06:00 hrs.  2 de Enero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-006

Ciudad Universitaria

 

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CRISIS DE TRÁNSITO POR EL AUMENTO DEL NÚMERO DE AUTOMÓVILES Y LA FALTA DE VÍAS DE CIRCULACIÓN

 

·        Señaló Lourdes Álvarez Medina, adscrita a la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM

·        La situación se agudiza con la llegada de autos de procedencia extranjera; habrá mayor número de autos en circulación por calles y avenidas, indicó

 

Alertan investigadores de la UNAM  por la grave crisis que generará el aumento de automóviles en nuestro país, dada la insuficiencia de las vías de comunicación, infraestructura e instalaciones para reciclar vehículos, señaló Lourdes Álvarez Medina, adscrita a la Facultad de Contaduría y Administración (FCyA).

 

La especialista, quien desarrolla el proyecto Política ambiental e impacto en la innovación del reciclaje de vehículos automotores en México, advirtió que esta situación se agudizará con la llegada de autos de procedencia extranjera o “chocolates”, por lo que se precisa de una mejor organización al haber mayor número en circulación por calles y avenidas.

 

Cuando se comience “a ver tiraderos de vehículos viejos y de llantas usadas por toda la república, como los que hay en Ciudad Juárez, Chihuahua”, se caerá en la cuenta de que el problema sobrepasa las posibilidades, aseveró. Aún se está a tiempo de aprender de los procesos “que sufren los estados fronterizos y de legislar y crear una industria que dé empleo y ayude a conservar el ambiente”.

 

Destacó que hay jóvenes que comienzan a trabajar en los “deshuesaderos” desde los 15 años, y luego de un tiempo es posible que tengan en la sangre sustancias nocivas como mercurio y plomo, porque no se les ha capacitado para desensamblar un vehículo sin contaminarse; eso les ocasiona problemas de salud, como la pérdida de capacidades de aprendizaje. El subsuelo donde se ubican las desmanteladoras puede igual estar dañado, y cuando llueve se afectan los mantos freáticos.

 

Es un problema que se ha complicado, porque la fecha pactada en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para ingresar automóviles usados al país, se adelantó. De acuerdo con lo establecido, recordó, a partir de 2009 se podrían importar de Estados Unidos y Canadá vehículos con diez años de antigüedad o más, y la permisividad disminuiría de forma progresiva hasta que en el 2019 se pudiese adquirir todo tipo de automotores.

 

Sin embargo, añadió, en el Decreto donde se detallan las condiciones para su importación definitiva, aparecido en el Diario Oficial de la Federación en agosto pasado, se reconoció que las medidas para controlar las introducciones temporales fueron poco efectivas y se decidió reducir la protección arancelaria y eliminar la que no lo es, a fin de posibilitar la entrada de autos usados con 10 y 15 años, a partir del siguiente día de la fecha de su publicación.

 

Opinó que entre las desventajas de esta “liberalización”, es que no hay “las suficientes calles, carreteras, gasolineras, talleres mecánicos o refacciones para atender la demanda que se presentará”.

 

Además, consideró, no pasarán las pruebas de verificación ni  mecánicas al ingresar al país. Se pensó que estas medidas servirían para rejuvenecer el parque vehicular en México, pero también llegarán en malas condiciones, como “chatarra”, y deberán ser destruidos en pocos años.

 

Comentó que esta decisión genera más inconvenientes. Se negoció con los fabricantes el ingreso de unidades, y para que ello no perjudicase a la industria automotriz y de autopartes, se eliminó el Impuesto sobre Autos Nuevos (ISAN). Es decir, aquellos con un valor de hasta 150 mil pesos ya no deberán pagarlo, y de 150 a 180 mil pesos sólo devengarán 50 por ciento de su importe.

 

En medio quedaron atrapados los distribuidores, comercializadores e importadores, que serán afectados al bajar los precios de los coches usados. No obstante, la académica de la FCyA subrayó que mucha gente de escasos recursos en nuestro país nunca hubiera podido contar con un transporte propio, si no fuera por esta modalidad.

 

Resaltó que también se establece que deberán ser inscritos en un Registro Público Vehicular, que no existe. Por ello, se precisan más estudios para regular de manera adecuada todo lo relacionado con la entrada de automotores de segunda mano, y crear instituciones capaces de impulsar una cultura de cuidado ambiental y reciclaje.

 

Lourdes Álvarez explicó que Ciudad Juárez enfrenta un grave problema con sus depósitos de llantas usadas, calculadas en  cuatro millones. Han tratado de quemarlas, con la participación de empresas como Cementos de Chihuahua, pero no se han podido destruir todas, ni las incineran al mismo ritmo que se acumulan.

 

Muchos mexicanos, detalló, adquieren vehículos de media vida, traídos de Estados Unidos a bajos precios, después necesitan llantas económicas y también las compran usadas, procedentes del mismo país. Muchas de ellas entran de contrabando, por lo que es imposible controlar su acceso.

 

Por ello, agregó, se debe regular su paso a nuestro territorio y determinar qué se hará con todos ellos, qué capacidades hay para reciclarlos, y cómo se puede planear este proceso. Se requiere la cooperación de todos los actores; acercarse a los fabricantes en México, pedirles ayuda, y capacitar gente para utilizar métodos adecuados de desensamblaje, e invertir en su reuso.

 

 

 

Sin embargo, admitió, no se cuenta con recursos suficientes para darle un destino útil a ese parque. Esto debe volverse un negocio, aunque con poco margen de ganancia. No se tiene un cálculo aproximado de cuántas unidades deberán ser reestructuradas en el futuro. En el proyecto de los universitarios se trabaja en ello y en sus costos.

 

“Es un esfuerzo compartido entre los diferentes actores de la población: gobierno, sociedad civil, productores, intermediarios e incluso instituciones de educación superior, así como otros sectores involucrados”, puntualizó.

 

Informó que en Europa se reciclan autos con  éxito pero sin cargo al último dueño. De acuerdo con la Directiva 53/EC, la mayor parte de los costos los deben asumir las empresas fabricantes. Inglaterra es de los países con mejores resultados.

 

El año pasado, ejemplificó, Alemania desechó tres millones de vehículos y sólo recicló un millón 200 mil; mientras que países pequeños, como Suecia, tienen en reuso la mayoría de sus coches.

 

Lo que hicieron en el Viejo Continente fue involucrar a las ensambladoras con el concepto de responsabilidad del productor. A partir del documento anterior su intervención en la red de reciclaje ha sido fundamental: crearon manuales para desmantelar y reemplear, y capacitaron a los operarios. Eso es posible en nuestro país, con el apoyo de las empresas y el interés general, concluyó.

 

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FOTO 01.

Lourdes Álvarez, de la FCyA de la UNAM, dijo que México aún puede legislar en materia de venta y reciclaje de vehículos, y crear una industria que dé empleo y ayude a conservar el ambiente.

 

FOTO 02

México no tiene la infraestructura suficiente para atender la demanda por la “liberalización” del mercado de autos, advirtió la investigadora de la UNAM Lourdes Álvarez Medina.