Boletín
UNAM-DGCS-924
Ciudad Universitaria
Como se
ha venido alertando desde hace semanas, la Universidad Nacional Autónoma de México
está siendo objeto de una escalada violenta por parte de personas ajenas a su
comunidad.
Estos
individuos, que nunca han sido universitarios o que ya fueron expulsados de la
UNAM por incurrir en acciones violentas, han intentado de manera recurrente y
por diversos medios, afectar las tareas académicas de la comunidad y, sobre
todo, el enorme prestigio nacional e internacional de que hoy goza la
institución.
Desde
septiembre pasado, cuando el plantel Naucalpan del Colegio de Ciencias y
Humanidades sufrió un embate de porros, la Universidad Nacional actuó con
energía al expulsar a 13 porros y advirtió que éstos, en combinación con grupos
externos buscaban alterar el orden y las labores académicas universitarias.
Asimismo,
el Abogado General, Jorge Islas López, llamó la atención de que sea
precisamente en estos tiempos político-electorales que vive el país cuando esos
grupos de provocadores reaparecen en los planteles del bachillerato.
Esas
provocaciones orquestadas afectan hoy a las comunidades de las Preparatorias 5
y 6, y son esos mismos individuos, totalmente ajenos a la institución, quienes aprovechan la legítima inquietud que
los embates porriles generan en los alumnos y sus padres, para afectar el adecuado
funcionamiento de ambos planteles.
Todas
esas personas son lideradas por los hermanos Manuel y César Pérez Cruz, así
como por Ramsés Villarreal, todos ellos sumamente violentos y ya expulsados de
la Universidad por la comisión de ilícitos.
Participa
con ellos Mayra Valenzuela Rosas, alias “Mamá Toronja”, nunca matriculada en la Universidad y quien
hace más de un año fue herida de bala en una trifulca entre grupos de vándalos.
Los
hermanos Pérez Cruz, a su vez, han participado en cerca de una veintena de
acciones violentas, entre las que destacan la toma de la Torre de Rectoría, en
una operación tipo comando, ocurrida durante la madrugada del 8 de febrero de
2004, además del asalto al Tribunal Universitario en abril del mismo año y
tomas violentas de diversos planteles del bachillerato.
Ambos
personajes, que además de alumnos eran trabajadores de base de la Universidad,
fueron expulsados y rescindidos de su contrato hace varios años.
Ramsés
Villarreal, expulsado también de la Facultad de Economía, ha participado, junto
con los Pérez Cruz, en prácticamente todas las mismas tropelías.
La
Universidad Nacional no cejará en el combate al porrismo. Ha venido haciendo
todo lo que está a su alcance para erradicarlo de sus planteles. Por ello
resultan absurdas las voces que acusan a la Universidad de no actuar: casi 400
porros han sido expulsados en lo que va de la presente administración. Ahí
están los hechos.
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