Boletín
UNAM-DGCS-992
Ciudad Universitaria
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ESTUDIAN EN LA UNAM UTILIDAD DE NANOVECTORES PARA TRATAR ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS
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Son “misiles terapéuticos”, capaces de
transportar y modular la distribución intracelular de nuevos medicamentos,
aseguró Elizabeth García García,
profesora de la FES Cuautitlán
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Dicha optimización es una técnica para
responder a las exigencias de eficacia, seguridad, adaptación y rentabilidad de
nuevas sustancias: Raquel López Arellano
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Participaron en las IV Jornadas de Farmacia,
celebradas en esa unidad multidisciplinaria
Los nanovectores –definidos
como “misiles terapéuticos”, capaces de transportar y modular la distribución
intracelular de nuevos medicamentos– tienen gran perspectiva en el tratamiento
de enfermedades neurodegenerativas y de tumores cerebrales, aseguró Elizabeth
García García, profesora de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán.
Al dictar la conferencia Nanovectorización,
dentro de las IV Jornadas de Farmacia, la especialista de esta unidad
multidisciplinaria de la UNAM explicó que este proceso consiste en hacer que
las sustancias terapéuticas lleguen a la célula blanco. Para ello, “se
enmascaran las propiedades de los fármacos, de tal manera que funcionan como
caballos de Troya”.
Al respecto mencionó que en la
actualidad se cuenta con pruebas in vitro; aún no pueden hacerse in vivo porque
son de poca solubilidad y no pueden cruzar diversas barreras. Sin embargo, “el
desarrollo de nuevos medicamentos y el suministro de éstos en el cerebro
requiere de estudios complementarios de ambos tipos”.
García García explicó que un
nanovector es una partícula polimérica de entre 50 y 150 nanómetros (un
nanómetro equivale a la mil millonésima parte de un metro o la millonésima
parte de un milímetro).
Los vectores de medicamentos
más experimentados y altamente utilizados son los de sistemas coloidales. Sus
objetivos —añadió— son incrementar la especificidad del fármaco, obtener
concentraciones eficaces en su ciclo de acción y reducir los efectos tóxicos;
con ello se podría mantener su liberación por días o hasta semanas.
Expuso que esta nueva
tecnología se ha estudiado en gran medida a través de la administración
intravenosa; se ha demostrado que permite controlar la distribución de remedios
a escala tisular. Una vez en el torrente sanguíneo, los vectores son
recubiertos por ciertas proteínas de la sangre.
El mayor desafío que enfrentan
es la transferencia cerebral, puesto que la protección hematoencefálica impide
el paso de toda molécula. “Ello hace que ese órgano sea difícil de tratar
porque los medicamentos no pueden cruzar por sí solos; en ese sentido la
nanovectorización tiene aún mucho por analizar”.
Expuso que la revolución
nanotecnológica se asocia a la “fabricación molecular”, cuya viabilidad tendrá
enorme impacto en nuestras vidas, en las economías, países y sociedad en
general en un futuro no lejano.
“Las herramientas de la
investigación y la práctica de la medicina serán menos costosas y más potentes,
mientras que la investigación y el diagnóstico serán más eficaces, lo que
permitirá una capacidad de respuesta más rápida para tratar nuevas
enfermedades”, apuntó.
Por su parte, Raquel López
Arellano, jefa de la División de Ciencias Químico Biológicas de la FESC, señaló
que la optimización es una técnica para responder a las exigencias de eficacia,
seguridad, adaptación y rentabilidad de un medicamento. Sin embargo, dicho
mecanismo no sólo se aplica en la fabricación de fármacos sino en la
implementación y desarrollo de un procedimiento analítico, precisó.
En la conferencia Optimización
de procesos farmacéuticos, la especialista en farmacia industrial destacó que
ese proceso no es estable sino dinámico, y se encamina a obtener productos con
alta rentabilidad y consistencia. Se aplica para obtener un bien robusto. Este
paso mejora las condiciones de operatividad, con la finalidad de llegar a un
resultado que cumpla con las especificaciones requeridas.
Abundó que ello implica
desarrollar una metodología para evaluar la sustancia en una muestra, o bien,
implementar y concebir un procedimiento para obtener un nuevo medicamento,
“incluso si se pretende extraer un fármaco de una planta, por ejemplo, se
requiere de un determinado mecanismo en donde deben mejorarse las condiciones
de operación”.
En química farmacéutica deben
definirse las condiciones para obtener materias primas o excipientes. Para ello
se efectúan acciones en las que “también deben definirse límites, que
permitirán conseguir lo que se desea, con agilidad y los mejores tiempos y
costos”, expresó.
Puntualizó que la finalidad
“es la obtención de productos con alta reproducibilidad y de manera
consistente, es decir, la repetición de las características que se consideran
buenas o aceptables”.
López Arellano concluyó que en
la generación de un remedio farmacéutico participa un grupo multidisciplinario
que realiza estudios farmacológicos, farmacocinéticos, caracterización química
y física, entre otros especialistas, que intervienen desde la concepción de la
molécula hasta el medicamento y su comercialización; todo ello es importante
para avanzar, por ejemplo, en el conocimiento de todas las variables
relacionadas con el resultado terapéutico.
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PIES DE FOTO
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En la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM se
analizan las propiedades de los nanovectores para tratar enfermedades
neurodegenerativas y de tumores cerebrales.