14:00 hrs.  05 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-992

Ciudad Universitaria

 

 

 

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ESTUDIAN EN LA UNAM UTILIDAD DE NANOVECTORES PARA TRATAR ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS

 

·        Son “misiles terapéuticos”, capaces de transportar y modular la distribución intracelular de nuevos medicamentos, aseguró  Elizabeth García García, profesora de la FES Cuautitlán

·        Dicha optimización es una técnica para responder a las exigencias de eficacia, seguridad, adaptación y rentabilidad de nuevas sustancias: Raquel López Arellano

·        Participaron en las IV Jornadas de Farmacia, celebradas en esa unidad multidisciplinaria

 

Los nanovectores –definidos como “misiles terapéuticos”, capaces de transportar y modular la distribución intracelular de nuevos medicamentos– tienen gran perspectiva en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas y de tumores cerebrales, aseguró Elizabeth García García, profesora de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán.

 

Al dictar la conferencia Nanovectorización, dentro de las IV Jornadas de Farmacia, la especialista de esta unidad multidisciplinaria de la UNAM explicó que este proceso consiste en hacer que las sustancias terapéuticas lleguen a la célula blanco. Para ello, “se enmascaran las propiedades de los fármacos, de tal manera que funcionan como caballos de Troya”.

 

Al respecto mencionó que en la actualidad se cuenta con pruebas in vitro; aún no pueden hacerse in vivo porque son de poca solubilidad y no pueden cruzar diversas barreras. Sin embargo, “el desarrollo de nuevos medicamentos y el suministro de éstos en el cerebro requiere de estudios complementarios de ambos tipos”.

 

García García explicó que un nanovector es una partícula polimérica de entre 50 y 150 nanómetros (un nanómetro equivale a la mil millonésima parte de un metro o la millonésima parte de un milímetro).

 

Los vectores de medicamentos más experimentados y altamente utilizados son los de sistemas coloidales. Sus objetivos —añadió— son incrementar la especificidad del fármaco, obtener concentraciones eficaces en su ciclo de acción y reducir los efectos tóxicos; con ello se podría mantener su liberación por días o hasta semanas.

 

Expuso que esta nueva tecnología se ha estudiado en gran medida a través de la administración intravenosa; se ha demostrado que permite controlar la distribución de remedios a escala tisular. Una vez en el torrente sanguíneo, los vectores son recubiertos por ciertas proteínas de la sangre.

 

El mayor desafío que enfrentan es la transferencia cerebral, puesto que la protección hematoencefálica impide el paso de toda molécula. “Ello hace que ese órgano sea difícil de tratar porque los medicamentos no pueden cruzar por sí solos; en ese sentido la nanovectorización tiene aún mucho por analizar”.

 

Expuso que la revolución nanotecnológica se asocia a la “fabricación molecular”, cuya viabilidad tendrá enorme impacto en nuestras vidas, en las economías, países y sociedad en general en un futuro no lejano.

 

“Las herramientas de la investigación y la práctica de la medicina serán menos costosas y más potentes, mientras que la investigación y el diagnóstico serán más eficaces, lo que permitirá una capacidad de respuesta más rápida para tratar nuevas enfermedades”, apuntó.

 

Por su parte, Raquel López Arellano, jefa de la División de Ciencias Químico Biológicas de la FESC, señaló que la optimización es una técnica para responder a las exigencias de eficacia, seguridad, adaptación y rentabilidad de un medicamento. Sin embargo, dicho mecanismo no sólo se aplica en la fabricación de fármacos sino en la implementación y desarrollo de un procedimiento analítico, precisó.

 

En la conferencia Optimización de procesos farmacéuticos, la especialista en farmacia industrial destacó que ese proceso no es estable sino dinámico, y se encamina a obtener productos con alta rentabilidad y consistencia. Se aplica para obtener un bien robusto. Este paso mejora las condiciones de operatividad, con la finalidad de llegar a un resultado que cumpla con las especificaciones requeridas.

 

Abundó que ello implica desarrollar una metodología para evaluar la sustancia en una muestra, o bien, implementar y concebir un procedimiento para obtener un nuevo medicamento, “incluso si se pretende extraer un fármaco de una planta, por ejemplo, se requiere de un determinado mecanismo en donde deben mejorarse las condiciones de operación”.

 

En química farmacéutica deben definirse las condiciones para obtener materias primas o excipientes. Para ello se efectúan acciones en las que “también deben definirse límites, que permitirán conseguir lo que se desea, con agilidad y los mejores tiempos y costos”, expresó.

 

Puntualizó que la finalidad “es la obtención de productos con alta reproducibilidad y de manera consistente, es decir, la repetición de las características que se consideran buenas o aceptables”.

 

López Arellano concluyó que en la generación de un remedio farmacéutico participa un grupo multidisciplinario que realiza estudios farmacológicos, farmacocinéticos, caracterización química y física, entre otros especialistas, que intervienen desde la concepción de la molécula hasta el medicamento y su comercialización; todo ello es importante para avanzar, por ejemplo, en el conocimiento de todas las variables relacionadas con el resultado terapéutico.

 

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En la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM se analizan las propiedades de los nanovectores para tratar enfermedades neurodegenerativas y de tumores cerebrales.