06:00 hrs.  29 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-973

Ciudad Universitaria

 

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DISTINGUIR ENTRE PROGRAMAS PRÁCTICOS O DE INVESTIGACIÓN, RECLAMO DE LA BIÓETICA

 

·        Indicó el ex rector de la UNAM Guillermo Soberón, al participar en el Simposio Internacional Bioética, salud y justicia social

·        El actual presidente del Consejo de la Comisión Nacional de Bioética consideró importante reconocer que hay varios tipos de análisis en este sentido

·        Recordó que la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos pugnó por la introducción de la perspectiva social como artículo central

 

La bioética en el campo de la salud pública reclama distinguir si sus programas son de carácter práctico o de investigación, pues muchas veces los límites son borrosos, indicó el ex rector de la UNAM Guillermo Soberón, al participar en el Simposio Internacional Bioética, salud y justicia social.

 

El actual presidente del Consejo de la Comisión Nacional de Bioética, consideró importante reconocer que hay varios tipos de análisis: biomédico, el cual es subindividual; clínico, de carácter individual, y de salud pública o poblacional, es decir, se refiere a grupos o comunidades. Esta última puede ser epidemiológica, para saber cuáles son las enfermedades que nos afectan y su prevalencia, en sistemas de políticas de salud y sobre esquemas regulatorios.

 

También debe tomarse en cuenta, agregó, que el alcance de la bioética en la salud pública se da en cuatro rubros: promoción de la salud (que incluye lo referente a una buena alimentación y ejercicio, entre otros); reducción de riesgos (prevención del daño); investigación epidemiológica, referida a servicios, sistemas y políticas de salud, así como la desigualdad socioeconómica y las diferencias estructurales.

 

Guillermo Soberón añadió que se han identificado 17 líneas de trabajo en donde cabe un esfuerzo mayor para que los países en vías de desarrollo tengan mejores oportunidades: infecciones, desnutrición y salud reproductiva (2), amenaza microbiana (4), enfermedades no transmisibles y lesiones (4), políticas de salud (3) y respuesta institucional (4).

 

Recordó también lo señalado en la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos, aprobada por la UNESCO en 1997. Ahí se asientan principios como: dignidad y derechos humanos; igualdad, justicia y equidad; beneficencia y no maleficencia; respeto a la diversidad cultural y pluralismo; no discriminación y no estigmatización; autonomía y responsabilidad individual; consentimiento informado; privacidad y confidencialidad; solidaridad y cooperación.

 

El presente año, dicho organismo aprobó la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos. Para ello, destacó, se pugnó por la introducción de la perspectiva social como artículo central; la incorporación del género en distintas consideraciones y del nuevo principio de protección a grupos vulnerables. En investigación se insertaron los términos de equidad y ética adecuada en la cooperación internacional; se enfatiza que se centre en problemas de salud de los países en desarrollo y beneficio compartido, es decir, que los productos ayuden a los participantes de manera justa y adecuada.

 

Guillermo Soberón concluyó que en el 2000 la Organización Mundial de la Salud produjo un mecanismo de evaluación de los sistemas de salud de 160 países. México quedó en el lugar 61. “Los dos indicadores que nos afectaron fundamentalmente fueron la inequidad que existe y la inversión, la cual no ha sido suficiente”.

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01.

 

El ex rector de la UNAM Guillermo Soberón participó en el Simposio Internacional Bioética, salud y justicia social, donde indicó que esta materia reclama si sus programas son prácticos o de investigación.

 

 

FOTO 02

 

El actual presidente del Consejo de la Comisión Nacional de Bioética, Guillermo Soberón, dijo que en el 2000 la OMS ubicó a México en el lugar 61 en la evaluación de los sistemas de salud de 160 países.