06:00 hrs.  24 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-955

Ciudad Universitaria

Pie de foto al final del boletín

 

EL SABER, UNO DE LOS PODERES FUNDAMENTALES DE LAS MUJERES

 

·        Afirmó Marcela Lagarde, académica de la UNAM y diputada del Partido de la Revolución Democrática

·        La instrucción, y en particular la pública, ha permitido resolver la exclusión educativa femenina, aseveró

·        Están inscritas en una cultura patrimonialista, autoritaria, antidemocrática y machista, consideró Dalia Barrera, académica de la ENAH

·        Participaron en la mesa redonda Mujeres y participación política, efectuada en el marco del Primer Foro de Investigación Acción Feminista “Mujeres y poder”

 

Uno de los poderes fundamentales de las mujeres es el saber, el cual es creativo, crítico y propositivo. La instrucción, y en particular la pública, ha permitido resolver la exclusión educativa femenina, afirmó Marcela Lagarde, académica de la UNAM y diputada del Partido de la Revolución Democrática.

 

Al participar en la mesa Mujeres y participación política, efectuada en el marco del Primer Foro de Investigación Acción Feminista “Mujeres y poder”, organizado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), relató cómo fue su incursión en esta actividad.

 

La antropóloga destacó que en la Cámara de Diputados, poco a poco las mujeres han abierto espacios, tomado decisiones, convencido a los partidos y logrado que el Pleno asuma “una política de género concreta, aunque ésta es todavía limitada y reducida”.

 

Prueba de ello es que se ha  presentado “una reforma integral a la Ley Federal del Trabajo, que implica la transversalidad de género en toda la normatividad”, para que en ese ámbito “haya derechos sociales, a través del empleo, para las trabajadoras en México”, subrayó en el auditorio del CEIICH.

 

Por su parte, Dalia Barrera, académica de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), aseguró que las mujeres están “inscritas en una cultura política patrimonialista, autoritaria, antidemocrática y machista”. Esta forma no tiene nada que ver con la ciudadanía; no respeta la concepción profunda de lo que implica poseer este sexo.

 

Además, refirió, los liderazgos generados están marcados por un carácter patriarcal. “Las mujeres somos una base social importante del clientelismo, en todo el juego político”.

 

Por ello, sugirió, debemos ser criticas con lo que sucede, porque esto no es construcción ciudadana; “se trata de que haya un ejercicio pleno y claro de todas y todos los mexicanos de razonar políticamente y tomar decisiones”.

 

En ese sentido, consideró, debe existir un acceso en igualdad de oportunidades en todas las esferas importantes, no sólo en el servicio público sino también en el privado.

 

Ello implica la existencia de más mujeres con capacidad de hacer escuchar su voz y, al mismo tiempo, de transformaciones en el ámbito doméstico, en las escuelas e iglesias; asimismo, dijo, se debe saber a ciencia cierta cuál es su papel en el poder, en los espacios institucionales, incluyendo al Estado.

 

A su vez,  Martha Tamayo, senadora por el Partido Revolucionario Institucional, señaló que en la política actual hace falta “la conciliación de argumentos para poder avanzar”.

 

Al interior de los partidos, la capacitación femenina con intención en participar en la vida política es un elemento esencial, porque con ello les estarán dando herramientas para ocupar puestos públicos, mencionó.

 

Como parte de sus derechos humanos, la mujer tiene el de conducir a la sociedad, y si no han demostrado todavía que son las mejores en ello es porque no se les ha dado la oportunidad, aseveró.

 

Por último, Margarita Zavala, diputada por el Partido Acción Nacional, recordó que el sexo femenino ha participado en la política desde hace tiempo, incluso antes de obtener el derecho a votar. Lo que se quiere, sostuvo, es intervenir, junto con los hombres, en la toma de decisiones y que quienes ya lo hacen estén conscientes de ello.

 

En ese contexto, es deseable que en la Cámara, las representantes tengan injerencia en la discusión de todos los temas y no sólo en las comisiones relacionadas con su género, concluyó.

 

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FOTO 01.

 

Martha Tamayo, Marcela Lagarde, Patricia Castañeda, Dalia Barrera y Margarita Zavala, durante la mesa Mujeres y participación política, organizada por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.