06:00 hrs.  26 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-965

Ciudad Universitaria

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DESCUBREN CIENTÍFICOS DE LA UNAM LA ZONA DEL CEREBRO DONDE OCURREN LOS PROCESOS DE PERCEPCIÓN

 

·        El hallazgo de Ranulfo Romo y Víctor de Lafuente del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, revoluciona conceptos del siglo XIX

·        Por su importancia, los resultados se publicaron en la prestigiada revista Nature Neuroscience

 

En un hecho sin precedentes que revoluciona conceptos arraigados desde el siglo XIX, un grupo de investigación del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, encabezado por Ranulfo Romo y Víctor de Lafuente, descubrió que los procesos finos de la percepción ocurren en el lóbulo frontal del cerebro y no en las zonas sensoriales primarias de la corteza cerebral, como se pensaba tradicionalmente.

 

El hallazgo derivó luego de cuatro años de entrenamiento y experimentación en monos. Por su importancia, los resultados de la investigación se publicaron ya en la versión en línea de la prestigiada revista Nature Neuroscience y aparecerán en la edición impresa de la publicación en diciembre.

 

Ranulfo Romo explicó que con este experimento, que fue la tesis doctoral de Víctor de Lafuente, bajo su tutoría, se demostró de manera inequívoca dónde ocurren realmente las señales neurales que determinan nuestra apreciación.

 

“Es contundente y  demuestra por primera vez cuál es el rol funcional de estas zonas corticales del cerebro y dónde ocurren  los procesos finos de nuestra percepción”, resaltó.

 

El académico de la UNAM, quien tiene reconocimiento mundial por sus contribuciones en el área de las neurociencias, expuso que el trabajo es una muestra para los científicos jóvenes, quienes no deben dejarse llevar por los dogmas, sino escudriñar para entender el funcionamiento del cerebro.

 

Se pensaba, explicaron los científicos, que la percepción estaba en las áreas sensoriales primarias, pero en el lóbulo frontal, concretamente en el área motora suplementaria, se crea un sistema o centro de convergencia que puede tomar información, tanto de la memoria como sensorial, para generar acciones.

 

Ejemplificaron que en ocasiones creemos escuchar sonidos, o ver movimientos inexistentes y podemos generar actividades. Así, estas percepciones están generadas de manera interna y no provienen del exterior.

 

Ranulfo Romo previó que este hallazgo creará un gran debate, porque algunos autores recientes postulan que los correlatos neurales de la percepción ocurren en las áreas sensoriales primarias de la corteza cerebral.

 

El experimento realizado en el Instituto de Fisiología Celular requirió que los ejemplares fueran cuidadosamente entrenados, para poder estudiar  el funcionamiento y actividad de las células individuales de distintas zonas del cerebro, mientras el animal elaboraba la percepción.

 

“Nos permitió leer su mente y su actividad eléctrica para buscar correlatos precisos con los estímulos sensoriales y con el grado de percepción que experimentaba el animal en ese instante”, señaló el investigador.

 

Los monos, expuso Víctor de Lafuente, recibieron un estímulo de vibración en uno de los dedos y  apretaron botones como respuesta al sentirlo.

“Si sentía el estímulo, las neuronas de la corteza frontal se activaban y sabíamos por adelantado, antes de que el mono apretara el botón, que había  percibido esa inducción”, refirió.

 

Por el contrario, continuó, “cuando el estímulo era menor, y el animal no lo sentía, estas neuronas no se activaron, es decir no reflejaban la cantidad física del mismo, sino la percepción del mamífero”. Ello, a diferencia de las neuronas sensoriales que no muestran lo que el mono percibe, sino las cantidades físicas de un estímulo.

 

El trabajo, señaló Ranulfo Romo, resuelve un problema viejo de la ciencia sobre cuál es la mínima información que requiere el cerebro para generar nuestra percepción.

 

Víctor de Lafuente concluyó que ésta sí precisa de la activación de las cortezas sensoriales primarias, pero eso no es suficiente para producirla. Además, es necesario que esa actividad  viaje hacia los lóbulos frontales, se combine con la memoria y expectativas del ambiente.

 

Cabe señalar que este es el octavo artículo que el Laboratorio del doctor  Ranulfo Romo publica en la revista Nature Neuroscience.

 

 

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FOTO 01.

Ranulfo Romo y Víctor de Lafuente, del IFC de la UNAM, descubrieron que los procesos finos de la percepción ocurren en el lóbulo frontal del cerebro y no en las zonas sensoriales primarias de la corteza cerebral.

 

FOTO 02

El investigador Ranulfo Romo de la UNAM, demostró cuál es el rol funcional de las zonas corticales del cerebro y dónde ocurren  los procesos finos de nuestra percepción.