11:00 hrs.  22 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-943

Ciudad Universitaria

 

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OBTIENEN UNIVERSITARIOS PREMIO LEÓN BIALIK 2005, POR INVESTIGACIONES SOBRE TUBERCULOSIS

 

·        Luz María López Marín, Jorge Valencia y Karen Manoutcharian, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, se hicieron acreedores a este galardón

·        El ex rector José Sarukhán destacó que en la vida académica, el aliciente que mantiene a quienes se dedican a estas labores es el reconocimiento de sus pares

·        La bacteria que produce esa enfermedad es un organismo que por sí solo provoca el mayor número de muertes en el mundo: Luz María López Marín

 

Luz María López Marín, Jorge Valencia y Karen Manoutcharian, integrantes del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, se hicieron acreedores al Premio “León Bialik” a la Innovación Tecnológica 2005, por el proyecto “Identificación de Mycobacterium tuberculosis”.

 

En la ceremonia de entrega del reconocimiento, el ex rector e investigador emérito José Sarukhán destacó que en la vida académica, el aliciente que mantiene a quienes se dedican a estas labores es el reconocimiento de sus pares, porque son competitivos y exigentes.

 

Esto se aprecia cuando se trata de un premio con prestigio, trayectoria y cuando las personas honradas tienen el respeto de sus colegas y son modelo o punto de referencia. Así se meditó en la familia Bialik al establecer este reconocimiento con apoyo del Instituto de Ingeniería (II), dijo.

 

“Fue una decisión atinada que va con el espíritu inquieto de don León Bialik, de gran creatividad, de gran capacidad para asir el mundo y tratar de entenderlo, y desarrollar actividades en diferentes campos del conocimiento”. Esto se atestigua hoy con nuevas generaciones, jóvenes con deseos de forjar una carrera firme y sólida que les permita obtener realizaciones personales y profesionales, resaltó.

 

Por su parte, Luz María López Marín expuso que la bacteria causante de tuberculosis (TB) es un organismo que por sí solo provoca el mayor número de muertes en el orbe.

 

Recordó que más de 80 por ciento de la población mundial vive en países en desarrollo; ahí, más de 13 millones de personas fallecen cada año por enfermedades infecciosas, que en su mayoría son evitables.  De ese total, 90 por ciento se debe a seis padecimientos: infecciones respiratorias agudas, Sida, diarrea, tuberculosis, malaria y sarampión –las últimas tres causadas por un solo agente: bacteria, parásito y virus, respectivamente–.

 

La TB es una infección pulmonar y basta respirar junto a un enfermo para adquirirla. Si el sistema inmune está sano, sólo estará latente pero no se desencadenará el mal; alrededor de 90 por ciento de las personas portadoras nunca enferman, explicó.

 

Sin embargo, añadió, si en algún momento las defensas disminuyen por desnutrición o VIH, se presentará un trastorno pulmonar activo y grave. “Se estima que de cada individuo con tuberculosis activa sin tratamiento pueden contagiarse de 10 a 15 personas cada año”.

 

Se calcula que un tercio de la población mundial tiene el bacilo; y quienes además poseen VIH están en riesgo de presentar una incidencia cientos de veces más alta. Hoy se registran cinco mil muertes diarias por  tuberculosis en el planeta, “a pesar de que hay antibióticos que pueden eliminar el padecimiento en la mayoría de los casos”, reconoció.

 

Refirió que uno de sus principales problemas es su detección. Son comunes los errores de diagnóstico, pese a que sus síntomas son tos persistente, expulsiones con sangre, expectoración, cansancio, pérdida de peso, fiebre y sudores nocturnos.

 

Los procedimientos tradicionales son confirmar en microscopio la existencia del bacilo en la expectoración del paciente, y el cultivo del esputo o secreción, pero tarda entre 6 y 12 semanas, tiempo en que puede recrudecerse, detalló

 

Uno de los métodos que darían solución sería el serológico, sugirió, por medio del suero. Los humanos reaccionan ante un cuerpo extraño, el organismo produce proteínas o anticuerpos. Basta sacar esa sustancia y medir su actividad ante componentes externos o microbios, y se puede obtener hasta en minutos. Sin embargo, ha tenido limitantes en grandes conjuntos, como se precisa.

 

Se necesitan sus partes específicas para no confundirlas con otras. “La propuesta es sustituir los componentes del bacilo que reaccionan con anticuerpos, por partículas virales genéticamente modificadas que sirvan como reactivo de diagnóstico”, adelantó. Hasta ahora se han obtenido partículas que sustituyen a una proteína y un polisacárido (o azúcar), y ya hay interés para utilizarlas de modo comercial.

 

Sus beneficios, abundó, serían que las partículas podrían sustituir distintos elementos de la bacteria y su producción no implica un alto riesgo biológico, a diferencia del cultivo del bacilo tuberculoso, por lo que sería escalable a nivel industrial y a bajo costo. “Se puede pensar en producir reactivos para diagnosticar a poblaciones amplias, que ha sido una de las limitaciones del serológico”.

 

También sería más simple, porque son factibles de elaborarse de forma similar a las tiras de diagnóstico de embarazo, precisó Luz María López Marín, en el auditorio José Luis Sánchez Bribiesca de la Torre de Ingeniería.

 

Por su parte, Karen Manoutcharian subrayó –ante Gisela Bialik de Huberman, en representación de la familia– que este trabajo se encuentra aún en su primera fase. Hay esperanzas en esta línea de investigación y el galardón estimula su desarrollo.

 

En ello coincidió José Alberto Escobar Sánchez, secretario académico del II, en representación de su director, Sergio Alcocer, quien expuso que el Premio “León Bialik” es una oportunidad de promover la innovación tecnológica, así como la imaginación, dedicación y esfuerzo de quienes lo reciben.

 

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FOTO 1.

Jorge Valencia, José Sarukhán, Karen Manoutcharian, Luz María López Marín y Pedro Laclette durante la entrega del Premio “León Bialik” a la Innovación Tecnológica 2005 a miembros de la UNAM.

 

FOTO 2

José Alberto Escobar Sánchez, secretario académico del II de la UNAM, expuso que el Premio “León Bialik” es una oportunidad de promover la innovación tecnológica.

 

FOTO 3

El investigador de la UNAM Karen Manoutcharian –uno de los ganadores del Premio “León Bialik”–, subrayó que este trabajo se encuentra aún en su primera fase.

 

FOTO 4

Luz María López Marín, una de los miembros del equipo del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, que obtuvo el Premio “León Bialik”, explicó cómo opera la tuberculosis.