Boletín
UNAM-DGCS-973
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al
final del boletín
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Indicó
el ex rector de la UNAM Guillermo Soberón, al participar en el Simposio
Internacional Bioética, salud y justicia social
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El
actual presidente del Consejo de la Comisión Nacional de Bioética consideró
importante reconocer que hay varios tipos de análisis en este sentido
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Recordó que la Declaración Universal sobre
Bioética y Derechos Humanos pugnó por la introducción de la perspectiva social
como artículo central
La bioética en el campo de la salud pública
reclama distinguir si sus programas son de carácter práctico o de
investigación, pues muchas veces los límites son borrosos, indicó el ex rector
de la UNAM Guillermo Soberón, al participar en el Simposio Internacional Bioética,
salud y justicia social.
El actual presidente del Consejo de la Comisión
Nacional de Bioética, consideró importante reconocer que hay varios tipos de
análisis: biomédico, el cual es subindividual; clínico, de carácter individual,
y de salud pública o poblacional, es decir, se refiere a grupos o comunidades.
Esta última puede ser epidemiológica, para saber cuáles son las enfermedades
que nos afectan y su prevalencia, en sistemas de políticas de salud y sobre
esquemas regulatorios.
También debe tomarse en cuenta, agregó, que el
alcance de la bioética en la salud pública se da en cuatro rubros: promoción de
la salud (que incluye lo referente a una buena alimentación y ejercicio, entre
otros); reducción de riesgos (prevención del daño); investigación
epidemiológica, referida a servicios, sistemas y políticas de salud, así como
la desigualdad socioeconómica y las diferencias estructurales.
Guillermo Soberón añadió que se han
identificado 17 líneas de trabajo en donde cabe un esfuerzo mayor para que los
países en vías de desarrollo tengan mejores oportunidades: infecciones,
desnutrición y salud reproductiva (2), amenaza microbiana (4), enfermedades no
transmisibles y lesiones (4), políticas de salud (3) y respuesta institucional
(4).
Recordó también lo señalado
en la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos,
aprobada por la UNESCO en 1997. Ahí se asientan principios como: dignidad y
derechos humanos; igualdad, justicia y equidad; beneficencia y no maleficencia;
respeto a la diversidad cultural y pluralismo; no discriminación y no
estigmatización; autonomía y responsabilidad individual; consentimiento
informado; privacidad y confidencialidad; solidaridad y cooperación.
El presente año, dicho organismo aprobó
la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos. Para ello, destacó,
se pugnó por la introducción de la perspectiva social como artículo central; la
incorporación del género en distintas consideraciones y del nuevo principio de
protección a grupos vulnerables. En investigación se insertaron los términos de
equidad y ética adecuada en la cooperación internacional; se enfatiza que se
centre en problemas de salud de los países en desarrollo y beneficio compartido,
es decir, que los productos ayuden a los participantes de manera justa y
adecuada.
Guillermo Soberón concluyó que en el 2000 la
Organización Mundial de la Salud produjo un mecanismo de evaluación de los
sistemas de salud de 160 países. México quedó en el lugar 61. “Los dos
indicadores que nos afectaron fundamentalmente fueron la inequidad que existe y
la inversión, la cual no ha sido suficiente”.
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PIES DE FOTO
FOTO 01.
El ex rector de
la UNAM Guillermo Soberón participó en el Simposio Internacional Bioética,
salud y justicia social, donde indicó que esta materia reclama si sus programas
son prácticos o de investigación.
FOTO 02
El actual
presidente del Consejo de la Comisión Nacional de Bioética, Guillermo Soberón,
dijo que en el 2000 la OMS ubicó a México en el lugar 61 en la evaluación de
los sistemas de salud de 160 países.