14:20 hrs.  7 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-890

Ciudad Universitaria

 

Pie de fotos al final del boletìn

 

RINDE LA UNAM HOMENAJE  AL JURISTA IGNACIO BURGOA ORIHUELA

 

·        En la Facultad de Derecho se despidió a quien fuera una de las voces más autorizadas del Derecho Constitucional y de Amparo en Latinoamérica

·        Dedicó más de cincuenta años de actividad docente ininterrumpida en esta entidad universitaria

·        Fue uno de los maestros más distinguidos y uno de los forjadores de la personalidad contemporánea: Fernando Serrano, director de la FD

·        Supo conjugar la meditación con la acción, señaló Raúl Carrancá  y Rivas, profesor emérito de esa entidad

 

La Facultad de Derecho (FD) de la UNAM rindió un homenaje de cuerpo presente al jurista y constitucionalista Ignacio Burgoa Orihuela, profesor emérito de esta casa de estudios, quien falleciera el día de ayer.

 

En el Auditorio Jacinto Pallares de esta entidad universitaria se dieron cita familiares, alumnos, profesores, investigadores, autoridades y trabajadores, quienes dieron el último adiós a uno de los grandes formadores de abogados en nuestro país.

 

En el estacionamiento de la FD, minutos después de las 10 de la mañana, arribaron los restos de una de las voces más autorizadas del Derecho Constitucional y de Amparo en Latinoamérica, quien dedicó más de cincuenta años de actividad docente ininterrumpida en esta casa de estudios.

 El director de la FD, Fernando Serrano Migallón –acompañado por Jorge Islas, Abogado General–, indicó en el homenaje que la ausencia de Burgoa Orihuela representa tanto la del estudioso y docente del Derecho Constitucional de mayor importancia en los años recientes, como la del maestro digno del mayor afecto y distinción por su bonhomía, generosidad y humanidad.

 

Fue uno de los maestros más distinguidos y uno de los forjadores de la personalidad contemporánea de la FD, dijo, que fue su espacio creativo más fecundo, escenario de sus anhelos intelectuales y semillero de las generaciones que crecieron en sus enseñanzas.

 

“El legado del maestro Burgoa Orihuela se puede dividir en tres partes: una es como aportación directamente al Derecho; una segunda, es su peso en la FD como transmisor de ese pensamiento; y una tercera, su actitud frente a la vida, de honestidad, honradez y compromiso. Tanto su familia como sus discípulos van a continuar la obra”, resaltó.

 

El hecho de que sus restos llegaran a la FD, se debe a que “la familia conocía la relación del maestro con su Facultad, y ningún lugar mejor para despedirlo por parte de la comunidad que en ella”, expresó.

 

En la ceremonia de cuerpo presente, Raúl Carrancá y Rivas, profesor emérito de la FD, destacó: “No venimos a enterrar a un hombre; estamos aquí para dar testimonio de la apertura de una puerta y de la llegada de un espíritu heroico que no deja a su raza, sino que trayéndola con él, en su alma, en su esencia, la manifiesta a partir de estos momentos en el amplio espacio de la historia”.

 

Manifestó que Burgoa Orihuela no ha muerto, no como cristiano que fue, sino como alma ardiente, como corazón fulgurante que junto a su obra inmortal de jurista supo ser siempre congruente en su vida.

 

Vive y vivirá siempre. Ha dejado un sueño inmenso, tan grande como su fulgurante personalidad; jurista, escritor, abogado y profesor universitario. Fue uno de los grandes que supo conjugar la meditación con la acción. Abogados hay muchos, estudiosos abundan, pero él abrió las puertas de su gabinete, su ánfora de estudio para respirar y sentir a pulmón lleno la atmósfera de la patria, enfatizó.

 

A su vez, Edmundo Elías Musi, de la FD, apuntó que las clases del homenajeado fueron impartidas con gran responsabilidad. Fue una figura dentro del Derecho, del marco jurídico y de la historia de México.

 

Siempre habló con su verdad, con una repercusión a nivel nacional e internacional. Enseñó a amar al Derecho, y por encima de todo a la patria. Su recuerdo siempre va a permanecer entre nosotros. El haber escrito su obra sobre juicio de amparo a los 23 años, le llevaron a destacar como una gran figura.

 

Por su parte, su hijo, Ignacio Burgoa Llano, expresó su sentir: “Me dirijo a ti, padre, con estos testigos maravillosos de calidad inefable, tú sembraste a lo largo de tu vida lo que esta mañana, lo que hace unos minutos puedes considerar aquí presente la mejor de tus cosechas. Es el aplauso más elocuente que yo jamás haya escuchado en mi vida. Es tuyo, padre, es para ti, porque tú te lo mereces, porque tú te lo has ganado a lo largo de una vida de esfuerzo, de trabajo, dedicación, ejemplo, y entrega”.

 

Abundó que su progenitor siempre se entregó a la UNAM, que era su segunda casa: la Escuela Nacional de Jurisprudencia, hoy FD. “Enseñaste a muchas generaciones de abogados. Tu enseñanza, más que en las páginas de tus libros, mis hermanos espirituales, tu enseñanza está en el ejemplo, que todos hemos recogido, que todos aplicamos a nuestra vida, con el rigor del hombre de bien y amante de la justicia, con quien entiende y enseña lo que es el Estado de Derecho”.

 

El ex presidente Miguel de la Madrid recordó que Burgoa Orihuela fue uno de los grandes profesores de la FD; escribió textos importantes sobre el juicio de amparo, las garantías individuales, el derecho constitucional. Ha sido un maestro relevante que deja una profunda huella en la Facultad.

 

“Fue también un abogado litigante distinguido. Fue mi maestro de Garantías y amparo, por el año de 1954. Su obra siempre será influyente en la formación de nuevos abogados”, reconoció.

 

En su oportunidad, Everardo Moreno, profesor de la FD, destacó que Ignacio Burgoa fue uno de los autores de libros jurídicos más importantes. “En lo personal tenía una gran admiración y una cercanía estrecha”. A México le deja el ejemplo de cómo debe ser un abogado en cuanto a su conocimiento de la ley, a su espíritu por investigar. Fue un crítico valiente.

 

A las 11:20 de la mañana el cuerpo de Burgoa Orihuela partió de su Facultad entre aplausos y “goyas”.

 

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PIES DE FOTO

 

 

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Estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNAM reciben ente aplausos los restos mortales de Ignacio Burgoa Orihuela, quien fuera profesor durante más de 50 años ininterrumpidos.

 

 

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Profesores, alumnos, autoridades y trabajadores se dieron cita en el aula “Jacinto Pallares” de la FD de la UNAM, para darle el último adiós al distinguido constitucionalista Ignacio Burgoa Orihuela.

 

 

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El doctor Ignacio Burgoa Orihuela, una de las voces más distinguidas en Derecho Constitucional, recibió un homenaje póstumo en la Facultad de Derecho de la UNAM por parte de la comunidad jurídica.

 

 

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Ignacio Burgoa Orihuela y Raúl Carrancá y Rivas en la Facultad de Derecho de la UNAM. El primero murió ayer luego de más de 50 años de docencia ininterrumpida en esta casa de estudios.

 

FOTO 5.

 

Fernando Serrano Migallón y Jorge Islas montan una guardia de honor ante los restos mortales de Ignacio Burgoa Orihuela, maestro emérito de la Facultad de Derecho de la UNAM, quien falleciera ayer.