06:00 hrs.  3 de Enero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-007

Ciudad Universitaria

 

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NECESITA MÉXICO IMPULSAR SU DESARROLLO ECONÓMICO Y A SU SECTOR PRODUCTIVO

 

·        Aseguró el académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Javier Aguilar García

·        Durante el 2004, en México se registraron 28 millones de personas sin un empleo fijo, desempleados o ubicados en la economía informal

 

Los 28 millones de personas sin trabajo fijo registradas en 2004, obligan a México a contar con una estrategia para impulsar el desarrollo económico y de su sector productivo, mediante la creación de empleos y evitar el estancamiento de la industria, aseguró el académico del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Javier Aguilar García.

 

Dijo que la alarma se encendió el año pasado con la alta cifra de personas sin un trabajo fijo, desempleados o ubicados en la economía informal, carentes de seguridad social y, por tanto, con una situación precaria o en el desamparo.

 

Javier Aguilar habló sobre la grave situación de desempleo que vive el país, al explicar que en ese año estaban inscritas 13 millones 60 mil personas en instituciones de salud pública con empleo formal y, por ende, seguridad social.

 

Esto es, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se registraron 10 millones 700 mil trabajadores fijos y en el ISSSTE dos millones 360 mil.

 

Dejó en claro que si en el IMSS  se habla de cerca de 12 millones de derechohabientes es porque se cuenta a los trabajadores eventuales.

 

El investigador del IIS detalló que si se toma en cuenta que el año pasado la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 43 millones de personas, menos los 13 millones de trabajadores formales, un millón de patrones y otro millón por fuerzas armadas y policías, entre otros, casi 28 millones carecen de un empleo fijo y seguridad social.

 

Sin embargo, señaló que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo –del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social–en el 2000 había 659 mil desocupados; a finales del 2001 eran 750 mil; en 2002, 735 mil; en 2003, un millón 44 mil, y en 2004 un millón 143 mil desocupados.

 

Comparó, entonces, la situación con Francia, donde en 2002 el gobierno reconoció dos millones 341 mil desempleados. Pero allá, dijo, efectivamente lo son y tienen seguridad social mediante el seguro del desempleo. Para ese país es un problema importante.

 

Ante ello, señaló que en México no existe una política para promover el empleo desde 1983, fecha en que en el sector privado casi no se crean nuevos empleos permanentes. Prueba de ello es que las cifras del IMSS son casi las mismas que en los años 80.

 

Aguilar García expuso que en el sector comercio ha crecido la ocupación, pues según las cifras del mismo Instituto, en 2004 había dos millones 200 mil trabajadores en este rubro; otros dos millones en servicios para empresas y personas, y 600 mil en transportes y comunicaciones.

 

Dijo que casi todos los economistas hablan de la necesidad de crear al año un millón 200 mil plazas, lo cual no ha sido posible, pues en los últimos cinco años se crearon de 50 mil a 80 mil nuevos trabajos.

 

Aclaró que aunque se diga que hay creación de empleos, incluso se ha mencionado la cifra de 300 mil nuevas fuentes laborales, el número de inscritos al IMSS sube y baja por las personas que se quedan sin ocupación.

 

De esta manera, son alrededor de 100 mil asalariados los que al año quedan con empleos formales permanentes. Dijo que no ha sido posible la creación de un millón 200 mil empleos como se previó.

 

En cambio, esa misma cantidad de jóvenes que cumplen 18 años de edad se incorporan a la PEA cada año. En términos reales, agregó, la situación cambia porque muchos menores de esta edad empiezan a trabajar “en lo que encuentran”. Es decir, en la economía informal, el comercio, los servicios, entre otros.

 

Dijo que se considera que los 28 millones de personas sin trabajo tienen diversas condiciones: buscan empleo y no lo encuentran; tienen edad para laborar pero viven con la familia y están desempleados, o trabajan uno o dos días a la semana u horas.

 

En los últimos 10 años alrededor de 400 mil personas anuales que pertenecen a esta masa han emigrado a Estados Unidos y Canadá. Según el gobierno norteamericano, indicó, en la actualidad hay 10 millones de mexicanos allá que busca empleo o trabajan.

 

El problema es que también en Norteamérica los connacionales se ocupan en labores informales y el gobierno les obliga a pagar impuestos, pero no les otorga prestaciones como la seguridad social.

 

Para contrarrestar esta situación, el especialista consideró que se debería buscar una política que promueva el desarrollo económico y, con ello, el industrial, porque en los últimos 20 años este sector no ha crecido y, por tanto, tampoco la generación de plazas.

 

Dijo que las empresas públicas eran elementos importantes en la economía, pero han ido desapareciendo. En 1982 eran aproximadamente mil 300, mientras que en 2004 sólo 210. Las más fuertes son Petróleos Mexicanos, la Comisión Federal de Electricidad y la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.

 

Para que en este país se puedan generar empleos, propuso, se requiere promover la industria, el desarrollo agrícola, los servicios con trabajos fijos y realizar grandes proyectos en esta materia.

 

Se ha comprobado, concluyó, que esta nación puede avanzar, como ocurrió de 1940 a 1982, con la tasa de crecimiento más alta de América Latina con un promedio del siete por ciento.

 

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FOTO 01.

El académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Javier Aguilar García, dijo que en México 28 millones de personas están sin trabajo fijo, desempleados o en la economía informal.

 

FOTO 02

Los 28 millones de personas que están sin trabajo fijo, desempleados o en la economía informal se ubican en una situación precaria o en el desamparo, advirtió el académico de la UNAM, Javier Aguilar García.