Boletín
UNAM-DGCS-967
Ciudad Universitaria
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A PARTIR DE CHARLES DARWIN SE SEPARARON RELIGIÓN Y CIENCIA: ROSAURA RUIZ
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La
secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM participó en el ciclo de
conferencias El que Sabe... Sabe
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Él demostró
que no se tiene que hacer uso de una explicación sobrenatural para entender el
surgimiento de los seres vivos, indicó
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Pese a ello,
hay que dar respeto absoluto a las ideas religiosas, subrayó
A partir de las ideas sobre la evolución y el origen de
las especies de Charles Darwin, se separaron de manera total la religión y la
ciencia, afirmó Rosaura Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional de la
UNAM, al participar en el ciclo de conferencias El que Sabe... Sabe.
Si bien es cierto que en ese momento los científicos
buscaban entender la evolución con argumentos sólidos y válidos, también lo es
que decían “queremos entender las leyes con las que Dios creó el universo”.
En cambio, Charles Darwin demuestra que no se tiene que
hacer uso de una explicación sobrenatural, para entender el surgimiento de los
seres vivos, y muestra la existencia de explicaciones materialistas sobre cómo
aparece y desarrolla la vida sin acudir a ningún ser en especial, precisó en el
evento organizado por la Dirección General de Incorporación y Revalidación de
Estudios de la UNAM.
En ese sentido, recalcó, la teoría de la evolución era
peligrosa para ciertos sectores porque hablaba de un cambio y, en la época de
Darwin, algunos grupos no la consideraron como algo digno de discutirse,
ampliarse y creerse; al contrario se pensaba que lo importante era el orden y
lo establecido.
Por la forma en la cual surgió, las ideas sobre el
proceso y origen de las especies se enfrentan con la Iglesia, concretamente con
las ideas judeocristianas, refirió la especialista en teorías biológicas sobre
la evolución.
No obstante, hay que dar respeto absoluto a las ideas
religiosas, pero en una clase de ciencias es importante separar las razones.
Por un lado, la fe tiene ciertos objetivos y cubre necesidades humanas sin duda
primordiales; por otro, la ciencia tiene otros fines, que no se pueden
traslapar a otro ámbito, enfatizó en el auditorio del Instituto de
Investigaciones Bibliográficas de esta casa de estudios.
De manera que es preciso entender cuáles son los
problemas propios de la ciencia y cuáles los de la religión. A la ciencia no le
atañe demostrar o no si existe Dios, no es un asunto científico sino de la
teología, sostuvo.
Además, puntualizó, no puede abordar o resolver cualquier
tema, porque en ésta una teoría tiene fundamentos, evidencias, y asociadas a
ellas leyes y principios.
De una idea de creación a una de evolución hay una gran
transformación de pensamiento, esto se conoce como cambio de paradigma, porque
existe una enorme diferencia entre creer que hubo un principio como lo dice la
Biblia y un proceso de desarrollo, destacó.
En ese sentido, aseveró, una de las grandes revoluciones
de la ciencia son las ideas darwinianas. A partir de 1859 fecha en la cual
Charles Darwin publicó su teoría, ésta ha crecido y avanzado. Se incorporó la
genética, la biología molecular, se explicó la estructura de los genes, pero la
base de estos estudios siguen siendo los planteamientos del inglés.
Bajo este panorama, consideró, es como se debe enseñar la
evolución, pero también es importante mostrar a los alumnos cómo se concibió.
Esto puede ser necesario para la mayor parte de los conceptos científicos; “si
un estudiante entiende en qué pensaba el científico, por qué se preocupó por
ese tema y cómo resolvió el problema se pueden entender sus postulados”.
Así sucedió con este paradigma, cada paso o momento
relacionado con la historia de una especie es determinante, porque de ello
depende que pueda o no existir, mencionó.
En realidad, la teoría de la evolución se puede seguir
con mucho detalle porque Charles Darwin escribió todo y para los historiadores
de la Biología esto es fascinante, porque se puede ver el cambio del
pensamiento darwiniano paso a paso, concluyó.
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FOTO 01
Rosaura Ruiz,
secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, señaló que a partir de la
teoría de la evolución se separaron religión y ciencia.
FOTO 02.
Es importante
mostrar a los alumnos cómo se concibieron las ideas de Charles Darwin, para la cabal
comprensión de quienes abordan este tema, indicó Rosaura Ruiz, titular de
Desarrollo Institucional de la UNAM.