06:00 hrs.  1 de Enero de 2006

 

 

Boletín UNAM-DGCS-001

Ciudad Universitaria

 

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MODIFICARÁ INCREMENTO DE LATINOS A LA SOCIEDAD ESTADOUNIDENSE

 

·        Advirtió Elaine Levine Leiter, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM

·        Conforman cerca del 15 por ciento de la población, de los cuales dos terceras partes son mexicanos; es decir, aseveró, alrededor de 28 millones de habitantes proceden de esta nación

·        Entre 1990 y 2000 los latinos crecieron 57 por ciento, mientras que la población blanca anglosajona 13, aseguró

 

La población latina en Estados Unidos será la tercera en tamaño a mediados del presente siglo de continuar las elevadas tasas de crecimiento registradas en la actualidad y como consecuencia habrá cambios en las estructuras sociales, advirtió Elaine Levine Leiter, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.

 

La experta reconoció que dicho proceso puede darse de manera pacífica y tranquila, porque le supondrá beneficios al vecino del norte; pero también podría resultar complejo y difícil, sobre todo para los grupos más radicales.

 

Levine Leiter informó que de acuerdo con cálculos oficiales, en 2001 poco más de 14 por ciento de los estadounidenses era latinos. Sin embargo, a principios del año pasado empresas privadas los calculaba en más de 43 millones, aunque el dato oficial es de poco más de 41.

 

En todo caso, conforman un sector que se acerca al 15 por ciento del total, de los cuales dos terceras partes son mexicanos; es decir, agregó, alrededor de 28 millones de habitantes proceden de esta nación o sus abuelos o descendencia lo son. “Crecen de forma constante, a pesar de las múltiples dificultades y obstáculos en la frontera. De forma lamentable, la situación aquí es difícil, por lo que siguen arriesgando la vida”.

 

Señaló que entre 1990 y 2000 los latinos en Estados Unidos registraron un enorme crecimiento. De acuerdo con el censo de ese país, se incrementaron 57 por ciento, mientras que los blancos anglosajones apenas el 13 por ciento. “Este auge tiene que ver con los problemas económicos y políticos no sólo en México, sino de América Latina”.

 

Lo que no se sabe es qué significa para México que tal cantidad de sus habitantes viva fuera de su territorio, ya que en términos reales, argumentó, alrededor de 10 por ciento de los nacidos aquí habita en el exterior. Pero si se sumaran todos los de ascendencia mexicana sería casi una cuarta parte de nuestra población en el extranjero.

 

Pese a que California y Texas concentran cerca de 50 por ciento de los migrantes, y otro 25 se distribuye en Illinois, Florida, Nuevo México y Arizona, el resto se ubica en otros estados. Georgia, ejemplificó, tiene tasas altas; entre 1990 y 2000 crecieron más de 300 por ciento.

 

Apuntó que el hecho de que los latinos son la primera minoría en Norteamérica cambiará la cultura, el idioma, pero sin saber hasta dónde, qué impacto se registrará cuando los hijos de los migrantes nacidos en EU participen en el ámbito político.

 

Reconoció que los mexicanos son numerosos en algunas comunidades; sin embargo, su influencia ciudadana es baja por diversas razones, como la lealtad a México, pues no se convierten en residentes o ciudadanos, a pesar de poder acceder a la doble nacionalidad.

 

La especialista en temas migratorios indicó que los mexicanos son, en general, el grupo con menos personas con educación universitaria en Estados Unidos, con alrededor de siete por ciento. Además, la mitad de los connacionales no ha terminado la enseñanza media superior, lo que les afecta en lo laboral.

 

Se estima que para el presente año nuestro país percibirá alrededor de 20 mil millones de dólares por remesas de mexicanos en la Unión Americana, destacó Levine Leiter.

 

Detalló que 85 por ciento de esos recursos son para sus familiares, sobre todo en el medio rural, porque sus tierras ya no producen, y la agricultura de subsistencia está tan devaluada que no posibilita la supervivencia.

 

El resto son envíos colectivos de grupos como las organizaciones de oriundos de cierto pueblo, comunidad o estado para realizar obras públicas, como embellecer parques, mejorar iglesias, construir caminos o llevar agua potable a sus lugares de origen. A últimas fechas se han impulsado proyectos productivos o de negocios que permitan generar fuentes de empleo para los lugareños, aclaró.

 

La integrante del CISAN comentó que los mexicanos que emigran sacrifican su nivel de vida y situación, porque comparten viviendas pequeñas. A veces una casa unifamiliar es ocupada por tres o cuatro familias, que conviven para mandar dinero a sus parientes.

 

Además, sufren discriminaciones de tipo racial, laboral y de prejuicios. Cuando se establecen en comunidades de habla hispana no aprenden inglés, lo cual les provoca dificultades en el país.

 

Por ello perciben los salarios más bajos que cualquier grupo de población en la Unión Americana y se afecta su incorporación socioeconómica. “Por más dólares que manden a México, la mayoría, en especial los de bajos niveles educativos, vive situaciones difíciles”, puntualizó.

 

No obstante, dijo que la gran tragedia la viven los de la segunda generación, porque los padres, que proceden de lugares y situaciones críticas en México, de inmediato notan una mejoría económica.

Pero los que nacen allá o llegan a temprana edad, ven que no pueden vivir como los otros. “A veces les resulta difícil apreciar todo lo que han logrado sus padres”. Es un fuerte conflicto que provoca problemas de drogadicción, inadaptación y abandono de la escuela, entre otros.

 

Al referirse al voto de los mexicanos en el exterior, Elaine Levine subrayó que a la mayoría no le interesa. Gran parte de los que han tenido que vivir en Estados Unidos no tienen perspectivas de regresar, pues sus lazos familiares los han fincado allá.

 

Sin embargo, hay interés del gobierno mexicano en utilizar este mecanismo para que no se olviden del país, que se sientan mexicanos y envíen dinero. No obstante, adelantó, el número de quienes sufragarán será decepcionante, habrán menos de los que se cree.

 

Otras oleadas de migración se han dado por etapas o periodos, como los italianos, húngaros o polacos, flujos que duraban 20, 30 o 40 años. Pero los latinos, y en especial los mexicanos, ya tienen 150 años o más y no se ve cuándo vaya a terminar, concluyó Levine Leiter.

 

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FOTO 01.

Elaine Levine, del CISAN de la UNAM, aseguró que los latinos en EU representan 15 por ciento de la población total, de los cuales dos terceras partes son mexicanos.

 

FOTO 02

El hecho de que los latinos sean la primera minoría en la Unión Americana cambiará la cultura de ese país, reconoció la especialista en temas migratorios de la UNAM, Elaine Levine Leiter.