06:00 hrs.  3 de Enero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-009

Ciudad Universitaria

 

Pie de fotos al final del boletín

 

RECURREN MÉDICOS ALÓPATAS A PRÁCTICAS ALTERNATIVAS O TRADICIONALES DE MANERA SOTERRADA

 

·        Afirmó Jesús Reza, coordinador de Prácticas Comunitarias, Difusión y Servicios, de la Facultad de Medicina de la UNAM

·        Pese a la cerrazón para tratar este tema en diversos centros educativos, se deben formar puentes para vincular estos fenómenos con la ciencia, consideró

·        La gente acude a ellas porque le ofrece soluciones; no son una panacea pero sí mitigan algunos de sus padecimientos, subrayó

 

Un número cada vez mayor de profesionales alópatas recurre a prácticas de la medicina alternativa o tradicional, aunque de manera soterrada, pues no se atreven a reconocerlo, afirmó Jesús Reza, coordinador de Prácticas Comunitarias, Difusión y Servicios, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

En diversos centros educativos todavía se niegan a tratar este tema; sin embargo, a pesar de las descalificaciones oficiales existe una vigencia otorgada por la sociedad, recalcó.

 

En realidad, los facultativos se apoyan en una rama del conocimiento popular, por una cultura mágico-religiosa que posibilita su extensión en todos los aspectos. No obstante, resaltó, muchos de sus colegas esgrimen que si se considera que es contraria a lo establecido por el estatuto científico no es permitido acercarse ni hablar inclusive de ello.

 

Sin embargo, consideró, la actitud es  al contrario; precisamente por la profesión que se ejerce, en donde se involucra la ayuda a los demás, se deben formar puentes para vincular estos fenómenos con la ciencia.

 

Además, la gente acude a ellas porque le ofrece soluciones; no son una panacea pero sí mitigan algunos de sus padecimientos; por ejemplo, la acupuntura ha reportado buenos resultados en problemas osteomusculares, migrañas, digestivos y de dolores de ciática, refirió.

 

Este tipo de procedimiento es individualizado, pues los remedios se aplican de acuerdo con el entorno que rodea al paciente, mientras que  la tradición alópata ha perdido esta característica y suministra un mismo proceso para una única enfermedad, dijo.

 

No obstante, comentó, en la actualidad una de las grandes discusiones es si pueden considerarse alternativas o no, porque ese término implica una toma de decisión cuando se tiene la posibilidad de ir de uno a otro. En todo caso, el nombre que realmente se le debería dar es el de medicina subalterna.

 

Estas opciones terapéuticas se recomiendan al depender de qué enfermedad se presente, pero al combinarse con una medicación alópata puede llamarse alternativa y complementaria, precisó.

 

Es decir, abundó, se trata de que el paciente tenga la posibilidad de adicionar recursos y posibilidades, y escoger cómo solucionar cada una de sus dolencias. Sin embargo, la gente acude a ellas como opciones, no en términos de cuál es mejor que otra, sino porque algunas le resuelven problemas que otras no.

 

Estas soluciones son de lo más diferente tanto en precio y forma de atención, como en el tiempo que se le destina al paciente y tratamiento. “Existe una amplia gama, como la herbolaria, fitoterapia, acupuntura, homeopatía, ozonoterapia, coloterapia, aromaterapia, masoterapia;  hay gran variedad y además muchas veces se combinan”.

 

 

Por ejemplo, mencionó, en herbolaria hay toda una experiencia en las comunidades rurales, y gracias a ella sus integrantes sobreviven a muchos problemas dermatológicos, de mordedura de insectos y animales venenosos, por mencionar algunos.

 

Con la medicina tradicional la gente busca la cura de sus padecimientos y muchas veces éstos no son resueltos en su totalidad, pero cuenta mucho la atención personalizada, que en muchos casos actúa en beneficio de los usuarios, concluyó.

 

-oOo-

 

 

 

FOTO 01.

El médico alópata usa la medicina tradicional porque existe una cultura que le permite hacerlo, consideró Jesús Reza, coordinador de Prácticas Comunitarias, Difusión y Servicios de la Facultad de Medicina de la UNAM.

 

 

FOTO 02

En la práctica la gente acude a la medicina tradicional porque le dan soluciones, no son una panacea pero sí les mitigan algunos de sus padecimientos, subrayó Jesús Reza, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM.