Boletín
UNAM-DGCS-965
Ciudad Universitaria
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DESCUBREN CIENTÍFICOS DE LA UNAM LA ZONA DEL CEREBRO DONDE OCURREN LOS PROCESOS DE PERCEPCIÓN
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El hallazgo de Ranulfo Romo y Víctor de Lafuente
del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, revoluciona conceptos del siglo
XIX
·
Por su importancia, los resultados se publicaron
en la prestigiada revista Nature Neuroscience
En un hecho sin precedentes
que revoluciona conceptos arraigados desde el siglo XIX, un grupo de
investigación del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, encabezado por
Ranulfo Romo y Víctor de Lafuente, descubrió que los procesos finos de la
percepción ocurren en el lóbulo frontal del cerebro y no en las zonas
sensoriales primarias de la corteza cerebral, como se pensaba tradicionalmente.
El hallazgo derivó luego de
cuatro años de entrenamiento y experimentación en monos. Por su importancia,
los resultados de la investigación se publicaron ya en la versión en línea de
la prestigiada revista Nature Neuroscience y aparecerán en la edición impresa
de la publicación en diciembre.
Ranulfo Romo explicó que con
este experimento, que fue la tesis doctoral de Víctor de Lafuente, bajo su
tutoría, se demostró de manera inequívoca dónde ocurren realmente las señales
neurales que determinan nuestra apreciación.
“Es contundente y demuestra por primera vez cuál es el rol
funcional de estas zonas corticales del cerebro y dónde ocurren los procesos finos de nuestra percepción”,
resaltó.
El académico de la UNAM, quien
tiene reconocimiento mundial por sus contribuciones en el área de las
neurociencias, expuso que el trabajo es una muestra para los científicos
jóvenes, quienes no deben dejarse llevar por los dogmas, sino escudriñar para
entender el funcionamiento del cerebro.
Se pensaba, explicaron los
científicos, que la percepción estaba en las áreas sensoriales primarias, pero
en el lóbulo frontal, concretamente en el área motora suplementaria, se crea un
sistema o centro de convergencia que puede tomar información, tanto de la
memoria como sensorial, para generar acciones.
Ejemplificaron que en
ocasiones creemos escuchar sonidos, o ver movimientos inexistentes y podemos
generar actividades. Así, estas percepciones están generadas de manera interna
y no provienen del exterior.
Ranulfo Romo previó que este
hallazgo creará un gran debate, porque algunos autores recientes postulan que
los correlatos neurales de la percepción ocurren en las áreas sensoriales
primarias de la corteza cerebral.
El experimento realizado en el
Instituto de Fisiología Celular requirió que los ejemplares fueran
cuidadosamente entrenados, para poder estudiar
el funcionamiento y actividad de las células individuales de distintas
zonas del cerebro, mientras el animal elaboraba la percepción.
“Nos permitió leer su mente y
su actividad eléctrica para buscar correlatos precisos con los estímulos
sensoriales y con el grado de percepción que experimentaba el animal en ese
instante”, señaló el investigador.
Los monos, expuso Víctor de
Lafuente, recibieron un estímulo de vibración en uno de los dedos y apretaron botones como respuesta al
sentirlo.
“Si sentía el estímulo, las
neuronas de la corteza frontal se activaban y sabíamos por adelantado, antes de
que el mono apretara el botón, que había
percibido esa inducción”, refirió.
Por el contrario, continuó,
“cuando el estímulo era menor, y el animal no lo sentía, estas neuronas no se
activaron, es decir no reflejaban la cantidad física del mismo, sino la
percepción del mamífero”. Ello, a diferencia de las neuronas sensoriales que no
muestran lo que el mono percibe, sino las cantidades físicas de un estímulo.
El trabajo, señaló Ranulfo
Romo, resuelve un problema viejo de la ciencia sobre cuál es la mínima
información que requiere el cerebro para generar nuestra percepción.
Víctor de Lafuente concluyó
que ésta sí precisa de la activación de las cortezas sensoriales primarias,
pero eso no es suficiente para producirla. Además, es necesario que esa
actividad viaje hacia los lóbulos
frontales, se combine con la memoria y expectativas del ambiente.
Cabe señalar que este es el octavo artículo que el
Laboratorio del doctor Ranulfo Romo
publica en la revista Nature Neuroscience.
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FOTO 01.
Ranulfo Romo y
Víctor de Lafuente, del IFC de la UNAM, descubrieron que los procesos finos de
la percepción ocurren en el lóbulo frontal del cerebro y no en las zonas
sensoriales primarias de la corteza cerebral.
FOTO 02
El investigador Ranulfo Romo de la UNAM, demostró cuál es el rol funcional de las zonas corticales del cerebro y dónde ocurren los procesos finos de nuestra percepción.