11:00 hrs.  15 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-917

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

INGRESA FILÓLOGA DE LA UNAM A LA ACADEMIA MEXICANA DE LA LENGUA

 

·        Concepción María del Pilar Company Company, adscrita al Instituto de Investigaciones Filológicas, es ya miembro de número de esta institución

·        Ocupa la silla número cinco, la cual ha sido honrada por personajes como Rubén Bonifaz Nuño, José Vasconcelos y Francisco Sosa

·        Para la académica, esta distinción es motivo de orgullo, privilegio y gran compromiso para seguir con la historia del español en México

·        Su más importante aportación científica debe buscarse en sus trabajos sobre el cambio lingüístico, afirmó José Moreno de Alba, presidente de la Academia

 

Concepción María del Pilar Company Company, adscrita al Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFl) de la UNAM, ingresó como académica numeraria a la Academia Mexicana de la Lengua, por su reconocida trayectoria como filóloga.

 

Su postulación para ocupar la silla número cinco fue aceptada por unanimidad, luego de ser propuesta por Salvador Díaz, Vicente Quirarte y Gonzalo Celorio, académicos de número de esa institución.

 

La Academia, reconoció Company Company, necesita de filólogos y lingüistas, pues los diccionarios que elaboran sus integrantes como parte de sus funciones sustantivas, cada vez son más descriptivos y menos normativos. Por ello, requieren especialistas para describir los usos regulares de la lengua.

 

Recordó que si bien desde hacía más de un año ostentaba el estatus de académico electo, con el que asistió a las reuniones y empezó a involucrarse en las tareas propias de ese organismo, resaltó el hecho de tomar posesión como miembro de número.

 

Enfatizó que la silla número cinco ha sido honrada por mexicanos ilustres y sabios en humanidades. “Mi antecesor inmediato fue Rubén Bonifaz Nuño, quien la ocupó durante 34 años; pero también por personajes como José Vasconcelos y Francisco Sosa”.

 

Española de nacimiento, pero naturalizada mexicana, la doctora en lingüística hispánica afirmó: “Para mí esta distinción es motivo de orgullo, privilegio y gran compromiso para seguir en el trabajo en la historia del español en México, porque ésta es una forma de conocernos mejor: quiénes somos, cómo hablamos y por qué lo hacemos así”.

 

Además, como universitaria es un honor recibir este reconocimiento, porque la UNAM es un concentrado importante de humanistas y científicos del país, y en la Academia hay muchos egresados de esta casa de estudios. En ese sentido, ésta es una muestra más del proyecto nacional de la Universidad, subrayó.

 

Concretamente, precisó, “mi línea de investigación es la historia de la lengua española. De manera particular he trabajado la historia y diacronía del español en México, desde los primeros asentamientos de pobladores hasta fines del siglo XVIII, aunque el periodo puede alargarse hasta el XX dependiendo del problema a tratar”.

 

Trabaja en la trayectoria del idioma, se ha abocado tanto a la sintaxis del castellano en nuestro país y al léxico histórico. Asimismo, “mis alumnos y yo hemos rescatado documentación de carácter informal, es decir, aquella que no le interesa al literato porque carece de atractivo estilístico o literario; ni al historiador, porque no aporta mucho para la vida en México”, añadió.

 

En cambio, se busca en los bajos fondos del mundo novohispano, porque ahí se pueden encontrar los cambios que conforman la identidad lingüística del país, dado que los escritos oficiales no están manifestados con las expresiones de todos los días, puntualizó.

 

En su conferencia de ingreso a la Academia, efectuada en el Fondo Reservado del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, Concepción Company habló sobre El siglo XVII y la identidad lingüística en México.

 

La experta señaló que tanto por la investigación documental y el rescate de archivos, esa centuria fue un parteaguas, pues el español de este país se distanció del de España. Se trata de un periodo de cambio léxicos y sintácticos. “Si uno ve la trayectoria histórica de las lenguas de ambos países y se nota que en el siglo XVI iban juntas, en el XVIII se hace una escisión dialectal y se concentra gran cantidad de cambios”.

 

Por ejemplo, refirió, se pensaría que indigenismos léxicos como comal, achichincle, itacate, chocolate y apapachar, o diminutivos como ahorita o segundito, entran a México en el siglo XVI ante la necesidad de nombrar al nuevo mundo que tenían ante sí los ibéricos, pero no, porque si se analiza su diacronía, “la gran mayoría de los que actualmente utilizamos pertenecen al siglo XVIII”.

 

Si bien las lenguas tienen su dinámica interna para constituirse y adquirir su propia personalidad, fue en ese siglo cuando se dio una convergencia importante de cambios lingüísticos que caracterizan al español actual de este país, aseguró.

 

Sucedió que en un principio conquistadores e indígenas vivían separados y había cargos que eran el vínculo entre los dos, pero no convivían. A fines del XVII hay epidemias y los indios migran a los centros urbanos y es cuando se da la relación abierta, añadió.

 

No se sugiere que el español de México esté conformado o mediado por el náhuatl, sino que esa convergencia generó mecanismos comunicativos nuevos, aclaró.

 

Aunadas a esta situación, están las reformas borbónicas, que quitaron privilegios y autonomía a los criollos, y son sometidos de manera explícita a la Corona. Así, este grupo toma conciencia de su separación y empiezan a gestar la independencia de México, dijo.

 

Al darle la bienvenida en la ceremonia de ingreso, José Moreno de Alba, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua, destacó: “La más importante aportación científica de nuestra académica debemos buscarla en sus investigaciones sobre el cambio lingüístico, y particularmente en la sintaxis histórica de la lengua española”.

 

Su libro Documentos lingüísticos de la Nueva España es de enorme trascendencia y utilidad para los estudios sobre el español mexicano colonial. El rigor y la precisión filológica de esta edición,  que además contiene deliciosos textos informales que van del siglo XVI al XIX, han sido reconocidos y apreciados por investigadores nacionales y extranjeros, detalló.

 

Ha editado y coeditado varias obras colectivas importantes, tanto en el ámbito de los estudios medievales como en el de la gramática histórica del español, acotó.

 

Ha publicado poco menos de 40 artículos en revistas científicas con estricto arbitraje, y en prensa o en proceso de dictamen unos 15; sin embargo, “más que la cantidad subrayaría su calidad, y de ello pueden dar idea el prestigio de las revistas y obras colectivas donde han aparecido”, opinó el también investigador del IIFl.

 

La historia de la lengua y en particular el cambio lingüístico a través del tiempo, es la asignatura que desde hace tiempo imparte de forma brillante a estudiantes de la UNAM, indicó.

 

Company Company de ninguna manera se limita, como lo hacen la mayoría de los profesores, a las horas de clase. “Los buenos estudiantes son guiados por ella hacia la investigación filológica seria. Además, es por todos sus colegas reconocida la enorme calidad de las tesis de maestría y doctorado que dirige”, aseveró. 

 

Pocas experiencias en la vida universitaria resultan más gratas que ésta: una joven estudiante que se convierte no sólo en admirada colega, sino además en excelente amiga, concluyó.

 

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PIES DE FOTO

 

 

FOTO 01.

 

Concepción María del Pilar Company Company, del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, ingresó como académica numeraria a la Academia Mexicana de la Lengua.

 

 

FOTO 02

 

María del Pilar Company Company, filóloga de la UNAM, ocupa la silla número cinco de la Academia Mexicana de la Lengua, honrada por Rubén Bonifaz Nuño, José Vasconcelos y Francisco Sosa.

 

 

FOTO 03

 

La mayoría de indigenismos léxicos que utilizamos, como comal, achichincle, itacate, chocolate y apapachar, pertenecen al siglo XVIII, dijo la académica de la UNAM, Pilar Company Company.