06:00 hrs.  03 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-986

Ciudad Universitaria

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SOLUCIONAR ARIDEZ, DEGRADACIÓN Y EROSIÓN DE LOS SUELOS, RETO DE LA EDAFOLOGÍA

 

·        Señaló Norma García Calderón, académica de la Facultad de Ciencias de la UNAM, quien expuso que el sellamiento de superficies compite con su productividad

·        Miguel Ángel Valera,  de la BUAP, explicó que los suelos complejos y heterogéneos; que interactúan con el clima, agua, minerales, organismos vivos, desechos y tecnología

·        Son sistemas vivos, independientes; representan procesos cambiantes, en evolución permanente, añadió Sergey Sedov, del Instituto de Geología

 

Gran parte de las investigaciones en edafología o ciencia del suelo, se encaminan a solucionar los graves problemas de acidificación, aridez y degradación física por compactación, y otros como la erosión, que impacta a 75 u 80 por ciento del territorio del país, aseguró Norma García Calderón, académica de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM.

 

En el marco de las Jornadas de Conmemoración por el XL aniversario del Laboratorio de Edafología de la FC y del Tercer Seminario Internacional de Clasificación de Suelos, expuso que el sellamiento de superficies compite con su productividad.

 

Ante la rivalidad registrada entre los diferentes usos del terreno, el papel de los edafólogos es la conciliación, consideró la ex coordinadora del Laboratorio que lleva el nombre de quien fuera profesor emérito de la FC y su fundador: “Nicolás Aguilera Herrera”.

 

En el futuro, añadió, el objetivo de esa ciencia será desarrollar metas específicas, como continuar el estudio de su relación con los seres vivos, más allá de la productividad. Asimismo, seguirá el análisis de los procesos biogeoquímicos que intervienen en los ciclos tróficos; y se profundizará en la función del suelo como amortiguador en la naturaleza, fundamental para el mantenimiento de la vida en el planeta. Ligado a ellos, los trabajos edáficos se orientarán a la conservación de la biodiversidad.

 

Por su parte, Miguel Ángel Valera, investigador del Instituto de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), explicó que los suelos son sistemas complejos y heterogéneos; a su vez interfases entre todos los demás “compartimientos ambientales”, que interactúan con el clima, agua, minerales, organismos vivos, desechos y tecnología.

 

Son un medio que permite el movimiento e intercambio de energía en el ambiente, por su participación en los ciclos biogeoquímicos de prácticamente todos los elementos y compuestos químicos, pero dijo, también es sumidero de muchas de estas sustancias, acumulándolas, secuestrándolas, estabilizándolas y  depurándolas.

 

Uno de sus papeles más importantes es el de amortiguador, al impedir cambios en el entorno, vencimiento de la capacidad de carga de los ecosistemas; mantener la homeóstasis ambiental y conservación del clima de los biomas, detalló.

 

El suelo presenta diversos usos para la actual sociedad humana, precisó. No sólo se produce en él la mayor parte de los alimentos, sino que se crea y modifica el hábitat, al depositar residuos y desechos, y crear tecnología.

 

Muchos de los problemas ambientales se relacionan con la actitud hacia ese medio: cambio climático, desertificación, pérdida de la calidad de los recursos hídricos, contaminación del aire, pérdida de biodiversidad e incluso crecimiento demográfico, sostuvo.

 

 

 

Miguel Ángel Valera también recordó que esta ciencia se desarrolló en México al amparo de las ciencias agronómicas. Empero, uno de los científicos que entendió su necesaria interdisciplinariedad fue Nicolás Aguilera, quien de formación químico-bacteriólogo-parasitólogo, realizaba investigación sobre suelos con un enfoque no únicamente agrícola.

 

En 1958 inició la cátedra de edafología en la FC de la UNAM para preparar especialistas con formación en biología, y la maestría con perfil de admisión multidisciplinaria en 1988, agregó. Hoy, se reconoce la gran importancia de esa disciplina en las ciencias ambientales.

 

A su vez, Sergey Sedov, coordinador del Departamento de Edafología del Instituto de Geología (IGl), señaló que el suelo es parte de varios sistemas terrestres, indispensable en varios campos de investigación y actividades humanas. Sin embargo, en ocasiones se le considera como un substrato inerte, un medio pasivo donde ocurre el crecimiento de plantas o donde se encuentran contaminantes, o pasa agua.

 

Por el contrario, aclaró, es un sistema vivo, independiente en el sentido de los procesos que se operan en él son originales y más allá de ser sólo biológicos o geológicos. Es cambiante y en evolución permanente.

 

El desarrollo de cualquier nuevo enfoque, tendencia o idea en ciencias no ocurre por sí mismo, expresó. Detrás hay investigadores que lo promueven, y en el caso de México se debe mencionar al maestro Nicolás Aguilera como uno de los más importantes promotores de la edafología.

 

Al igual que el científico ruso Vasiliy Dokuchaev, fundador de esa ciencia en aquel país y de su vertiente moderna, primero en presentar el paradigma edafogenético, ambos lograron superar su campo original y desarrollar conceptos originales, recalcó.

 

Nunca separaron la investigación de la docencia. Vasily Dokuchaev fue fundador de la primera cátedra de esta disciplina en el Instituto Agronómico de Nueva Alexandría, hace 110 años; y Nicolás Aguilera hizo lo mismo en la FC y luego creó el laboratorio, abundó.

 

Gracias a hombres como ellos, mencionó Sergey Sedov, “tenemos a la edafología instalada en las universidades y eso asegura que la enorme riqueza intelectual que acumula será transmitida a nuevas generaciones”, especialmente en “tiempos de crisis como los actuales”.

 

En su oportunidad, Cristina Cramer, secretaria general de la FC, destacó que corresponde a los actuales integrantes del Laboratorio “transmitir el entusiasmo y sensibilizar a los jóvenes acerca de la importancia de la edafología”.

 

Ello, sentenció, con el objetivo de “recuperar a la madre tierra, que tanto hemos dañado, alterado, insultado, y continuamos haciéndolo día a día; estamos a tiempo”.

 

En la ceremonia también participó Jorge Gama, del Departamento de Edafología del IGl, quien rememoró que Nicolás Aguilera Herrera fue un incansable investigador de los suelos del país y nos dio a conocer más allá de nuestras fronteras. Fue un soñador, finalizó.

 

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FOTO 01

Participantes de las Jornadas de Conmemoración por el XL aniversario del Laboratorio de Edafología de la Facultad de Ciencias de la UNAM y del Tercer Seminario Internacional de Clasificación de Suelos.

 

FOTO 02.

Las investigaciones en edafología se encaminan a solucionar los problemas por compactación y erosión de los suelos, revelaron científicos reunidos en la Facultad de Ciencias de la UNAM.