06:00 hrs.  17 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-925

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

APLICAN CIENTÍFICOS DE LA UNAM IRRADIACIÓN NUCLEAR PARA LA CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS

 

·        A través de esta técnica se esterilizan los productos y es posible preservarlos hasta por dos años, e incluso, logran optimizar su calidad sin ningún riesgo para la salud humana

·        Reveló Epifanio Cruz Zaragoza, coordinador de la Unidad de Irradiación y Seguridad Radiológica del Instituto de Ciencias Nucleares

 

Al ser la alimentación un asunto de seguridad nacional, científicos de la UNAM aplican técnicas de irradiación nuclear para mejorar y aumentar la conservación de comestibles como frutas, verduras, cárnicos y otros productos como los vinos, las cuales permiten su esterilización y preservación hasta por dos años e, incluso, logran optimizar su calidad sin ningún riesgo para la salud humana.

 

Al respecto, el coordinador de la Unidad de Irradiación y Seguridad Radiológica del Instituto de Ciencias Nucleares, Epifanio Cruz Zaragoza, indicó que la Universidad Nacional cuenta con esta tecnología de punta que podría evitar pérdidas millonarias por la descomposición prematura de víveres en México, así como conservarlos a gran escala y distribuirlos en casos de desastre, entre otras ventajas.

 

Explicó que este proceso de sanitización y esterilización inhibe la germinación y permite el almacenamiento a largo plazo sin necesidad de fumigantes, elimina insectos y larvas, destruye parásitos, retrasa el proceso de maduración de frutas, excluye la población de bacterias y previene la formación de posibles tóxicos debido a la salmonella y otros organismos patógenos.

 

Cruz Zaragoza detalló que el proceso consiste en exponer el producto a la emisión de rayos gamma, sin que el artículo o medios queden radiactivos, con los que se les deja asépticos para su inmediato manejo, sin ningún efecto en la salud. Son menos de diez Kilogray, es decir, radiación ionizante a bajos niveles que no presentan riesgos de cáncer y otro tipo de padecimientos por su ingesta.

 

En todo caso, resaltó que es más seguro ingerir un alimento procesado por este medio que bajo cualquier otro, al no poder garantizar su higiene al cien por ciento y generar pérdidas económicas elevadas.

 

La Universidad Nacional, expuso, puede incidir en este asunto de gran importancia, pues alrededor de 10 por ciento de las semillas se pierden al año, mientras que en las cosechas de frutas y legumbres se registran mermas de 40 por ciento, al tiempo que los alimentos perecederos, es decir ya preparados y cocinados, las disminuciones alcanzan 20 puntos porcentuales.

 

Ejemplificó que en el caso de las frutas tropicales que se producen en México, se pierde un alto porcentaje durante el transporte y manipulación, por lo que no llegan al consumidor final.

 

“El asunto de la conservación de alimentos es un problema estratégico y de seguridad nacional, por lo que de aquí al 2015 México debe tener una tecnología de irradiación”, urgió.

 

El investigador señaló que dicha innovación, utilizada ya por 42 países, principalmente europeos, es una alternativa de gran potencial para la producción nacional, ya que en 2015 vence el plazo para eliminar la fumigación por gases tóxicos, de acuerdo con lo  establecido por el Protocolo de Montreal.

 

En este contexto, refirió que aquí no hay cálculos, pero en Estados Unidos hay mermas por 4 millones de dólares semestrales, pues los elementos contaminados provocan enfermedades de todo tipo, además de inasistencias laborales y costos por medicamentos.

 

Abundó que en la Unidad de Irradiación y Seguridad Radiológica de la UNAM está instalado el Irradiador  Gammabeam modelo 651, en cuya actividad se usa potencialmente cobalto-60 por su energía y penetración, con lo que se logra un mejor campo de acción.

 

El aparato de fabricación canadiense, que fue rediseñado en el Instituto de Ciencias Nucleares, tiene 15 fuentes radioactivas tipo lápices, así como una alberca profunda de agua ionizada y cinco sistemas de alarma que monitorean los niveles de radiación.

 

También cuenta con un detector de sismos, una consola de control remoto y un servidor computacional para la seguridad operativa del personal, el cual fue entrenado en su país de origen. Asimismo, cumple con la Norma Oficial Mexicana de la Secretaría de Energía, dependencia por la que es inspeccionado cada dos años.

 

Cruz Zaragoza precisó que la Unidad da servicio a más de medio centenar de empresas del sector alimentario y de cosméticos y mantiene proyectos de colaboración con instituciones de educación superior de España y México para mejorar los procesos de irradiación.

 

Asimismo, adelantó, la UNAM desarrolla paralelamente un método para detectar comestibles que hayan pasado por este proceso con antelación.

 

Al respecto, el científico concluyó que se requiere un centro mexicano de conservación de alimentos por irradiación, que también se encargue de comercializar y distribuir los comestibles.

 

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FOTO 1

El coordinador de la Unidad de Irradiación y Seguridad Radiológica del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, Epifanio Cruz Zaragoza, trabaja en una de las consolas para la protección de alimentos.

 

FOTO 2

La conservación de alimentos es un problema estratégico y de seguridad nacional, por lo que de aquí al 2015 México debe tener una tecnología de irradiación”, urgió en la UNAM Epifanio Cruz Zaragoza.

 

FOTO 3

Epifanio Cruz Zaragoza, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, aseguró que es completamente seguro el procedimiento de irradiación de alimentos para su protección.