Boletín
UNAM-DGCS-946
Ciudad Universitaria
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final del boletín
NUESTRO PAÍS,
MEJOR PREPARADO PARA HACER FRENTE A LA INFLUENZA AVIAR
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Aseveró José Narro Robles, director de la
Facultad de Medicina de la UNAM
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La participación social y el manejo responsable
de la información, junto con la capacidad organizativa, pueden dar un mejor
desempeño ante una situación sanitaria de emergencia, aseguró
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Pablo Kuri Morales, director general de
Epidemiología de la Secretaría de Salud, informó que existe ya el Plan Nacional
de Preparación y Respuesta, para proteger a la población
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Participaron en el Simposio La epidemia
inminente: influenza A H5-N1. Escenarios e intervenciones posibles
En el mundo y en nuestro país existe
una mayor preparación para detectar, diagnosticar y establecer mecanismos que
nos puedan llevar a un mejor manejo de una epidemia de influenza aviar, aún
cuando la posibilidad de una pandemia existe, y no es una exageración, afirmó
José Narro Robles, director de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
En buena parte, indicó, la
participación social y el manejo responsable de la información, junto con la
capacidad organizativa, son los que pueden dar realmente la posibilidad de
tener un mejor desempeño ante una situación sanitaria de emergencia, como la
que se prevé pudiera ocurrir en un dado caso.
En el auditorio Dr. Raoul Fournier
Villada de la FM, destacó que existen posibilidades preventivas y terapéuticas.
Pero, aseguró, nuestro país tendría que competir con el resto del mundo para la
adquisición, tanto de antivirales como de vacunas, que se están desarrollando.
La influenza, explicó, es una
enfermedad viral que afecta primordialmente las vías respiratorias del ser
humano, se puede registrar en todos los grupos de edad y se presenta con mayor
severidad en los extremos de la vida. El virus que la provoca pertenece a la
familia Orthomyxoviridae y registra tres tipos: A, B y C. El primero es el
relacionado con las grandes pandemias, el cual circula y se replica en
distintas especies, en particular las aves.
Los efectos de este mal, sostuvo, aparecen en
ciclos de entre 10 y 25 años. Por esta situación es que en los últimos lustros
se ha esperado la aparición de una variedad que pueda afectar al ser humano y
contribuir a la producción de una epidemia: alta transmisibilidad, virulencia y
letalidad; gran capacidad de recombinación y mutación, así como de infección de
un animal a un ser humano y de un individuo a otro.
Parecería que ese subtipo, recalcó,
fuese el H5N1. “No podemos estar seguros de que esto suceda –aclaró– pero sí
tenemos la obligación de prepararnos por si lo fuera”. Este es de una letalidad
alta en aves, cercana al cien por ciento; en los seres humanos varía: se dice
que podría estar entre el 20 y el 60 por ciento. Lo que sí sabemos, insistió, es
que al día 17 de noviembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene
registrados 130 casos de ella en seres humanos y que de ellos 67, es decir, 52
por ciento, han fallecido.
Preocupa que a partir de que
empezaron a presentarse casos en los seres humanos en el 2003 en Hong Kong, las
cifras han venido incrementándose, “y a lo largo del año se han presentado 86
de los 130, en Indonesia, Camboya, Tailandia, Vietnam y China”, aseguró Narro
Robles al participar en el Simposio La epidemia inminente: influenza A H5-N1.
Escenarios e intervenciones posibles.
Las consecuencias de una pandemia
serían catastróficas, en términos de vidas humanas, de casos de enfermedad y
los servicios de salud, destacó. También en cuanto a lo económico: el libre
tránsito de bienes y personas se restringiría, habría cierre de las fronteras a
las importaciones y exportaciones, y el turismo disminuiría, entre otras.
Los Centros de Control y Prevención de
Enfermedades de Estados Unidos, sostuvo, han calculado que sólo en ese país un
evento de este tipo podría generar hasta 80 millones de casos, “y si nos vamos
con las cifras bajas de mortalidad, de aquéllos fallecerían el 20 por ciento”.
Por eso, afirmó, es indispensable prepararnos como nación.
Al respecto, Pablo Kuri Morales, director
general de Epidemiología de la Secretaría de Salud, informó que existe ya el
Plan Nacional de Preparación y Respuesta, cuyo objetivo es proteger a la
población mexicana ante el riesgo de que ocurriera esta expansión.
Las líneas de acción que contempla
abarcan seis puntos: difusión y movilización social, coordinación (la cual es
fundamental para la respuesta oportuna), vigilancia epidemiológica, atención
médica, servicios a la población, así como reserva estratégica (que incluiría
antivirales y antibióticos, por mencionar algunos).
En nuestro país esperamos tener, en
su momento, la capacidad de producir una vacuna contra la influenza estacional,
que sirva para cubrir la demanda interna, pero eventualmente pasar a la aviar,
consideró el funcionario gubernamental. Pero este proceso llevará por lo menos
de cinco a seis años. De ahí que indudablemente se debe hacer más investigación
básica, clínica y epidemiológica para desarrollar mejores antivirales, por
ejemplo, adelantó.
Así, expresó, los retos que se
tienen en cuanto a la influenza aviar es planear acciones ante un escenario de
total incertidumbre y operar el plan a todos los niveles. Para probar su
eficacia, consideró, es necesario hacer ejercicios y simulacros para la
evaluación de la respuesta. Si hubiera una pandemia, indicó, se estima que en
un periodo de seis meses pudiera afectarse entre 10 y 25 por ciento de nuestra
población.
Por su parte, Néstor Ledesma
Martínez, jefe del Departamento de Producción Animal: Aves de la Facultad de
Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, advirtió que efectivamente la
influenza aviar representa una amenaza para la agricultura nacional; sin
embargo, la información equivocada es un riesgo mayor.
El especialista comentó también que
esa enfermedad tiene dos presentaciones clínicas: de baja y alta patogenicidad.
En México, precisó, tenemos en aves desde 1994 el virus H5N2, que pertenece al
primer grupo; del segundo, no existen en nuestro territorio.
Recordó, además, que en 1995 hubo un
brote de influenza aviar de alta patogenicidad en aves comerciales que fue
controlado mediante sacrificio y vacunación. De hecho, en medicina veterinaria
podemos decir que nuestro país es el primero que de manera exitosa aplica una
vacuna en forma comercial para proteger a las aves domésticas.
Asimismo, señaló, se cuenta con la
Norma Oficial Mexicana 044-ZOO-1995 dedicada a la Campaña Nacional contra la
Influenza Aviar, que fue la respuesta para controlar a la que se presentó a
mediados de la década de los años 90, que se encarga de la prevención, el
control y la erradicación de ese padecimiento. Hay, de hecho, más de 10 estados
de la República libres del virus.
Para María Yolanda Cervantes
Apolinar, directora médica de Vacunas de Glaxo Smith Kline México, las dosis
son consideradas la primera línea de defensa contra la influenza aviar en
humanos para reducir la morbimortalidad. No obstante, comentó, ningún país
tendrá el suministro adecuado al inicio de la pandemia. Aquéllas aparecerán
realmente a los tres o seis meses después de la emergencia, y no necesariamente
en todo el mundo al mismo tiempo.
Actualmente, comentó, cerca de 10
naciones y ocho empresas están trabajando en el desarrollo de estas vacunas.
Inclusive, una de esas compañías va a presentar sus resultados al inicio de
diciembre próximo con el uso de H5N1 a la OMS.
También participaron en el Seminario
Javier Barroso, jefe de Epidemiología Hospitalaria del Instituto Nacional de
Perinatología; Juan Carlos Tinoco Favila, jefe del Servicio de Microbiología
del Hospital General de Durango de la Secretaría de Salud de ese estado, y
Eduardo Rodríguez Noriega, del Departamento de Infectología del Hospital Civil
de Guadalajara.
Asimismo, Gustavo Reyes Terán, del
Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de
Enfermedades Respiratorias; Irma López Martínez, del Departamento de Virología
del Instituto Nacional de Diagnóstico y de Referencia Epidemiológica, así como
Samuel Ponce de León Rosales y Sigfrido Rangel Frausto, quienes son director médico
y director médico asociado de Virología e Inmunología de Bristol-Myers Squibb
de México, respectivamente.
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FOTO 01.
Samuel Ponce, director médico de
Bristol-Myers Squibb de México, y José Narro, director de la FM de la UNAM, en
el Simposio La epidemia inminente: influenza A H5-N1. Escenarios e
intervenciones posibles.
FOTO 02
Gustavo Reyes Terán, del Instituto
Nacional de Enfermedades Respiratorias, participó en la UNAM en el Simposio La
epidemia inminente: influenza A H5-N1. Escenarios e intervenciones posibles.
FOTO 03
En la Facultad de
Medicina de la UNAM se realizó el Simposio La epidemia inminente: influenza A
H5-N1. Escenarios e intervenciones posibles.
FOTO 04
En el Simposio La
epidemia inminente: influenza A H5-N1. Escenarios e intervenciones posibles,
realizado en la UNAM, intervino Samuel Ponce, director médico de Bristol-Myers
Squibb de México.
FOTO 05
En la UNAM se
llevó a cabo el Simposio La epidemia inminente: influenza A H5-N1. Escenarios e
intervenciones posibles, en donde Irma López Martínez habló sobre el diagnóstico
y confirmación de la enfermedad.
FOTO 06
En la Facultad de
Medicina de la UNAM tuvo lugar el Simposio La epidemia inminente: influenza A
H5-N1. Escenarios e intervenciones posibles.
FOTO 07
Pablo Kuri Morales, director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud, asistió al Simposio La epidemia inminente: influenza A H5-N1. Escenarios e intervenciones posibles, realizado en la UNAM.