06:00 hrs.  21 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-939

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

CREAN, EN LA FES CUAUTITLÁN, BIODIGESTOR PARA OBTENER GAS NATURAL DEL EXCREMENTO ANIMAL

 

·        Informó Eduardo Covarrubias Chávez, profesor de esa unidad multidisciplinaria de la UNAM

·        Puede generar la energía calorífera suficiente para satisfacer las necesidades de una casa habitación

·        También idearon un secador solar plano para llaveros de vinil, y otro para café, pimienta y otras semillas

 

Académicos de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC) de la UNAM construyeron un biodigestor que produce gas natural de combustión a partir del excremento de los animales, capaz de generar la suficiente energía calorífera para satisfacer las necesidades de una casa habitación.

 

Así lo informó Eduardo Covarrubias Chávez, profesor de esa unidad multidisciplinaria, quien dijo que esta innovación se añade a los otros aparatos desarrollados en los Laboratorios de Termodinámica para resolver problemas cotidianos específicos.

 

Los miembros de este equipo –integrado por Eduardo Covarrubias Chávez, Ricardo Delgadillo Torres, José Guadalupe Alfonso Ramos Anastasio y Filiberto Leyva Piña–, conforman espacios de primordial importancia para la carrera de ingeniería mecánica eléctrica, área fundamental para el desarrollo de nuestro país, subrayó.

 

Explicó que este instrumento utiliza la biomasa recolectada –que en un momento dado contamina y es un peligro para la salud–, la cual se procesa y después del tratamiento se le da un uso industrial.

 

 

Al concluir el proceso se cuenta con una composta de buena calidad, que sirve como abono o fertilizante. Se realizó “un modelo prototipo, que se puede construir de mayores dimensiones”, aseguró.

 

Se han obtenido resultados excelentes, a tal grado que han traído equipos extranjeros y los del laboratorio los han superado en calidad.

 

Por su parte, Ricardo Delgadillo Torres afirmó que el gas producido puede ser utilizado en el hogar, cocina o cualquier otro lugar en el que se le requiera. “Esta es una solución que podría ser benéfica sobre todo en las zonas rurales, alejadas de las grandes urbanizaciones y de difícil acceso”.

 

Además, dijo, es un proyecto capaz de trabajarse de manera coordinada con otras disciplinas o carreras, como ingeniería agrícola, de la cual podrían aprovecharse todos los desechos para producir energía y usar el gas en el funcionamiento de calderas.

 

A su vez, Filiberto Leyva Piña, docente de la misma Facultad, expuso que la mayoría de los planes en los laboratorios han sido posibles gracias al empeño de tesistas, ya sea para resolver un rubro específico, como un tubo de vórtice para mostrar cómo se separan los fluidos, o como innovación.

 

En esta unidad también se diseñó y creó un secador solar plano para llaveros de vinil, debido a que los productores de estos artículos tenían problemas, porque los hornos que utilizaban eran eléctricos y gastaban demasiada energía. Con este adelanto, puntualizó, se logró alcanzar la temperatura requerida, a base de luz del Sol, y sin costo.

 

Se impulsó “otro para café, pimienta y otras semillas para una organización campesina de las serranías de Puebla y Veracruz, que también ha registrado excelentes resultados”. Además, se han fabricado concentradores solares, como una parábola nueva. Aquí se hizo el molde, se fundió y se logró sacar, destacó.

 

De hecho, en este espacio se ganó un Premio Nacional en el certamen de Energías Renovables, en Guanajuato, por el diseño y elaboración de un horno solar para fundir aluminio. “La ventaja es que los recursos con que se trabaja y realizan estos equipos son pocos”, reconoció.

 

Al ser un recinto para prácticas de alumnos, abundó Leyva Piña, los conocimientos teóricos adquiridos en el aula aquí son concretados. Ellos pueden comprobar los fenómenos que aprendieron y ponerlos en marcha, para que se acendre su creatividad cuando ingresen a la industria.

 

En ese sentido, José Guadalupe Alfonso Ramos, de la misma entidad, consideró que de estos Laboratorios de Termodinámica nace o parte la imaginación del ingeniero, y se manifiesta en muchos de los proyectos que se tienen o equipos que se han elaborado.

 

Eduardo Covarrubias coincidió en que por la situación económica que vive el país se requiere personal calificado de primer nivel, y el tiempo que se tiene en las aulas parar prepararlo es corto. Lo que refuerza su aprendizaje son las prácticas, por eso son fundamentales.

 

Por ello, es importante que despejen sus dudas por completo, ya que en la vida profesional es difícil tener una oportunidad similar. Además, al entrar al sector productivo los egresados competirán contra múltiples intereses y se enfrentarán a situaciones que quizá hoy no se imaginen, reveló.

 

Ramos Anastasio recordó que los Laboratorios iniciaron en 1974, conocidos como Talleres y Laboratorios. Uno o dos años después se volvieron Laboratorios Experimentales Multidisciplinarios. En 1980 retoman su forma tradicional y ahí se formó lo que hoy se conoce como termodinámica.

 

Eduardo Covarrubias Chávez sostuvo que en este laboratorio también se imparte el área de termofluidos, a los alumnos de ingeniería eléctrica, electrónica e industrial. El programa abarca máquinas térmicas e hidráulicas, con el fin de que tengan la facilidad de identificar su funcionamiento.

 

En la segunda se abordan las bombas centrífugas inicialmente, y turbinas hidráulicas, desde las pequeñas hasta las de gran envergadura, para sistemas como el de Chicoasén. En la de fluidos el alumno se perfila para el área mecánica, explicitó.

 

Aparte, reiteró, trabajan diversos proyectos en conjunto con otras áreas, como con los ingenieros agrícolas, que acuden al laboratorio para reforzar sus conocimientos y a solicitar asesorías en asuntos específicos.

 

Ramos Anastasio refirió que en este espacio se atienden alrededor de 300 alumnos de la carrera de ingeniería. Además, 150 en termofluidos, 50 de máquinas térmicas, y 60 de mecánica de fluidos, concluyó el académico.

 

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José Guadalupe Alfonso Ramos, de la FES Cuautitlán de la UNAM, consideró que de sus Laboratorios de Termodinámica nace o parte la imaginación del ingeniero.

 

 

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Eduardo Covarrubias Chávez, de la FES Cuautitlán, informó de la construcción de un biodigestor que aprovecha la biomasa excretada por animales, para producir gas natural de combustión.

 

 

FOTO 3

 

El profesor Filiberto Leyva Piña expuso que la mayoría de los planes en los Laboratorios de Termodinámica de la FES Cuautitlán de la UNAM, han sido posibles gracias al empeño de tesistas.

 

FOTO 4

 

Ricardo Delgadillo Torres subrayó que el gas producido en el biodigestor construido en Cuautitlán puede ser utilizado en el hogar, cocina o cualquier otro lugar en el que se le requiera.

 

 

FOTO 5

 

Eduardo Covarrubias, Filiberto Leyva, José G. Alfonso y Ricardo Delgadillo son el equipo de la FES Cuautitlán de la UNAM, que desarrolló un biodigestor de biomasa que produce gas.

 

 

FOTO 6.

 

Académicos de la FES Cuautitlán muestran cómo su biogestor utiliza biomasa para producir gas natural de combustión, y energía calorífera para satisfacer las necesidades de una casa habitación.