En experimentos realizados en Japón se ha encontrado que una dieta durante dos meses con dos concentraciones de Wakame, una de las principales especies que se ingieren en esa nación, es capaz de reducir de forma significativa los tumores generados en animales.

 

Asimismo, agregó, la fibrosis mamaria, padecida por 80 por ciento de las mujeres en alguna época de su vida, se mejora hasta en 78 por ciento en terapias de dos a cinco años con yodo molecular.

 

 

No obstante, la científica y su equipo de trabajo realizaron el proceso inverso: dieron una dieta yódica a roedores y dos semanas después produjeron cáncer, tumores mamarios. “Con un suplemento de yoduro de sodio no pasaba nada; pero con yodo molecular sólo 30 por ciento de los animales generó tumores y éstos se quedaban de tamaño pequeño. Si el tratamiento se suspendía el cáncer aparecía”, aseveró.

 

La investigadora reconoció en el auditorio Lydia Rodríguez Hahn del IQ, que faltan estudios y los resultados son preliminares. Pero se ha detectado que el yodo no mata, sino que detiene la proliferación de las células, aunque se desconoce cómo ocurre.

 

Al hablar de la “Búsqueda de nuevos agentes citotóxicos mediante modificaciones moleculares”, Roberto Martínez, investigador del IQ, dijo que el cáncer representa un severo problema de salud. Es grave en todo el mundo, y México no escapa a ello.

 

Indicó que las soluciones clásicas para el mal son la cirugía, radioterapia y quimioterapia, un tratamiento con fármacos o compuestos químicos. Por ello interesa encontrar una molécula líder que tenga actividad para su cura. Se siguen los pasos de simplificación para que sea más fácil de fabricar y más económico, de síntesis y pruebas de citotoxicidad. El científico trata de obtener una partícula nanomolecular.

 

En su oportunidad, Dolores Gallardo Rincón, del Instituto Nacional de Cancerología, mencionó que el cáncer es la tercera causa de muerte en México, después de los accidentes y enfermedades cardiovasculares. Afecta a países ricos y pobres. En el mundo occidental, el de mama es el más común y el que más muertes produce, y donde se emplea de mayor forma la quimioterapia.

 

Recordó que en 1960 se sintetizó el cisplatino, compuesto con cualidades antineoplásicas, pero se pudo emplear hasta 20 años después, cuando se resolvió su toxicidad. Permite curar un buen número de tumores y “marcó una historia de credibilidad en el tratamiento del mal”.

 

 

Además, detalló que 30 por ciento del total de los agentes anticancerígenos tiene origen natural, como el taxano. Aseguro que suele haber curación de algunos tipos, aunque sus células estén diseminadas; pero otros entran a un terreno paliativo, de no menor importancia, ya que permite quitar síntomas y que el paciente viva más y mejor. Hay ya nuevas y diversas avenidas terapéuticas.

 

A su vez, Lena Ruiz Azuara, de la Facultad de Química, afirmó que para el diseño de posibles fármacos, ella y su equipo pensaron en qué metal usar. “Uno menos agresivo que el platino, que tiene problemas de toxicidad”.

 

La razón de esta búsqueda es encontrar compuestos con un espectro más amplio de actividad, mayor efectividad clínica antitumoral y sinergismo con terapias comunes. Se eligió el cobre, abundó, cuya ventaja es que el organismo tiene procesos homeostáticos naturales para deshacerse de él.

 

Luego se vislumbró la parte química de síntesis, caracterización y propiedades físico-químicas, y el estudio de actividad. Los activos se pasarían a la clínica veterinaria y humana. Las moléculas desarrolladas recibieron el nombre de casiopeínas, de las cuales ya se trabaja en la tercera generación, enfatizó.

 

Por último, Mariano Martínez Vázquez, del IQ, explicó que la importancia de los productos naturales o metabolitos secundarios de origen vegetal se debe a que, de forma continua, cambian y proveen fármacos. Algunos tienen actividad antinflamatoria, que pudiera ser causante de proliferación celular, proceso previo del cáncer.

 

Los elementos proinflamatorios que pueden ser procancerígenos son las especies reactivas de oxígeno y óxido nítrico, aclaró. Se sabe que elevados niveles de las primeras pueden dañar el ADN y participar en la promoción de tumores. En este sentido, este grupo realiza esfuerzos “para obtener compuestos anticancerígenos de plantas de la medicina herbolaria”. Los hallazgos indican que las utilizadas para la inflamación no sólo proveen compuestos para ello, sino que la mayoría de éstos son citotóxicos, alertó.

 

El grupo ha estudiado entre otras variedades al guayule, y se han obtenido derivados cuyas propiedades están en progreso. Los productos naturales, concluyó, son potenciales agentes antineoplásicos.

 

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PIES DE FOTO

 

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Carmen Aceves Velasco, investigadora del Instituto de Neurobiología de la UNAM, informó que la dieta de países asiáticos como Japón podría ser benéfica para controlar el cáncer.

 

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Roberto Martínez, investigador del Instituto de Química de la UNAM, indicó que las soluciones clásicas para el cáncer son la cirugía, radioterapia y quimioterapia. Por ello interesa encontrar una molécula con actividad para su cura.

 

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Para el diseño de posibles fármacos contra el cáncer se experimenta con el cobre, refirió Lena Ruiz Azuara, de la Facultad de Química de la UNAM.

 

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Mariano Martínez Vázquez, del Instituto de Química, explicó que un grupo de investigadores realiza esfuerzos para obtener compuestos anticancerígenos de plantas de la medicina herbolaria.

 

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Dolores Gallardo Rincón, del Instituto Nacional de Cancerología, mencionó que el cáncer es la tercer causa de muerte en México, después de los accidentes y enfermedades cardiovasculares.